En la región noroeste de Chihuahua se ha registrado un hallazgo que podria servir para mandarle otra “postal al mundo” de la barbarie que vive Mexico,aun reacio para aceptar la reciente designación de carteles como terroristas,por parte de los EE.UU.
El macabro hallazgo de 81 cuerpos recuperados de 59 fosas clandestinas, según informes oficiales de la Fiscalía General del Estado.
Balance de hallazgos
- Casas Grandes: 69 cuerpos en 48 fosas procesadas hasta el 18 de febrero, con excavaciones continuas en la zona de “El Willy”.
- Ascensión: 12 víctimas adicionales localizadas en 11 fosas diferentes.
- Armamento incautado: Más de 50 rifles y vehículos blindados en un campamento criminal desmantelado.
Detalles forenses
El director de Servicios Periciales, Javier Sánchez, detalló:
- 5 identificaciones completas (incluyendo una mujer), con restos entregados a familias.
- 62 muestras genéticas en análisis y 22 resultados pendientes para próxima semana.
- Protocolos especiales para reconstrucción ósea y evitar contaminación de evidencias.
Contexto operativo
La Fiscalía confirmó que:
- Las excavaciones continúan bajo protección militar pese a amenazas criminales.
- Las víctimas corresponden principalmente a residentes de Madera y municipios aledaños, aunque hay casos de otras regiones.
- Se vinculan los hallazgos con reportes de desaparicionesprevias en la zona.
Implicaciones criminales
El fiscal César Jáuregui reveló:
- Dos presuntos custodios de las fosas abatidos en enfrentamiento con militares.
- 15 fosas adicionales pendientes de procesamiento en la zona.
- Evidencias de control territorial por grupos delictivos en la región.
Corresponsabilidad estatal
La situación en Chihuahua refleja una barbarie sistémicavinculada al narcotráfico, la impunidad y fallas institucionales. Este fenómeno no es aislado: se enmarca en patrones globales de violencia organizada donde el Estado tiene grados de corresponsabilidad, ya sea por acción, omisión o incapacidadpara proteger a la ciudadanía.
- Control territorial de grupos criminales: El hallazgo de 50 armas largas y blindajes en “El Willy” evidencia operaciones prolongadas de cárteles en la zona, sugeriendo fallas en inteligencia militar y estrategias de seguridad.
- Desapariciones no investigadas: La Fiscalía admitió que las víctimas provienen de municipios con altos índices de desapariciones reportadas previamente, lo que señala negligencia en atención a alertas tempranas.
- Protección limitada a peritos: Aunque la Sedena resguarda las excavaciones, la persistencia de amenazas criminales durante los operativos cuestiona la efectividad del despliegue.
Factor de corresponsabilidad | Ejemplo en Chihuahua |
---|---|
Inteligencia deficiente | Campamento criminal activo cerca de zonas militarizadas |
Lentitud forense | Solo 5 identificaciones tras semanas de trabajo |
Coordinación interinstitucional | Fiscalía dependiente de hallazgos casuales tras detenciones militares |
Paralelos globales
- Colombia (1990-2010): Las “falsas positivas” y fosas de paramilitares (más de 80,000 desaparecidos) muestran colusión entre agentes estatales y grupos armados, similar a la dinámica chihuahuense donde cárteles operan en áreas con presencia militar.
- Honduras (2013-2023): 247 fosas con 4,000 víctimas de maras y policías corruptos, según el Observatorio de la Violencia de la UNAH. Coincide con el patrón de Chihuahua: víctimas de municipios marginados y lentitud en identificaciones.
- Siria (2011-actualidad): 150 fosas documentadas por la ONU en zonas de combate, donde la ausencia estatal permite entierros masivos. Aunque difiere en contexto, comparte el elemento de territorios fuera de control gubernamental.
Esta barbarie se distingue por su carácter industrializado: las 59 fosas funcionaban como centros de disposición criminal masiva, sugiriendo infraestructura logística comparable a:
- México (2014): 129 fosas en Guerrero/Iguala con 287 cuerpos, relacionadas con colusión policial-local.
- Irak (2014-2017): 202 fosas con 12,000 cadáveres por ISIS, según la ONU, aunque con motivación religiosa vs. narcocriminal en Chihuahua.
La dimensión gubernamental queda expuesta no solo por omisión, sino por normalización estadística: Chihuahua acumula 38 fosas en 2023 antes de este hallazgo, sin cambios sustanciales en política de seguridad. Esto configura un escenario donde la barbarie deviene rutina operativa del crimen organizado, con reactividad estatal en lugar de prevención.
Con informacion: ELNORTE/
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