La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGE) no presentará ningún cargo contra los vecinos de la comunidad de Texcapilla, en el municipio de Texcaltitlán, que se enfrentaron en una batalla campal a La Familia Michoacana el pasado 8 de diciembre. El conflicto armado desembocó en una masacre en la que murieron 14 personas: 10 pertenecientes al grupo criminal y cuatro civiles.
El Ministerio Público considera que los pobladores no tienen responsabilidad penal en la matanza, ya que respondieron en legítima defensa ante las constantes amenazas y extorsiones. Además, el comando abrió fuego primero, ha informado el fiscal general del Estado, José Luis Cervantes Martínez, durante una rueda de prensa en la tarde de este miércoles.
Así lo ha explicado Cervantes Martínez, en uno de esos trabalenguas burocráticos difíciles de entender a los que acostumbran los funcionarios legales: “Debo señalar que cuando la gente del Ministerio Público advierte como consecuencia de sus investigaciones de que no existen elementos para sustentar la responsabilidad de quienes participaron en un hecho con apariencia de delito, tiene la plena facultad para emitir una determinación que se ajuste a esa realidad fáctica y también jurídica. Es por ello que luego del análisis de los hechos que nos ocupan, donde 10 personas del grupo criminal perdieron la vida y otros más resultaron lesionados en un campo deportivo de la comunidad ya señalada, la FGE advierte que se actualiza la legítima defensa como causa de exclusión penal”. Otras siete personas resultaron heridas durante los altercados. Uno de los 10 fallecidos del grupo criminal fue Rigoberto de la Sancha, alias El Payaso, uno de los cabecillas de La Familia Michoacana en la región.
La Fiscalía ha confirmado que otras 14 personas se encuentran desaparecidas desde el enfrentamiento. Entre ellas, cuatro niños de 1, 4, 13 y 14 años. El más mayor de los desaparecidos tiene 67. La policía ha detenido a 10 personas por su participación en el crimen, ocho de ellas presuntos integrantes de La Familia Michoacana. A pesar de la crudeza del enfrentamiento, a tiros, machetazos y palos, el Ministerio Público considera que, después de analizar la situación, los vecinos de Texcapilla no son culpables, ya que actuaron en legítima defensa, desde “una condición de vulnerabilidad”.
“La repulsa a la agresión, cometida en contra de los habitantes del municipio, fue consecuencia de una acción ilegal e ilegítima y sin derecho a ello a manos de un grupo delincuencial. Segundo, la agresión fue real, fue actual e inminente, toda vez que se acreditó que los pobladores y sus familias se encontraban bajo constante amenaza, constituyendo esta el mal inminente que justifica ampliar la defensa, esta se cumplió en defensa de que privaron de la vida precisamente a cuatro pobladores y lesionaron a cinco más”, ha señalado Cervantes Martínez.
Los vecinos de la comunidad se defendieron después de que los miembros de La Familia Michoacana dispararan contra ellos primero con “armas de fuego de grueso calibre”, ha continuado el fiscal. “Otro elemento que se logró acreditar fue precisamente que de no existir por parte de los pobladores la voluntad de proteger sus bienes jurídicos, es altamente probable que los daños hubieran sido aún mayores, toda vez que utilizaban para su protección implementos propios de su actividad local que portaban en ese momento”, ha sostenido Cervantes Martínez.
El fuerte enfrentamiento en los vecinos y La Familia Michoacana tuvo lugar en una cancha de fútbol de arena. Allí, un grupo de agricultores del municipio se había citado con un comando para intentar dialogar sobre la constante extorsión a la que eran sometidos. El grupo criminal pretendía aumentar el cobro de piso, una situación insostenible para los campesinos, que este año recogieron una cosecha peor de la esperada. Durante la reunión, la tensión fue creciendo hasta que los integrantes del cartel empezaron a disparar, desencadenando una batalla campal que fue grabada por varios móviles y acabó en la masacre. Los civiles reaccionaron defendiéndose con machetes, palos, fusiles de caza y las herramientas que tenían a mano.
“Queda actualizada la racionalidad de los medios empleados, debido a que se acreditó que en este evento fueron amenazados y amedrentados por un numeroso grupo delictivo que portaba armas e indumentaria que son propias de las fuerzas de seguridad, aunado a que, de acuerdo a las entrevistas, fueron estos últimos quienes accionaron inicialmente su armamento en contra de la población. Por ello, la FGE ejercita la acción penal precisamente por lo que respecta a los integrantes del grupo criminal que de alguna forma intervinieron en los hechos, sea como autores o partícipes, pudiendo o no haber estado en el lugar de los hechos en el momento de su comisión. Por lo antes expuesto, quedan exentos de toda responsabilidad penal los pobladores de las comunidades pertenecientes al municipio de Texcaltitlán que fueron objetos de la agresión”, ha concluido Cervantes Martínez.
La Familia Michoacana es una de las bestias negras en el mundo criminal de la región. El grupo se ha hecho fuerte en el triángulo entre el Estado de México, Michoacán y Guerrero, una zona minada, asediada por la violencia de los cárteles y la ausencia de una respuesta estatal a la grave crisis de seguridad que asola el territorio. En el mismo municipio de Texcaltitlán, hace poco más de un año, un grave tiroteo causó otra masacre: 11 asesinados, todos presuntos integrantes, también, de La Familia Michoacana. Meses antes, en el municipio cercano de Coatepec Harinas, un comando de sicarios del grupo criminal mató también a 13 policías del Estado de México. También por entonces, otros dos policías ministeriales habían muerto a balazos en la misma Texcaltitlan, en una emboscada que dejó además seis agentes heridos. Esta semana, vendedores de pollo de Toluca, la capital del Estado, denunciaron las agresiones y extorsiones del mismo grupo, que presuntamente ha raptado a cuatro comerciantes, obligando al resto a contratar seguridad privada, en un caso disparado también por el cobro de piso.
Los 14 desaparecidos
1. Keyli Nataly Huicochea Trinidad, 1 año y 6 meses
2. Dilan Tadeo Huicochea Trinidad, 4 años
3. Lucero Huicochea Esquivel, 13 años
4. Edwin Huicochea Esquivel, 14 años
5. Ana Teresa Huicochea Esquivel, 19 años
6. Nataly Guadalupe Huicochea Esquivel, 23 años
7. Javier Balbuena Albarrán, 23 años
8. Germán García González, 25 años
9. Joel Huicochea Arce, 34 años
10. Norma Esquivel Ortiz, 36 años
11. Pablo Esquivel Salcedo, 42 años
12. Urbano Alejandro Ramírez Mercado, 49 años
13. Rodrigo Calixto Ramírez, 64 años
14. J. Trinidad Huicochea Salcedo, 67 años
Fuente.-Alejandro Santos Cid/Diario Español/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: