Un operador financiero convicto del Cartel de Juarez de México es también el representante legal de una empresa involucrada en la compra y venta de jugadores para el fútbol europeo.
La primera parte de esta investigación documentó cómo Rodolfo David Dávila Córdova, que fue condenado por haber sido el operador financiero del Cartel de Juárez, obtuvo un contrato con el gobierno mexicano en 2013 por 207 millones de pesos mexicanos (aproximandamente US$15,8 millones) como representante legal del Grupo Comercializador Cónclave (Vea la primera parte de esta serie aquí)
Un segundo contrato del mismo programa federal, por 188 millones de pesos mexicanos, se otorgó a la empresa Prodasa SA de CV, en la que Dávila Córdova es socio mayoritario.
Este artículo apareció originalmente en Artistegui Noticias en colaboración con CONNECTAS y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus iniciales en inglés). Fue editado y publicado con permiso, pero no necesariamente refleja las opiniones de InSight Crime. Vea la versión original aquí.
Sin embargo, esta investigación ha descubierto otra sorprendente verdad acerca del Grupo Comercializador Cónclave de Córdova Dávila: está implicado en la zona altamente lucrativa del fútbol profesional en Europa.
Los reportes entregados por el Club Porto al regulador del mercado financiero portugués, detallan la participación de Grupo Comercializador Cónclave como intermediario en la transacción de jugadores al futbol europeo.
“En el período de seis meses finalizado el 31 de diciembre de 2012, los servicios de intermediación fueron proporcionados por la entidades Northfields Sports BV, Grupo Comercializador Cónclave SA y el agente Giancarlo Uda”, detalla uno de los reportes compartido a los inversionistas del Club de futbol Porto.
El informe financiero precisa que en el periodo en que Cónclave fungió como intermediario (julio-diciembre de 2012) se sumaron a la lista de adquisiciones del Porto el jugador mexicano Diego Reyes, propiedad del Club América, y los futbolistas colombianos Jackson Martínez y Héctor Quiñones, el primero procedente del Club Jaguares de Chiapas y el segundo de la Asociación Deportivo Cali.
El reporte del club portugués no precisa en cuál de estos traspasos de jugadores participó el Grupo Comercializador Cónclave. Sin embargo, en esta investigación periodística se pudo precisar que en el pase de Diego Reyes al Porto, la empresa intermediaria fue Northfields Sports, en una transacción de 9.092.320 euros.
Mientras que en el traspaso de Jackson Martínez participó el agente mexicano Guillermo Lara, quien en distintas ocasiones ha sido vinculado con operaciones del narcotráfico, en específico con personajes ligados al Cartel de Juárez.
Lara hizo un negocio multimillonario con el traspaso de Jackson, pues el jugador le costó US$100.000 y la venta del jugador de Jaguares de Chiapas al Porto se negoció en 9,6 millones de euros
En su informe de cierre de 2012, el Club portugués explica que los cargos adicionales inscritos en las operaciones de los jugadores (US$750.000 en el caso de Jackson Martínez) se refieren “a los gastos relacionados con los derechos económicos de la adquisición.
En el reporte financiero correspondiente a aquel primer trimestre de 2013, el Club Porto todavía incluía al Grupo Comercializador Cónclave en su cartera de intermediarios.
Para 2014 y 2015, Cónclave no apareció en los documentos del equipo portugués.
Jackson Martínez llegó al futbol mexicano en 2010, al club Jaguares de Chiapas, en donde permaneció por dos años y medio, con un récord de 33 goles. Su traspaso al Club Porto se realizó en julio de 2012. El jugador tenía 25 años de edad cuando emigró a Europa.
Al mes de realizarse esta transacción, la cadena radial RCN de Colombia y Mundo Fox, de Estados Unidos, difundieron una investigación en la que aseguraban que Guillermo Lara, el promotor del jugador colombiano, estaba vinculado con el narcotráfico.
La investigación de ambos medios afirmaba que capos de la droga, paramilitares y un guerrillero colombianos habían invertido en el futbol mexicano entre 2003 y 2006, de acuerdo con documentos encontrados por la Fiscalía de Colombia a un narcotraficante del Norte del Valle.
En los documentos citados por RCN y Mundo Fox aparecían pagos millonarios a equipos profesionales del futbol mexicano y a empresarios deportivos, entre ellos Carlos Ahumada y Guillermo Lara, representante de Jackson Martínez.
De Guillermo Lara, la investigación aseguraba que fue beneficiado a través de diversos pagos del narcotráfico. Tras la publicación, el promotor se deslindó de las acusaciones y negó cualquier vínculo con carteles de la droga.
“No son acusaciones. Para mí son estúpidos. Gente que no es profesional, que no tiene ética y que escribe cualquier estupidez. El negocio con Colombia fue con Jackson Martínez, que lo acabo de vender al Porto como ustedes saben; esos son los negocios que yo hago”, declaró en agosto de 2012.
Sin embargo, Lara volvió a ser vinculado con el narcotráfico en febrero de 2014, cuando fue capturado en León, Guanajuato, el traficante Tirso Martínez “El Tío”, compadre de Amado Carrillo Fuentes, “El señor de los cielos”, antiguo jefe del Cartel de Juárez.
El diario Reforma reveló en aquel entonces que “El Tío” fue señalado por un testigo en Estados Unidos como “miembro de una red que lavaba dinero transfiriendo jugadores deColombia en sociedad con la Promotora Internacional Fut Soccer, propiedad de Guillermo Lara”. De hecho, “El Tío” fue acusado de lavar dinero a través de los equipos Querétaro, Irapuato y Celaya, hace una década.
Guillermo Lara y su empresa Promotora Internacional Fut Soccer ya habían sido investigados desde hace más de una década por la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada, quien abrió la averiguación previa PGR/UEDO/080/2001, para esclarecer la presunta relación de Lara con el narcotraficante colombiano Jorge Mario Ríos Laverde, preso en Estados Unidos.
Cuando fue capturado en octubre de 2002, Ríos Laverde viajaba en una camioneta BMW de la promotora de Guillermo Lara.
Las sospechas sobre el promotor se acentuaron cuando en julio de 2003 fue detenido el futbolista Carlos Álvarez Maya en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuando pretendía viajar a Colombia con un millón de dólares. El representante del jugador era la Promotora Internacional Fut Soccer, de Lara.
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