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viernes, 2 de marzo de 2018

SIEMBRA CAOS y ESCAPA CAPO de los "VIAGRAS" EX-ALIADO del GOBIERNO FEDERAL...crian cuervos y ya tienen muchos.

El supuesto líder de la organización delictiva 'Los Viagras', Gabino Sierra Santana, escapó al operativo realizado por autoridades de Michoacán, lo que se apuntó fue el detonante de los bloqueos reportados a partir del mediodía de ayer en el Estado.

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Sin embargo, precisó el Gobierno, continuarán los operativos para detener a grupos delictivos.

Al momento, las vías de Michoacán se encuentran libres, pues los bloqueos registrados ayer fueron retirados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la entidad en colaboración con fuerzas federales.

El área de comunicación social del Gobierno de Michoacán refirió que fue reforzada la seguridad en las casetas de peaje y en las vías en las que ayer se realizaron cierres a la circulación.

"Los operadores del C5i han reforzado el monitoreo en las casetas de peaje, plazas comerciales y zonas bancarias", posteó en su cuenta de Twitter la SSP de Michoacán.

Se informó que fueron 20 vehículos incendiados en vías como la Autopista Siglo XXI, los Municipios de Apatzingán, Buenavista, Uruapan, Pátzcuaro y Múgica.

Los mismos vehículos de carga comercial fueron quemados y utilizados para obstruir vías de comunicación.

El Gobierno desmintió una alerta roja que se estuvo difundiendo ayer en redes sociales, en la que se pedía no salir a carreteras, y aseguró que todo está en calma.


Los narcobloqueos, según la misma fuente, fueron retirados antes de la medianoche del día de ayer.

fuente.-

POLICIAS: LA OTRA MAFIA CONTROLADA por la "MAÑA"...verdaderos carteles al servicio del impune poder narco.

Veinte años después de que se creó el Sistema Nacional de Seguridad Pública –con todo y las plataformas de datos sobre el historial de los criminales—los gobiernos que sucedieron al de Ernesto Zedillo después del año 2000 no han podido consolidar un proyecto policiaco acorde a las urgencias del país. Todos, sin excepción, terminaron maniatados por la mafia.
Vicente Fox acabó devorado por la corrupción, dando pie a la consolidación del cártel de Sinaloa; Felipe Calderón siguió el mismo guión y entronizó a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, como el capo del panismo. Jamás quisieron detenerlo. En el actual gobierno el caos y las matanzas se han insertado en la vida cotidiana mientras los catorce cárteles del narcotráfico se afianzan y extienden sus tentáculos hacia otros continentes a donde exportan inestabilidad y violencia. No hay combate al crimen sino corrupción, muertes e impunidad. El gobierno de Enrique Peña Nieto naufraga en un abismo y la sociedad padece todos los días los desaciertos de un presidente ignorante y corrupto.
No es cierto que con López Obrador México se convertirá en otra Venezuela. Los estragos de esa Venezuela caótica ya se viven en México con Peña Nieto, donde imperan dos dictaduras que parecen indestructibles: la del PRI en el poder y la del crimen organizado que, con su violencia y saña, provocan inestabilidad, miedo y terror, algo nada menor que el hambre que padece Venezuela con el dictador Nicolás Maduro.
Desde el año 2000, en México ha resultado imposible consolidar un proyecto policial acorde a las necesidades. Los gobernantes han usado a las policías para sus fines aviesos. Con bajos sueldos y poca profesionalización los han lanzado a las garras de la corrupción del crimen organizado porque así les conviene. El gobierno no necesita una policía sana, necesita una policía corrupta para mantener firme el negocio de las drogas y otros más con los que ya operan los cárteles.
Esa es la razón por la que ningún gobierno ha cumplido el proyecto de armar una estructura de seguridad que frene las matanzas y el caos que impera por doquier.
Por donde se les mire, las policías de todos los niveles están “cartelizadas”, al servicio del crimen organizado, y este problema sigue sin resolverse porque, cada nuevo sexenio, se ensaya con un nuevo modelo de policía, acorde a las necesidades del país pero también basado en los intereses criminales que cada gobernante adquiere cuando asciende al poder.
A partir del año 2000, cuando el PRI perdió la presidencia de la República, se dio paso a la alternancia política y con ello el narcotráfico dejó de entenderse con un poder central –el presidente de la República –para dar paso a una diseminación del poder criminal, cuyos jefes procedieron a pactar con gobernadores, jefes policiacos, alcaldes y hasta con los comandantes adscritos a los municipios. De igual forma comenzaron a financiar campañas políticas, desde alcaldes hasta senadores, diputados y gobernadores, con lo que el narcotráfico se hizo de los servicios de toda la red policiaca del país, ya que dicha estructura les era muy necesaria para mantener sus negocios y garantizar su protección.
Este fenómeno descobijó a la sociedad toda, se quedó sin protección en las calles y se rompió con el principal dique de la seguridad –la prevención –pues casi todas las estructuras policiacas se coludieron, por voluntad o por coerción, con el crimen organizado.
Esto explica, en parte, por qué el país está incendiado por la violencia y explica también el papel que actualmente juegan las policías de todos los niveles. En realidad las policías están convertidas en cárteles: secuestran, asesinan, detienen y entregan a los presuntos delincuentes a los grupos criminales y no a las autoridades.

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El caso de Veracruz ilustra enfáticamente este problema. Ahora está saliendo a flote información sobre el verdadero papel que jugó la policía durante el gobierno de Javier Duarte. En ese periodo de gobierno la policía era el brazo armado del poder, era usada para matar, secuestrar, torturar y desaparecer. No se descarta que también hayan participado en la epidemia de muertes contra periodistas, la cual se agudizó durante el gobierno de Duarte de Ochoa. Cabe precisar que el desgobierno que padece Veracruz no es sólo consecuencia del pasado: en la administración de Miguel Ángel Yunes Linares también ha privado la corrupción y la policía ha actuado con excesos, pero no se actúa porque la estructura policiaca veracruzana jugará un papel clave en la elección del 1 de julio: será el brazo operativo del poder.
Este fenómeno de descomposición también explica la desaparición de los tres ciudadanos italianos en Jalisco, entidad que sirve de asiento al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización criminal que creció a pasos agigantados durante el gobierno de Aristóteles Sandoval, un personaje no ajeno al narcotráfico porque desde antes de emprender su campaña rumbo a la gubernatura se mantuvo muy cerca del empresario Tony Duarte, un hombre a quien la PGR y la DEA identifican como operador de Ismael Zambada García, El Mayo y cuyo hermano fue asesinado en Puerto Vallarta en posesión de drogas.
El hecho de que la policía de Jalisco haya entregado a los ciudadanos italianos Raffaele y Antonio Russo (padre e hijo, respectivamente) y a Vicenzo Cimmino a grupos criminales por 43 dólares, no sorprende: desde que asumió la gubernatura Aristóteles Sandoval la policía de Jalisco ha actuado de esa forma y no es ningún secreto que toda la estructura policiaca trabaja para Nemesio Oceguera, el jefe del CJNG.

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Basta recordar que al inicio del gobierno de Sandoval fue ejecutado el secretario de Turismo del estado, Jesús Gallegos, cuando salía de una reunión  de la Casa Jalisco.
Según el expediente del caso, policías y sicarios al servicio de El Mencho se dieron a la tarea de seguir al funcionario por todas partes. En una ocasión estuvieron a punto de asesinarlo en su propia oficina, pero el intento se frustró. No obstante, siguieron con el plan para ejecutarlo y fue clave la colaboración de la policía de Guadalajara para ubicar al funcionario y así poder asesinarlo.
En el mismo expediente algunos miembros del CJNG que fueron detenidos por ese crimen declararon que El Mencho ordenó su asesinato porque sabía que Gallegos estaba lavando dinero del cártel de Los Caballeros Templarios y que existía un plan para desplazar al CJNG de su zona de asiento.
Lo que en el expediente también queda claro, por voz de los propios declarantes, es que toda la estructura del CJNG opera con el respaldo de las policías y de la procuraduría del estado. Dentro del cártel operan personas que se dedican a zafar a sus secuaces cuando son detenidos, también hay quienes se dedican a la ejecución de rivales y otros cuya tarea es abrir más mercado a través de las llamadas narcotienditas para que la venta de droga se expanda por todas partes. Toda la red de protección está a cargo de las policías estatales y municipales y se les paga por sus servicios.
El mismo modus operandi se observa en el Estado de México, por cierto ya bajo el control del CJNG, según reportes del Cisen. Y en Veracruz, Tabasco, Morelos, Nuevo León, Baja California, Sinaloa, Sonora, Hidalgo y Guerrero, entre otras entidades.
En Guerrero comenzó a notarse, en 2004, este rol jugado por las policías. En ese año el cártel de Los Zetas estaba afincado en esa entidad, rivalizaba con el cártel de Sinaloa, representado entonces por Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien vivía como un jerarca en Acapulco igual que después lo hizo en Morelos, donde tenía el apoyo de militares y de los entonces gobernadores Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame. En ese tiempo también se protegieron las operaciones de Juan José Esparragoza, El Azul, quien tenía como escolta personal a José Agustín Montiel, por aquel tiempo Coordinador de la Policía Ministerial de Morelos.
Montiel estuvo al frente de la policía en Guerrero cuando el gobernador era José Francisco Ruiz Massieu, una época en la que el narcotráfico operó con toda la protección gubernamental, igual que ahora ocurre en todo el territorio, con la diferencia de que en ese tiempo las policías todavía mantenían los controles y asignaban al crimen organizado los territorios donde podían operar.
De acuerdo con informes del Senado de la República, el 80 por ciento de las policías del país están al servicio del crimen organizado; un porcentaje similar de alcaldes también tienen vínculos directos o indirectos con grupos criminales, lo que explica la exacerbada violencia que azota al territorio y que, hasta la fecha, ninguna autoridad civil ni militar ha podido frenar.
Cuando faltan nueve meses para que termine el fatídico sexenio de Enrique Peña Nieto, ningún gobernador ha cumplido con el proyecto de reformar a sus corporaciones policiacas. En poco más de cinco años, los presupuestos designados para la seguridad se han tirado a la basura, ya que nadie ha entregado un programa real de depuración y profesionalización de los cuadros responsables de la seguridad. Y tampoco se les exige.
En todo el país los jefes policiacos están capturados por el crimen organizado y no pueden cumplir con las tareas de seguridad. En resumen, no hay policías y las corporaciones que existen se han transformado en verdaderos cárteles al servicio de la protección de las redes criminales. Este es el poder del narco, poder impune, poder que gobierna en un país donde el principal ejemplo de corrupción es el propio presidente de la República.
Ni para donde hacerse.
Fuente.-Ricardo Ravelo/
(Foto/Web)



LOS "MENSAJES del NARCO" MARKETING CRIMINAL que FIRMA y AFIRMA DELITOS...otro subproducto de la fallida guerra al crimen.

Las comunicaciones de la delincuencia organizada surgen en el sexenio calderonista y disminuyen con Peña. Criminales retoman narcomensajes en lonas, videos, pedazos de cartón o en la piel de los ejecutados. El CJNG aprovecha la lógica contrainsurgente; el Cártel de Sinaloa no muestra una línea definida en sus recados; Los Zetas, una crueldad vulgar; Los Caballeros Templarios, con un aroma pararreligioso; El Golfo, como Tamaulipas, sinónimo de muerte, opina catedrático del Colegio de la Frontera Norte
Durante los últimos meses se incrementó la reivindicación de grupos del crimen organizado que firma sus delitos, profiere amenazas o se justifica ante la sociedad a través de marcas, mensajes o videograbaciones, en una estrategia de comunicación equiparable al marketing de compañías privadas, instituciones gubernamentales o medios de difusión masiva.

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Así se conocieron en semanas recientes las disputas entre “Dámasos” y “Guzmanes” o “Tegoripeños”, y las amenazas a los custodios del penal de La Paz, en Baja California Sur. También se anunció el regreso a Tijuana del líder de células del Cártel de Sinaloa, Alfonso Lira Sotelo “El Atlante”, quien salió del reclusorio de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco; o la osadía de criminales que recibieron con narcomantas amenazantes al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en Veracruz.

Delincuentes, principalmente narcotraficantes de los muy variados cárteles de la droga y células de producción, distribución, venta y cobro de derecho de piso, han descarado sus operaciones ante la población y ante unas autoridades que muestran pasividad, y según algunos de los mensajes, complicidad.
Uno de los productos informativos más impresionante de los tiempos más recientes es, sin duda, el video de agentes federales pertenecientes a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) que fueron privados de su libertad el 5 de febrero en los límites de los estados de Jalisco y Nayarit, y localizados muertos, desmembrados, días después.
El video de los federales, a la postre asesinados, logra generar intimidad con los receptores mediante un formato de carta, con el que cualquier persona está familiarizado. “El mensaje comienza con un narrador donde supuestamente confluyen el rol de verdugo y víctima, que se confiesa ante las cámaras. En las apenas 400 palabras dichas por ese agente secuestrado se ven todos los rasgos epistolares: una presentación, con un saludo de buenas tardes, un nombre audible de quien habla y su cargo, transportándonos a una conversación cercana”.
En opinión del investigador del Colegio de la Frontera Norte capítulo Matamoros, Jesús Pérez Caballero, el video de los malogrados policías adscritos a la Procuraduría General de la República busca claramente diseminar ideas sobre la situación que priva en México mediante dos técnicas “que en principio nunca vincularíamos con este tipo de mensajes: un formato de carta, epistolar, y una vocación falsa, a mi juicio, de transparencia”.Después, explica Pérez Caballero, la verbalización de algo de lo que todo ciudadano tiene indicios: “Existen operativos federales que supuestamente incumplirían la legalidad por un uso excesivo de la fuerza. Ahí aprovecha el grupo criminal para insertar su mensaje: esos excesos les habrían obligado a cambiar sus pautas históricas, respondiendo a la violencia arbitraria con una violencia justificada”. 
AUGE Y FINES
Este tipo de comunicación fue producto de la época de la llamada “guerra contra el narcotráfico” iniciada durante la administración de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y que comenzó en diciembre de 2006. Los primeros videos subidos a redes sociales fueron de Los Zetas y luego de Los Matazetas, ahora Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). También el video que en Baja California señaló nexos de un ex procurador de justicia con el Cártel de Sinaloa.
A partir de entonces se multiplicaron los mensajes escritos en lonas colocadas en puentes, cartulinas a un lado de cadáveres o cabezas humanas, marcas tatuadas en cuerpos mutilados, textos en WhatsApp con fotografías y hasta volantes arrojados desde aeronaves en ciudades del norte del país.
Los destinatarios de los mensajes son los llamados “contras” o competidores directos de los cárteles que disputan territorios, los traidores que desertan o delatan, representantes de autoridad que les atacan o apoyan a los rivales, grupos musicales que cantan corridos para dañar la imagen de algún personaje del crimen organizado o ensalzan a los contrarios, y últimamente, internos y custodios de reclusorios donde se juegan importantes intereses económicos, como en Nuevo León y Baja California Sur. Sin que falten los avisos a los delincuentes comunes, con el clásico “no vamos a tolerar que perjudiquen a una sociedad inocente”, en un afán justiciero.
El doctor en derecho por el Instituto Gutiérrez Mellado de Madrid, Jesús Pérez Caballero, insiste en el ejemplo del video de los ex servidores públicos de la SEIDO, en el que los criminales buscan su justificación a ultranza. “Es el discurso tan habitual de nosotros éramos ‘narcos buenos’ hasta que ellos nos obligaron a ser malos. Finalmente, la carta confesión acaba con una despedida íntima de quien habla, en un saludo a la familia y a los hijos, diseñado para lograr empatía con los receptores del mensaje. Si Usted se fija bien, cada una de las partes del video está ensamblada para, reiteradamente, transmitir cercanía, aunque esa afirmación nos parezca contraintuitiva”.
El contenido del video tiene una vocación de generalidad, con un mensaje no limitado a quienes aparecen en él. Lo que buscan los criminales es establecer un contradiscurso nacional que interprete la violencia, frente al discurso de las instituciones federales, presentadas como sinécdoque de la política nacional.
“Fíjese bien que para lograr esa vocación general se oculta a los emisores mediatos del mensaje, es decir, son anónimos tanto los enmascarados que portan las armas en silencio y usan como medio a los dos secuestrados, como quien sostiene el mensaje que se lee, quien lo graba y quien lidera la célula o el grupo”.
El especialista destaca que el video no lleva firma. Será del CJNG. Será de Sinaloa. No se conoce. Aunque en la zona donde se produjo el hecho ambos grupos son dominantes. Tampoco se ofrece la ubicación de los secuestrados, ni dónde se producen los hechos denunciados. Al no haber fecha, el video presenta una atemporalidad que beneficia esa impresión universal.
“Por el contrario, los secuestrados sí dicen sus nombres y apellidos, y con rostro descubierto, arrodillados, enuncian su trabajo, incluso una camiseta los etiqueta como intercambiables por su función. Ese etiquetamiento los coloca como víctimas de un doble engranaje: el promovido por las instituciones federales, que por negligencia serían incapaces de protegerlos de los secuestradores, y el generado por el grupo criminal, que en el video se pretende mucho más fuerte que las instituciones oficiales. Creo que es importante que nos detengamos en ver cómo se nos describen estos dos actores”, señala el entrevistado. 
LA DESCONFIANZA
El académico interpreta en el video que las instituciones federales de seguridad, aparentemente garantes de la legalidad, estarían cometiendo ejecuciones extrajudiciales, Eso significa la frase “que hagan negativa a toda captura”, contra “cualquier objetivo sea o no sea delincuente”. No solamente los criminales acusan de arbitrariedad a esas instituciones, sino que enuncian una estrategia de confusión de “desaparecer todo rastro de las operaciones”, y, en esencia, “hacer lo que queramos” con los criminales.
“Fíjese en el panorama: muertes ordenadas desde el Ejecutivo a cualquier individuo etiquetado como enemigo y obligación de desaparecer cualquier prueba de esas muertes. Obviamente, el escenario que se deduce de ello es el de una completa confusión no solamente por los hechos en sí, sino por quien los denuncia. Es cierto que las instituciones de seguridad mexicanas ejecutan extrajudicialmente, torturan o desaparecen a individuos, pero la cuestión es que quien lo denuncia con éxito mediático es un grupo criminal que también asesina, tortura y desaparece a individuos, seguramente a mayor escala que las instituciones oficiales”, apunta Jesús Pérez.
Sin embargo, como los criminales se dedican a eso, se pueden permitir el cinismo de acusar a las autoridades. Y estas, como han sobrepasado todas las líneas rojas entre la Ley y la fuerza, solo pueden ofrecer a los ciudadanos una respuesta de más fuerza, ya sin legitimidad.
Agrega el experto: “Es más, esas autoridades actuarían, según el video, enviando con negligencia a gente no preparada (los dos que se confiesan serían un ejemplo evidente: individuos de veintitantos que apenas llevan un año laborando en la SEIDO), actuando de manera inmisericorde y corrupta, puesto que según el discurso del video, desaparecen a ‘mujeres, niños y personas mayores’, símbolo de inocencia, y se burlan ‘detrás de sus escritorios o en algún evento social, repartiéndose lo que sacan de los robos y secuestros’”.
Obviamente, el grupo criminal delinea ese panorama maniqueo para explotarlo miserablemente y presentarse con rasgos completamente opuestos a las instituciones federales. Así, los criminales serían profesionales y actuarían siempre de manera coherente y sin falsedades. Con esa mentira buscan arrojar una supuesta luz, nombrando los delitos cometidos.
“Frente a cifras negras o falta de datos oficiales, el grupo criminal responde con verdades negras: nombra ejecuciones extrajudiciales, tortura, robos, secuestros, desapariciones y violaciones. Esto se relaciona con la explotación que este grupo criminal hace de una aparente transparencia. Quiero decir que el video está impregnado de la intención del desvelo del secreto, cuando en realidad no se revela absolutamente nada que no sepamos ya”:
– Los criminales hablan, pero por boca de otros.
– Se muestran armas, pero no a quienes las portan.
– Se muestra a funcionarios de la SEIDO, incluso identificados por camisas, pero sin que se sepa su función en la corporación.
– Se enumeran delitos, pero no se concretan las víctimas, ni dónde se cometieron, ni cuándo.
La hipótesis del investigador es que esa didáctica de la falsa transparencia está al servicio de dar una imagen de omnipotencia de los criminales. “Por un lado, ellos dicen que siempre podían haber hecho mal, y si no lo hacían era por seguir unas reglas que los uniformados han roto: ‘Tenemos claro que siempre se nos respetó como autoridades porque ellos así lo decidieron no porque no pudieran hacernos algún daño’. Además, despliegan una capacidad de extenderse en el tiempo, pues lo escenificado en el video ‘seguirá pasando’ (esa expresión se dice dos veces). Finalmente, pueden levantar a cualquiera. Según confiesan los levantados, ‘el que nos vistamos como trabajadores normales no quiere decir que no sepan quiénes somos’”. Todo eso es una muestra de una propaganda muy sofisticada, pensada, con vocación estratégica”. 
NARCOIDEOLOGÍAS
Cada organización delictiva tiene su estilo y sistema de difusión de mensajes. En apariencia habría muchas semejanzas, pero en realidad son muchas más las diferencias. Aunque incipientemente, por las zonas de acción de estos grupos, los policías y sus superiores se imaginan la procedencia de los narcomensajes. Aquí lo desglosa el español Jesús Pérez Caballero:
“El CJNG es quien mejor aprovecha en sus videos la lógica contrainsurgente, desarrollándola conforme al México de hoy. Lo más destacable es esa plasticidad para conectar su discurso con inquietudes reales de la ciudadanía, como la percepción de la violencia, el vigilantismo o el caso de los mal llamados justicieros (que son una patética uberización de la justicia). Mezclan esa estructura discursiva muy férrea, con rasgos evidentes de operaciones de contrainformación y psicológicas, con una asepsia pseudo institucional. Eso es distinto a la comunicación de otros grupos”, asegura.
En cuanto al grupo de Los Caballeros Templarios, piensa que “tenían un aroma demasiado pararreligioso, extravagante y marcadamente ligado a Michoacán. Además, tanto ‘La Tuta’ como otros de sus líderes (‘El Tío’, ‘El Chayo’) eran grotescos, sin punch mediático. En cambio, Los Zetas son demasiado crudos, hasta vulgares en su crueldad, y el mensaje violento que muestran es el del patíbulo desnudo”.
En cuanto a la organización de Sinaloa, “no difunden de un modo unificado sus mensajes. Unas veces son similares en la explotación del discurso contrainsurgente, pero en otras ocasiones no presentan ese orden; y en general, están demasiado opacados por la presencia tan mediática de figuras como ‘El Chapo’ Guzmán. En algunos grupos del Golfo hay algo similar al CJNG, pero tanto ellos como Tamaulipas son, entre la población, sinónimo de muerte, no de orden, y eso les impide capitalizar inquietudes sociales. Frente a todos ellos, el CJNG envía fácilmente paquetes informativos insertos en la nebulosa de la contrainsurgencia y que entroncan con cuestiones nacionales”.
Parece que en los meses previos al proceso electoral no habrá tregua entre narcotraficantes, ni entre ellos, ni para con las autoridades. ¿Qué estamos por ver todavía en las acciones de los grupos de la delincuencia organizada en México? Pérez responde: “Estamos desde hace años en el escenario que sigue a la anulación del discurso público, donde la única meta es la fuerza y la depuración del enemigo. Lo que se promueve oficialmente y, evidentemente, por los grupos criminales es que la única gradación sea cuánta mayor o menor arbitrariedad estamos dispuestos a aceptar. Pero debemos impugnar ese marco de violencia arbitraria. Eso no se impugna pidiendo más policías y militares, ni jaleando linchamientos, justicieros y demás individuos que hacen outsourcing de la arbitrariedad”.
Finaliza el entrevistado por ZETA: “Hay que pensar en lo que ha descrito el historiador Camilo Vicente, cómo el Estado mexicano, históricamente, canaliza el excedente de violencia arbitraria para instaurar un orden que apuntala el status quo. La cuestión es oponerse a eso, desmontar la manera en que el paradigma contrainsurgente ha encapsulado el discurso público. Un contradiscurso nacional debe venir de los ciudadanos, no de grupos criminales como los del video”.
Fuente.-

EX-PANISTA "EMPINA" a ANAYA en NUEVO VIDEO y ACUSA el LAVADO de los "MOCHES de los MOCHOS"...y amenaza con mas videos.


Javier Lozano lanzó un video en redes sociales en el que cuestiona la veracidad de las fuentes de financiamiento con las que Anaya se vio involucrado en el presunto lavado de dinero por la compra-venta de una nave industrial en Querétaro.
El expanista, quien ha estado especialmente activo en los señalamientos contra Anaya, usa las explicaciones de Anaya y cuestiona sobre los dichos del candidato de Por México al Frente en el sentido de que usó créditos para comprar la propiedad: “No tan rápido”, pide Lozano y señala que Anaya debe indicar con claridad los detalles de los préstamos. Finalmente afirma que el Parque Industrial era de Barreiro y fue él quien le fió a Anaya para la transacción.
“¿No será que en realidad estamos frente a una operación con dinero en efectivo?”, observa Lozano y añade que probablemente el origen del dinero fueron “los moches” o corruptelas, luego de lo cual, agrega Lozano, probablemente Anaya pide a Barreiro que le ayude a lavar esos 54 millones en efectivo.
“Claro que sabes cuál es el origen de este dinero”, reprocha Lozano a Anaya al recordar que dos personajes involucrados en este caso han declarado sobre triangulaciones.
Finaliza Lozano señalando: “esta historia continuará”.
Fuente.-

"CANDIRATON" ANAYA DESATA GUERRA de "CORRUPTOMANTAS" en SAN LAZARO ESTILO CRIMEN ORGANIZADO...se enlodan mutuamente.

Al más puro estilo de los cárteles del narcotráfico, que se mandan mensajes por medio de mantas, la moda llegó a San Lázaro en forma de corruptomantas

Ayer, cuando la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados estaba por terminar y el salón de plenos estaba casi vacío, los diputados del PRI se cobraron las mantas y cartulinas que los panistas, perredistas e integrantes de MC sacaron el martes pasado contra José Antonio Meade, en las que lo acusaron del presunto desvío de 500 millones de pesos en Sedesol. 

En revancha, los priístas alzaron mantas y hasta un monigote representando la figura de Ricardo Anaya con el uniforme de reo bajo el nombre de#Candiratón. Nos cuentan que a los panistas nos les gustó la maniobra y exigieron, en la Junta de Coordinación Política, que el próximo martes se agendara un debate político sobre corrupción. 

Sin embargo, al interior de la Jucopo, PRI y Verde bloquearon la posibilidad de realizarlo. Para utilizar los mismos términos se podría decir que “la plaza se está calentando”.

fuente.-Bajo reserva/