La doctora Ana Paola De Cosío Farías dijo haber aguantado trato desigual por ser trabajadora eventual, que se le retirara el Bono Covid, carencias en el equipo de protección, pero no el "agandalle" de la vacuna, y que su nombre no apareciera en listas de beneficiarios, por lo que renunció al IMSS.
Ella se desempeñaba hasta ayer como endocrinóloga en el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI. Desde abril de 2020, trabajó en el área Covid y en la respiratoria.
En su último día de trabajo, reprochó que se vacunara primero a personal de confianza, a los que estaban de vacaciones y a aquellos que laboraban desde los escritorios, en vez de los que están en contacto con los pacientes con sospecha o confirmación al nuevo coronavirus.
Su contrato es temporal, por lo que indica, no tiene prestaciones y vivía con la incertidumbre de si firmaría por su continuidad cada 15 días.
Acusó que existe un trato desigual a los contratados de este modo, y la carga recae en ellos, para no trastocar derechos de personal de base.
Entre jornadas extenuantes, comentó en entrevista, "la gota que derramó el vaso" fue ver que se daba preferencia a los jefes, a los amigos, a personal administrativo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sobre aquellos que están en mayor riesgo.
"Ahora resulta que no aparecemos en las listas de vacunación cuando hay personal administrativo que está recibiendo la vacuna, argumentando que están a cargo de equipos Covid, pero nunca se meten y nunca están expuestos", reprochó.
"Uno de los administrativos, que durante el año, pues dejó de estar a cargo del servicio de uno de los pisos y ahora está en su escritorio, fue de los que acudieron a vacunarse. Yo lo vi pues, cuando se fue a vacunarse y también lo vi a la hora que regresó.
"Antes de irme después de haber tomado la decisión de renunciar pues me atreví a preguntarle: 'doctor ¿qué se siente usted ya estar vacunado sabiendo que habemos personas que todos los días que nos ponemos el equipo de protección personal y todavía seguimos esperando aparecer en esa lista?'. De manera muy política me contestó: 'es que pues aparecí en la lista'. Son incongruencias", opinó.
Ayer, antes de renunciar solicitó que alguien que estuviera vacunado ingresara al área Covid, pero eran administrativos o estaban de vacaciones, apuntó. El externar su inconformidad, señaló la pediatra, le originó que fuera amenazada de que sería acusada por abandono de trabajo.
"He decidido renunciar por la inequidad, el gandallismo de las autoridades, la falta de vacunación para los que estamos en primera línea y las autoridades que tienen la vacuna y son quienes nos mandan a estar expuestos", indicó.
En los ocho meses de trabajo en el IMSS, añadió, le tocó ver que de igual manera, personal administrativo recibía el Bono Covid, sin estar en contacto con los pacientes. A ella, dijo, se le otorgó sólo una vez y luego fue retirada de la lista, pese a que su trabajo fue constante con personas sospechosas o positivas.
Algunos de sus compañeros, lamentó, nunca lo recibieron y al pedir explicaciones, no las obtuvieron.
Y aunque sabe que renunciar en un inicio de año que se prevé complicado, podría dificultarle el encontrar trabajo, además de que tiene dos años de egresada, sostiene que estaba cansada de ser excluida de beneficios pese al riesgo y a que de forma constante las autoridades señalen que hay carencia de personal ante este nuevo repunte de casos.
"Es un momento difícil para empezar una consulta, pero definitivamente no quiero seguir trabajando en el IMSS bajo estos abusos, ver cómo los administrativos se fueron a vacunar (como) de primera línea y los de primera línea seguimos sin una fecha, donde mis contratos a veces son de cinco días, y ahí pierdes todos los estímulos.
"Yo ya en ocasiones previas, ya había considerado salirme, entonces nos aguantamos por la incertidumbre económica, el año ha sido difícil para todas las profesiones (...), entonces te aguantas, pero no es digno", consideró De Cosío.
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