Daphne, la joven que fue agredida sexualmente por cuatro jóvenes en en el fraccionamiento Costa de Oro, Veracruz, aseguró que los agresores conocen la verdad y no son inocentes.
"YO sentía una patada en el estomago de saber que CLARO QUE NO son inocentes, de saber que ELLOS SABEN la verdad, ellos saben lo que pasó esa noche y aun así siguen mintiendo (sic)", publicó en su cuenta de Facebook, donde explicó su situación.
"Me dije a mi misma que no pondría nada al respecto, al menos no directo pero creo que ya toqué fondo", escribió la joven, en donde aseguró que nunca quiso sentirse expuesta por lo sucedido el 2 de enero de 2015, cuando supuestamente Gerardo Rodríguez Acosta, Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso y Enrique Capitaine Marín, abusaron de ella cuando aún era menor de edad.
Rechazó que su caso tenga algún interés político o que haya extorsión en él, "es aterrorizante y muy deprimente para mi el hecho de que ahora digan que es 'político', que 'nos dieron dinero', que estamos 'extorsionando'", publicó.
Respecto a la actuación de su padre, quien públicamente ha pedido justicia en el caso, Daphne dijo que "si actuó como actuó fue porque yo no quería NADA ni legal, ni social como salió ahorita, ni absolutamente nada solo quería paz y tranquilidad, yo no quería quedar expuesta como paso ahorita, yo no quería ser juzgada o señalada por la sociedad".
La joven lamentó que el caso haya tomado revuelo a nivel nacional y haber sido señalada.
"Tristemente esto no terminó como yo hubiese querido, quedé expuesta a nivel nacional, quedé señalada por la sociedad, quedé muy triste y decepcionada de algunas personas, me quedé sin muchas personas que creía que eran mis 'amigos'", afirmó.
Marchan contra violadores
En el puerto de Veracruz, familiares, amigos, integrantes de agrupaciones de jubilados y miembros de partidos políticos marcharon e hicieron un plantón frente al palacio de gobierno para exigir justicia en el caso de la menor que fue violada en enero pasado por cuatro jóvenes, parientes de funcionarios públicos.
El fiscal Bravo Contreras advirtió que el video en el que aparecen los cuatro inculpados pidiendo disculpas, que fue difundido a través de redes sociales por el padre de la víctima, no es una prueba que legalmente pueda ser tomada en cuenta.
Por ahora, señaló, no se cuenta con la confesión de alguno de los denunciados, ya que para el Ministerio Público un indicio no se constituye como prueba fehaciente, aunque sea develado públicamente.
Adelantó que enviará una invitación al Alto Comisionado de la ONU para que constate las investigaciones que llevan a cabo en este y otros casos, pues solo buscan hacer justicia.
Esto se suma a la solicitud realizada formalmente a las comisiones Estatal de Derechos Humanos y Nacional de Derechos Humanos para que designen a un representante y se garantice la transparencia de la investigación.
Recalcó que si cedieran a presiones y consignaran el caso, sería fácil que se viniera abajo en el juzgado y la única afectada sería a la víctima.
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