Aristóteles Sandoval, quien gobernó Jalisco de 2013 a 2018, ascendió como joven promesa desde las organizaciones estudiantiles de la Universidad de Guadalajara hasta el PRI estatal. Su mayor logro fue terminar con el predominio panista de tres sexenios en el estado. Sin embargo, su trayectoria siempre fue cuestionada por sus opositores, otros actores políticos y por la prensa, debido a sus relaciones oscuras y a los compromisos inconfesables que se le atribuyeron. Dichas acusaciones nunca procedieron legalmente, pero la forma en que fue asesinado la madrugada del viernes 18 acentúa las sombras en la historia de su vida.
A lo largo de su carrera, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz fue señalado de tener nexos con la delincuencia organizada; algunos de sus colaboradores y un amigo fueron atacados o asesinados por la misma. Detrás del homicidio del político, ocurrido la madrugada del viernes 18, puede ocultarse una historia similar.
A la 1:40 de la madrugada, cuando fue al baño del restaurante bar Distrito 5, el exgobernador y político activo del PRI fue baleado por la espalda. De manera simultánea, en la calle los escoltas de Sandoval se enfrentaron a tiros con un comando.
Hace años, en 2007, tras el asesinato de Ignacio Loya Alatorre, identificado por la entonces Procuraduría General de la República como operador financiero de Ignacio Coronel –capo del Cártel de Sinaloa afincado en Guadalajara que fue abatido el 30 de julio de 2010–, esa instancia y su homóloga de Jalisco abrieron la averiguación previa 029/2007/H.I./A.
Ésta reveló que el entonces diputado local en la 57 Legislatura y presidente de la Comisión de Hacienda, Aristóteles Sandoval, tenía relación con el occiso.
Loya fue ejecutado a balazos el 21 de febrero de 2007 en las inmediaciones del estadio Jalisco. En las indagaciones de la procuraduría estatal se establece que era amigo de Sandoval desde 2005 y lo conoció por medio de Alfredo Barba Mariscal, exalcalde de Tlaquepaque e hijo de Alfredo Barba Hernández, líder estatal de la priista Confederación Revolucionaria Obrera y Campesina.
Loya habría brindado apoyo económico –uno de los últimos por 100 mil pesos– para los proyectos de varios politicos del PRI, incluido Sandoval Díaz. Sin embargo, él negó haber recibido dinero de Loya y dijo que desconocía las actividades empresariales de su amigo (Proceso 1832).
El 4 de junio de 2009, el entonces presidente del PAN en Guadalajara, Manuel Romo, publicó en varios periódicos locales algunos cuestionamientos dirigidos a Sandoval sobre su presunto consumo de drogas, las señaladas relaciones con el crimen organizado y su alegada violencia física y verbal contra mujeres y hombres.
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