La facilidad con la que el crimen te levanta en México,es la misma facilidad con que ejecuta y parecería digno de una olimpiada nacional—¡oro para los criminales por velocidad y técnica! Mientras tanto, el gobierno presume inteligencia, coordinación y operativos que brillan tanto como un foco fundido: casi 30 mil asesinatos y sólo un puñado que se cuenta con los dedos de las manos ha sido esclarecido, porque “la inteligencia” y “la coordinación” tan cacareadas por el estratega de plástico Omar Garcia Harfuch, resulta ser maroma dialéctica para encubrir la impunidad que reina sin pudor a todo lo largo y ancho del pais.
El mas reciente asesinato de Emilia Ortega Aceves, abogada penalista y profesora de la Universidad Autonoma de Baja California (UABC), galardonada recientemente como Abogada Ejemplar, acribillada ayer a las 8:20 de la mañana dentro de su coche, con balas deslizándose entre sus méritos y pulmones.
La escena es la misma de siempre: policía que cerca la zona, paramédicos que sólo aíslan el cadáver y autoridades que, entre comunicados perfectamente redactados, prometen “investigaciones prontas y exhaustivas”—palabras tan vacías como las calles donde se repiten los crímenes.
Las barras de abogadas, los colegios, las confederaciones de juristas y las voces del gremio lanzan condolencias rotativas y exigencias que terminan archivadas en el buró burocrático del olvido. Mientras tanto, la inseguridad y la impunidad ni se despeinan: el crimen mata y el gobierno observa, mide, dibuja gráficas y presume una “reducción histórica” de asesinatos, como si esos números fueran rifa de lotería y no vidas truncadas. Hablamos de casi treinta mil homicidios en el año que aun no termina, y si los esclarecimientos no pasan de 250, la ecuación es clara: el Estado se lleva el bronce en eficacia, y el crimen el oro.
Pero la prosa oficial siempre promete “seguir todas las líneas de investigación”, “coordinación total” y “enlace permanente entre fuerzas”—en papel, todo luce brillante, pero en la realidad el crimen circula con la libertad de quien tiene llave y pase VIP. Los “operativos de inteligencia” terminan en siempre en recogida de casquillos , narcobloqueos e incendios donde nadie paga los dañosque causa la estrategia militar transexenalmente fallida.
Aquí la impunidad no es casualidad: es el resultado directo de una coreografía donde el crimen baila, la autoridad espera, y la justicia nunca llega. La abogada ejemplar cayó, el Estado sólo recogió el eco de las balas que suma indignación en un pais bajo gobiernos donde siempre se puede estar peor.
Con informacion: ELNORTE/





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