arece que en el circo político nunca faltan los payasos, aunque algunos insisten en no tomarse tan en serio el papel. Esta vez el reventón lo armó el diputado morenista Sergio Polanco Salaices, de Baja California Sur, quien en plena reunión para organizar un torneo de pesca con fines nobles —ayudar a mujeres víctimas de violencia—, soltó la joya: “por algo las agreden, a lo mejor son medio gritonas”, todo esto mientras sus colegas reían como si hubieran tirado la caña y picado el pez más grande del día.
El numerito se viralizó en redes sociales, y como era de esperarse, las críticas le llovieron a cántaros. Activistas feministas, colectivos y hasta la propia sociedad lo zarandearon por el tipo de comentarios que, lejos de parecer chistes ligeros, reafirman el machismo y la misoginia en la política mexicana.
¿Cómo respondió el buen Polanco Salaices?
Con un comunicado de esos que ya huelen a receta de emergencia, donde jura y perjura que “mi intención nunca fue fomentar la violencia ni la discriminación hacia las mujeres”, que está muy arrepentido y promete, casi con mano en el pecho, que nunca jamás en la vida volverá a decir algo que lastime la dignidad de nadie.
Ahora él mismo espera que sus acciones —y no sus comentarios— hablen por él y por la igualdad, y que a partir de ahora toda mujer en Baja California Sur pueda dormir tranquila sabiendo que tiene un aliado más… al menos mientras no se le cruce un micrófono o una reunión con amigos.
Porque en México, la vergüenza pública —al parecer— siempre llega después del escándalo en redes,asi que adelante,escandalicemos.
Con informacion: INFOBAE/
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