Se trata de cinco helicópteros y cuatro aviones de las FAM que habrían sido alcanzados por la artillería criminal durante ese operativo, daños que las aseguradoras estimaron en 23 millones de dólares los daños.
De acuerdo con cuatro “Informes de siniestralidad” de Seguros Inbursa y de Seguros Atlas, obtenidos por EMEEQUIS, entre 2016 y 2023, un total de 94 aeronaves de la Fuerza Aérea fueron siniestradas, 59 de ellas (62.7%) durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Las aseguradoras clasificaron las razones de 24 de los siniestros como “ataque con arma de fuego”, “daños por agresión armada” y “guerra”. De las 24 aeronaves impactadas por ataques armados, 18 ocurrieron en el sexenio de AMLO y seis en el de Enrique Peña Nieto.
En 44 casos no se especifica la causa del siniestro, sino sólo el hecho. Por ejemplo: “se estrelló en una zona montañosa” o “impacto en tierra”.
Los años en que más aeronaves resultaron siniestradas fueron 2017, con 20 accidentes, y 2022, con 16 percances.
SINALOA: 9 AERONAVES MILITARES IMPACTADAS
Al amanecer del miércoles 5 de enero de 2023, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desplegó un operativo para cazar a uno de los mandos principales de la organización criminal conocida como Cártel de Sinaloa, el narcotraficante Ovidio Guzmán López.
Era en realidad un intento de recaptura. Tres años atrás, el 17 de octubre de 2019, Guzmán había sido detenido por primera vez tras un costoso operativo para las autoridades y para la población civil ―19 bloqueos, 14 enfrentamientos urbanos, 16 heridos, ocho soldados capturados y después liberados, 68 vehículos militares impactados por armas de fuego―, a pesar del cual el presidente decidió soltar al criminal porque “estaban en riesgo muchas vidas inocentes”, como lo están, de hecho, de manera constante.
El general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de Defensa Nacional, admitió que la operación había sido un desastre. Por eso la ejecución del plan de recaptura, que a decir Sandoval se basó en “seis meses de trabajos de reconocimiento y vigilancia en el área de influencia”, tenía que ser un éxito táctico.
Al día siguiente de la recaptura, el general Sandoval González relató en la presentación cotidiana de López Obrador que, tras la aprehensión, células criminales que utilizaban ametralladoras calibre 50 intentaron liberar a Guzmán López, “por lo que se hizo necesario apoyar con fuego desde aeronaves para poder garantizar al personal militar su seguridad”. Siete militares resultaron muertos tras el intento de las y nueve resultaron heridos, dijo.
Luego explicó que los grupos delictivos realizaron distintos bloqueos en la ciudad de Culiacán y en sus accesos, y explicó: “Cabe mencionar que las células criminales realizaron disparos con armas de fuego a las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana, así como de líneas comerciales en el aeropuerto internacional federal de Culiacán”.
Y afirmó: “Dos aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana que participaban en estas actividades, tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia, pero debido al alto grado de adiestramiento, pericia y experiencia, de los pilotos y su tripulación, no se presentaron afectaciones en el personal que transportaban, ni en la ciudadanía, a pesar de que habían recibido un número importante de impactos en sus aeronaves”.
Sin embargo, de acuerdo con el Informe de Siniestralidad Acumulada 2016 – 2023, de Seguros Inbursa, suscrito por el representante legal de la firma, Christian Urvicio Torres, el 5 de enero de 2023 no fueron dos sino nueve las aeronaves que en Culiacán presentaron “daños por agresión armada”.
Las unidades impactadas fueron cuatro helicópteros bimotor utilitarios Sikorsky UH60M Black Hawk (matrículas 1068, 1070, 1074 y 1076), un helicóptero bimotor de largo alcance EC-725 Cougar (matrícula 1006); dos aviones birreactor de largo y mediano alcance Boeing 737-800 (matrículas 3526 y 3527), el avión de transporte táctico Casa 295M (matrícula 3205), y el avión T-6C (matrícula 3205).
Las aseguradoras estimaron los daños en 23 millones de dólares para las nueve aeronaves. De modo que tal vez fue para algo más que hojalatería y pintura.
La distribución de las estimaciones fue de la siguiente manera:
Boeing 737-800 (matrícula 3527), 52 mil 873 dólares; Boeing 737-800 (matrícula 3526), 74 mil 363 dólares; Sikorsky UH60M (matrícula 1070), 20 mil dólares; Sikorsky UH60M (1074), 20 mil dólares; Sikorsky UH60M (matrícula 1076), 700 mil dólares; Sikorsky UH60M (matrícula 1068), 3 millones 500 mil dólares; T-6C (matrícula 3205), 100 mil dólares; EC-725 Cougar (matrícula 1006), 300 mil dólares; y Caza 295M (matrícula 3205), 18 millones de dólares.
En total, 22.7 millones de dólares, es decir, alrededor de 386 millones de pesos.
MÁS NAVES FUERA DE COMBATE POR ATAQUES
Además de los ataques sufridos por aeronaves militares durante la cacería de Ovidio Guzmán, el crimen organizado asestó 14 golpes más de diversa intensidad a unidades aéreas castrenses en los últimos ocho años.
Nada menos, el 6 de enero de 2023, un día después del operativo, en Culiacán fue bajada otra aeronave por “ataque con arma de fuego”. A saber cuál habrá sido la envergadura de la unidad alcanzada por los obuses del crimen y la dimensión del daño infringido en esa embestida, pues el reporte de Seguros Inbursa dejó en blanco las características de la unidad y el monto del deducible (siniestro 351,003,226, 580).
En 2022 fueron dos las unidades aéreas militares tiroteadas. El 10 de agosto un helicóptero UH-60M Black Hawk (matrícula), en la Base Aérea N° 5 de Zapopan, Jalisco, de acuerdo con un Informe de siniestralidad de Seguros Atlas correspondiente a ese ejercicio. Tuvo daños parciales.
El día 18 del mismo mes, otro helicóptero, un UH60-L, fue objeto también de “agresión armada” en la Base Aérea N° 17 de Copalar, Chiapas, que también presentó daños parciales.
En 2021, otra aeronave militar presentó siniestro bajo fuego. Un helicóptero UH-60M fue alcanzado por las balas en el municipio michoacano de Tepalcatepec, un reconocido epicentro de violencia por las disputas entre bandas criminales. La unidad presentó daños parciales.
En 2020 no hubo ataques a aeronaves de las FAM que las aseguradoras clasificaran expresamente como ataques.
Pero en 2019 se presentaron cuatro. El 18 de enero un helicóptero Bell 206 (matrícula 1669) fue objeto de “agresión con arma de fuego”; recibió “cinco impactos en costado derecho de aeronave, lesionado cabo Francisco Canseco Santiago, herida pantorrilla derecha”. El ataque ocurrió en Sinaloa, pero Seguros Atlas no precisa el lugar específico.
El 9 de mayo del mismo año ocurrió otro alcance. Otro helicóptero Bell 206 (matrícula 1653) presentó daños “por agresión armada en la ventanilla del pasajero, pasamano de cabina, mientras se realizaba fumigación de plantíos”. El reporte de la aseguradora no precisa el lugar del siniestro ni menciona la entidad federativa en que ocurrió.
El 17 de octubre siguiente, en Culiacán, Sinaloa, un Bell 407 – GX fue alcanzado también por las ráfagas. Seguros Atlas clasifica lacónicamente el siniestro: “Guerra”. Y detalla: “La superioridad ordenó que el helicóptero apoyara en las operaciones relacionadas con el evento, teniendo como resultado una agresión por arma de fuego”. No se especifica matrícula.
También bajo la clasificación de “guerra”, alude a un ataque ocurrido contra un helicóptero UH – 60 M Black Hawk (matrícula 1063) en Villa Unión, Coahuila, el 30 de noviembre. Reseña: “El 30 de noviembre de 2019, durante una misión de apoyo a fuerzas de seguridad en Villa Unión, Coahuila. El helicóptero fue alcanzado por una bala de alta velocidad. El proyectil entró por la ventanilla inferior izquierda de la cabina de pilotos y perforó el panel superior de ruptores de circuito”.
Los informes de Seguros Atlas también registran cinco unidades aéreas de las FAM atacadas durante la administración de Enrique Peña Nieto, todas en 2017. Cuatro ocurrieron en Guerrero: el 12 de marzo contra un Bell 407 (matrícula 1313), en Guerrero, sin más precisión; el 21 del mismo mes la misma unidad fue alcanzada de nuevo por las balas; el 7 y el 11 de mayo dos unidades aérea más de iguales características a la anterior (matrículas 1301 y 1303) también fueron objeto de agresión armada.
Además, el 13 de marzo del mismo año, un ataque armado perpetrado en Santiago Ixcuintla, Oaxaca, impactó en la celda de combustible de un helicóptero Bell 407 (matrícula 1633). No se especifican más datos.
Y el 11 de septiembre, en Guachochi, Chihuahua, el helicóptero Bell 407 (matrícula 1309) recibió impactos de bala en la cabina, en el costado de la ventanilla del pasajero, mientras realizaba fumigación de plantíos.
Fuente.-@estedavid/
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