Unos días antes del ataque contra normalistas, el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, recibió en su oficina del ayuntamiento a Gildardo López Astudillo, El Gil o Cabo Gil, para cerrar acuerdos criminales con la organización Guerreros Unidos.
En su declaración ministerial, el líder máximo de Guerreros Unidos (GU), Sidronio Casarrubias, afirmó que El Gil era el “encargado de realizar acuerdos con presidentes municipales”, entre ellos Abarca Velázquez.
En la versión pública de la PGR sobre los hechos de Iguala de septiembre del año pasado, un integrante de Guerreros Unidos cuyo nombre fue omitido afirmó que “sin recordar la fecha exacta, pero a principios de septiembre del 2014, me dijo que nos viéramos afuera del ayuntamiento de Iguala, a las 10 de la mañana, por lo que me trasladé al lugar y entramos a la oficina del presidente municipal, José Luis Abarca. Quiero aclarar que no era la primera ocasión que El Gil visitaba a José Luis Abarca, sin recordar fechas exactas ni cuántas ocasiones, ni me platicaban cuáles eran los temas que trataban”.
La PGR no ha podido vincular a Abarca con la desaparición de los 43 normalistas, y su consignación ha sido hasta ahora por el asesinato de Justino Carvajal Salgado, militante del PRD, ocurrido en el 2013, un año antes del ataque a los normalistas .
Sidronio Casarrubias, quien ofreció acompañar a la autoridad para esclarecer los hechos de Iguala, afirmó que antes de ser detenido, se “movía” en municipios donde había acuerdo de Guerreros Unidos con autoridades municipales, principalmente directores de Seguridad Pública.
“Si estuviera aquí a la vista reconocería directamente a José Luis Abarca y a su primo, Felipe Flores Vázquez (prófugo), arreglo que se concretó con base en la señora María de los Ángeles Pineda Villa (quien) sostiene la organización. El dinero lo bajan a través de (...) quien también es jefe de sicarios en Iguala, en el Estado de México y en Ixtapan de la Sal.
Agregó que el apoyo que les dan las policías municipales a los Guerreros Unidos “consiste en facilitarnos la seguridad, toda vez que el armamento de esa policía lo aportó la organización (GU), por lo que ese municipio lo usamos de paso, por ser un cruce obligado de Toluca, Estado de México, ya que del otro lado de Morelos es contrario a los Guerreros”.
Más adelante en su declaración, Casarrubias Salgado afirmó que el ya detenido Francisco Salgado Valladares, tercero al mando de la policía de Iguala, estaba al mismo nivel jerárquico que El Gil dentro de Guerreros Unidos.
“Toda la policía la tenía bajo las ordenes de la organización, siendo el líder que menciono, José Luis Abarca Velázquez, de quien sé que la persona que tiene el dinero es su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, quien a toda costa quería ser la nueva presidenta municipal de Iguala; su capital lo hizo de sus hermanos, así también sé que es la actual amante del gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, y quien también fue financiado por estas personas”.
Uno de los policías de Iguala detenido declaró ante el Ministerio Público que el prófugo Felipe Flores “se dedicaba al tráfico de drogas, secuestro y homicidios”. Afirmó que cuando un oficial detenía a alguien de Guerreros Unidos, Felipe Flores llevaba a los policías a un taller mecánico donde los “tableaba” (golpeaba con tablas de madera).
Antes de fugarse de la autoridad, Felipe Flores hizo una breve declaración ministerial donde se dijo ajeno a los hechos ocurridos en Iguala bajo su jurisdicción de seguridad. Añadió que no sabía de lo ocurrido, dado que sus elementos habían sido detenidos.
En más, sobre las redes de complicidad de GU con autoridades municipales, el sicario Patricio Reyes Landa afirmó en su declaración que el ex alcalde de Cocula, el priísta César Miguel Peñaloza Santana, también formaba parte de la organización. “Varias veces El Cepillo (el sicario Felipe Rodríguez) me mandó con el presidente de Cocula”. Aseguró que Peñaloza “nos daba licencias con diferentes nombres”. Actualmente, César Miguel Peñaloza se encuentra libre, pues la PGR asegura que no tiene pruebas en su contra.
Ofrecieron millones a federales
Al ser detenida junto con su esposo, José Luis Abarca, el 4 de noviembre del 2014 en Iztapalapa, María de los Ángeles Pineda Villa ofreció a la Policía Federal medio millón de pesos y un automóvil de lujo a cambio de no ser detenidos.
Pineda Villa, quien se cubría la cabeza ante con una mascada color verde, “nos dijo que nos daba medio millón de pesos a cambio de que les permitiéramos retirarse del lugar y que no volveríamos a verlos, a lo que respondimos que su ofrecimiento constituía un delito (...) insistiendo que con ellos no había problema, que tenían el dinero suficiente, que incluso nos daban un vehículo Mercedes Benz, que lo tienen guardado en un corralón, sacando en esos momentos del interior de una bolsa de mano color café un fajo de billetes que ahora sabemos suma 23,790 pesos”.
Pineda Villa llevaba además consigo algunas tarjetas con siete números telefónicos; unas gafas marca Prada y un paraguas de la marca GAP.
Aunque se reservó su derecho a declarar, el ex perredista José Luis Abarca dijo que si bien lo relacionaban con Guerreros Unidos, “yo no tengo nada que ver, me están involucrando, pero yo no tengo nada que ver, no conozco a nadie y no deseo manifestar nada más”.
Fuente.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: