¡Vaya, vaya! Qué exhibición tan impresionante de armas, como si el penal fuera sucursal de armería y no un centro de readaptación social. Uno pensaría que después de tantos cateos, revisiones y operativos, lo único que encontraría la autoridad civil y militar serían cucharas y barajas, pero no: aquí tenemos un arsenal digno de película de acción, cortesía del Cártel de Sinaloa (CDS) y la complicidad —perdón, “omisión”— de las autoridades penitenciarias del gobierno de Morena,perdon ,del “crimen organizado”.
¿A quién deben felicitar los ciudadanos tras decomiso ?
Pues no a la autoridad, desde luego. Más bien, deberían aplaudir, con sarcasmo, a los verdaderos “magos” de la logística criminal: quienes logran introducir rifles, pistolas, cargadores,armas personalizadas, radios,teelfonos e internet satelital, mientras los custodios parecen practicar el arte milenario de la vista gorda y la cartera igual.
El decomiso, resultado de cateo, multiplica la sorpresa: o los reos tienen línea directa con la armería de Arizona y Texas, o la podredumbre administrativa permite que cada día sea Navidad para el narco.
Reconocimiento (irónico) y cifras
Según los reportes recientes, en un solo día se decomisaron 36 armas de fuego en México, producto de múltiples cateos en varios estados, con decomisos mucho menores por operativo: 2, 4, 5 armas por aquí y por allá. Pero en este penal, el CDS logró introducir un arsenal completo, lo que demuestra una capacidad logística y una red de corrupción que deja en ridículo a cualquier operativo de seguridad.
La cifra nacional de armas incautadas desde el inicio del operativo “Frontera Norte” es de 564 armas, en decenas de cateos y operativos. Si en un solo penal logran meter decenas de armas largas y cortas, ¿cuántos cateos harían falta para limpiar realmente el sistema penitenciario? Y, peor aún, ¿cuántos decomisos más hacen falta para que la autoridad reconozca que el control real lo tienen los internos y no sus cómplices uniformados.
La podredumbre que lo permite
La corrupción en los penales no es novedad: uno de cada tres presos dice haber sido víctima de actos corruptos, y en la Ciudad de México y Edomex, ¡el 60% lo reconoce abiertamente!.
Pagos para todo: desde pasar lista hasta recibir medicinas, y, por lo visto, para meter fusiles de asalto y pistolas cromadas. La podredumbre institucional es tal que, como dijo una especialista, las cifras oficiales no reflejan la realidad porque muchos internos son presionados para no denunciar.
Conteo y Tipos de Armas en la Imagen
Cantidad total de armas visibles:
- 13 armas largas (rifles, fusiles de asalto)
- 17 armas cortas (pistolas)
Identificación aproximada de armas:
Armas largas:
- Fusiles tipo AK-47 (al menos 5, reconocibles por su diseño característico)
- Fusiles tipo AR-15/M4 (al menos 6, por el guardamanos y la culata ajustable, uno con silenciador)
- 2 Subfusiles FN P90 (característico por su forma compacta y cargador superior)
Armas cortas:
- 17 Pistolas semiautomáticas, varias con cachas ornamentadas (posiblemente Colt, Beretta, Browwning,Glock, Taurus, entre otras)
- Algunas pistolas cromadas o con acabados personalizados
Un aplauso
Así que, autoridades penitenciarias, reciban este aplauso sarcástico: su ineficacia y corrupción permiten que los penales sean verdaderos cuarteles del narco, donde las armas entran más fácil que los libros. Si los ciudadanos deben felicitar a alguien, es a los “ingenieros” de la corrupción y la logística criminal, porque ustedes, con cada cateo fallido y cada decomiso insuficiente, solo confirman que el sistema está podrido hasta la médula.
Y como colofón: si quieren presumir decomisos, primero expliquen cómo entraron tantas armas. Porque mientras no limpien la casa, cada operativo será solo un show… y el narco, el verdadero dueño del escenario.
Con informacion: REDES/MEDIOS/ INFOBAE
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