Un informe interno de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de 136 páginas –originado luego de la Reforma Constitucional del 11 de mayo de 2020– afirma: “…dada la actual coyuntura política y social, la Fuerza Aérea Mexicana debe estar en alerta permanente”. Abunda en que ahora se enfrentará también al narcotráfico desde el aire con drones, helicópteros y aviones para inhibir el trasiego de narcóticos vía aérea.
La nueva estrategia pretende generar inteligencia “oportuna y accionable para minimizar las actividades de Contrainteligencia que pongan en riesgo la Integridad y Seguridad del Espacio Aéreo Nacional”. Además, los militares capturados en combate deberán actuar como “prisioneros de guerra”, agrega.
El documento de siete capítulos fue estructurado para establecer principios, normas y metodología que guíen las actividades de Inteligencia Aérea y Contrainteligencia Aérea. Corresponderá a la Sección Sexta de la Secretaría de la Defensa Nacional, Estado Mayor (S-6 E y DM), Lomas de Sotelo, Ciudad de México, su difusión y extensión al personal castrense.
El catálogo doctrinal será el soporte de las operaciones de Defensa Aérea, Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo, así como de las operaciones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (IVR), a la vez que proporcionarán los conceptos para la producción de Inteligencia en el ámbito aéreo.
Conceptos básicos
Hace énfasis en conceptos como el de contrainteligencia: “1.- Contrainteligencia es el área de Inteligencia que en tiempo de paz o de guerra, tiene como misión el descubrimiento, prevención y la neutralización del espionaje, sabotaje, propaganda, subversión, guerrillas u otras actividades que puedan ser materializadas por la Inteligencia enemiga (externa o interna) y que puedan afectar las propias estructuras.
“2.- Contrainteligencia genérica, ocultar al adversario acciones e intenciones proporcionar seguridad y protección al personal, documentación, material e infraestructura propia y 3.- Contrainteligencia en misión, el cumplimiento de su misión utiliza medidas pasivas, activas que se agrupan en ‘Operaciones de Contrainteligencia’ en territorios específico.”
El nuevo plan identifica como “agencias” y “agentes” de contrainteligencia al Soldado individual, que “es sí mismo, una agencia de contrainteligencia, ya que puede proporcionar información sobre las actividades de inteligencia del enemigo, inclusive la subversión”.
Además, define al Soldado como prisionero de guerra –capturado también por el crimen organizado– como ente que “en lo individual recibe adiestramiento en las técnicas de evasión y escape; para el caso de que sea tomado prisionero o caiga detrás de las líneas enemigas, también recibe adiestramiento para resistir los interrogatorios del enemigo y adherirse a sus derechos como prisionero de guerra, de acuerdo con la Convención de Ginebra”.
Las unidades de las instituciones, “son agencias de contrainteligencia y ellas toman medidas de contrainteligencia para negarle al enemigo el conocimiento de sus actividades, ubicación y despliegue”.
Y, Agencias especializadas, “unidades, tales como las unidades de censura, tienen funciones especializadas de contrainteligencia, debido a la naturaleza de las misiones asignadas. Los organismos de contrainteligencia de la institución, deben contar con personal adiestrado como especialistas y estar disponibles para brindar apoyo de contrainteligencia a todas las operaciones militares”.
El Manual de Inteligencia Aérea precisa que como Principios de Contrainteligencia: el Secreto; restringir y dar seguimiento al número de personas participantes en una operación; Compartimentaje; parcelar la información o el conocimiento de materias clasificadas entre un número de personas o agencias –ante posibles filtraciones–; Especialización: implica conocimientos técnicos especializados; Permanencia, obligación de continuidad en la función.
Dice, además, que la actividad de informar debe ser una obligación de todas las personas. Define, asimismo, la Oportunidad como la entrega de material en tiempo real para desarrollar operaciones; Objetivo: punto claramente definido para actuar en forma acertada; Riesgo calculado, toda operación involucra un riesgo que debe ser considerado y adoptar las medidas de seguridad; Previsión, interdependiente con el principio de oportunidad y acontecimientos esperados, así como Centralización y coordinación, ejercer un control centralizado y operaciones descentralizadas.
Asienta como objetivos y medidas de contrainteligencia: ocultar y negar a la inteligencia adversaria la información militar perseguida por sus órganos de búsqueda; proteger y dar seguridad a nuestros medios materiales y humanos de las acciones del adversario, sea este externo o interno. Descubrir, neutralizar o destruir a los grupos de personas que desarrollan actividades u operaciones, planificadas o no, destinadas a limitar las capacidades de la organización militar, descohesionar a sus integrantes o que sean contrarias al orden interior de la zona jurisdiccional.
De igual forma, recomienda establecer medidas pasivas, aquellas tomadas por una unidad para protegerse del espionaje, sabotaje, guerrilla…; Medidas de engaño, para evitar sorpresas y la exhibición del adversario; imponer Medidas de negación: aquellas que proporcionan seguridad y protección a medios materiales y humanos de las acciones o agentes del enemigo (seguridad militar, seguridad civil, seguridad de aeropuertos y fronteras) y Medidas activas, neutralizar al enemigo en tareas de espionaje, sabotaje, subversión, guerrilla e insurgencia.
El Manual de Inteligencia Aérea asegura que ante las condiciones y el medio físico en el que se desarrolla la actividad aérea, la FAM se podrá comunicar rápidamente en territorios distantes donde pueden surgir; desde ligeros malentendidos hasta diferencias profundas e irreconciliables de tipo internacional generando sendas afectaciones al país, de ahí su importancia en la conformación de estrategias y políticas públicas.
El “Propósito” central de la nueva inteligencia aérea es: “proporcionar elementos fundamentales de Inteligencia aérea al personal de la Fuerza Aérea Mexicana y personal perteneciente a los organismos de inteligencia militar en general respecto a las normas de doctrina de la Inteligencia Aérea”.
Como “Alcance” pretende “generar doctrina de inteligencia aérea de índole eminentemente práctica para personal de la Fuerza Aérea integrante del sistema de inteligencia militar, para que se produzcan los fundamentos doctrinales necesarios de la Inteligencia Aérea (IA), para el éxito de las operaciones aéreas, por medio de la expresión concisa de los conceptos generales de doctrina, metodología y procedimientos en materia de Inteligencia Aérea, en razón de las misiones que le sean encomendadas.
Estructura del texto de Inteligencia
Para dar soporte legal, técnico y científico, el texto doctrinario contiene en el Capítulo I, Marco Jurídico Normativo, la descripción del contenido de las leyes y reglamentos aplicable a la Inteligencia Aérea, y da a conocer el marco normativo nacional e internacional aplicable a las operaciones que se realizan en las instalaciones aeronáuticas y espacio aéreo nacionales.
En el Capítulo II, se establecen las bases generales para la organización de la Inteligencia y Contrainteligencia en la FAM. Expone en forma general la organización del Sistema de Inteligencia Aérea en la Fuerza Aérea Mexicana.
Los conceptos básicos de inteligencia y fundamentos del análisis de inteligencia, asì como el ciclo de la Inteligencia Aérea en la FAM, los tipos de inteligencia y las agencias y fuentes de información, aparecen en el Capítulo III.
El IV, presenta un “Análisis coyuntural”. En este capítulo se describen los fenómenos que impactan la estructura social en el tiempo y que pueden desembocar en cambios importantes, además se describen las herramientas necesarias para su análisis, como las de esquematización, mapeo y diagramas cronológicos.
Ya en el V aparece un análisis prospectivo, donde se describen los procedimientos de la inteligencia aérea en apoyo a las operaciones aéreas y las herramientas para su análisis a efecto de que los mandos en los diversos niveles, los estados mayores y los grupos de comando programen, preparen, realicen y ejecuten dentro de su competencia las operaciones militares.
En los capítulos VI y VII se describen los procedimientos, formatos y técnicas para elaborar la documentación empleada en los trabajos de inteligencia aérea y de los productos de inteligencia que se generan como auxiliares en la toma de decisiones de la superioridad; además, conceptos generales y campos de acción de la contrainteligencia, respectivamente.
Fuente.-Urbano Barrera/CONTRALINEA
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