El dúo político que controla el Partido Acción Nacional (PAN) en Tamaulipas y que coordinó la campaña de Imelda Sanmiguel sufrió el domingo una derrota vergonzosa. Ismael García Cabeza de Vaca y Luis René Cantú le dieron a sus adversarios dentro del panismo -cada vez más numerosos- la última razón para exigir su renuncia inmediata.
Fue el cuarto fracaso electoral consecutivo del cabecismo, que después de la elección del 2016 en la que llegó al poder, sólo ha visto menguar el capital político que los llevó a encabezar la primera alternancia de Tamaulipas.
En 2018, el propio Ismael perdió en las urnas pese a que desde Palacio de gobierno se desplegó una verdadera campaña de Estado para favorecerlo. En 2021 (ya con alias el “Cachorro” como dirigente estatal), Morena les arrebató la mayoría del Congreso y el control de los principales municipios de Tamaulipas, salvo uno que cada día cobra más fuerza en el escenario panista como su último bastión: Tampico.
Un año después, ni la operación más aparatosa y burda que se recuerde en la historia moderna de la entidad les alcanzó para retener la gubernatura de Tamaulipas.
Y lo del domingo fue una humillación. Si se contabilizan los votos por coalición, Morena-PT les ganó por más de 3-1. Si se cuentan por partido, Morena casi cuadruplicó los votos de Acción Nacional.
La permanencia de Cantú como dirigente formal del Comité Directivo Estatal y de los Cabeza de Vaca como estrategas todo poderosos se ha vuelto insostenible, según la opinión de múltiples fuentes del partido. En eso coinciden panistas que por todo el estado se organizan para recuperar el control.
Ayer, Julián Sacramento lo dijo públicamente, y son muchos más los que en los próximos días pedirán de manera formal la renuncia del actual presidente. Lo grave para los actuales líderes del PAN no son sólo los resultados desastrosos de Imelda Sanmiguel.
Los datos que arroja el sistema de fiscalización del Instituto Nacional Electoral han despertado serias sospechas sobre el uso irregular de los recursos que se habían destinado para la campaña de la coalición “Va por México”, y hasta los priístas empiezan a cuestionar el destino del dinero.
De acuerdo al portal oficial del INE, Imelda Sanmiguel fue la candidata que más gastó de los tres competidores: 11, 892,000 pesos contra 10,079,000 pesos de José Ramón Gómez Leal. Pero al mismo tiempo fue, y por mucho, la que menos eventos realizó: apenas 165. El candidato de Morena-PT organizó 251 y Manuel Muñoz Cano, 235, con un gasto de 3,307,000 pesos.
Las estadísticas oficiales del Instituto Electoral confirman la percepción de que por alguna razón, la coalición PAN-PRI-PRD prefirió no hacer campaña a pesar de que se sabían abajo en las encuestas.
El problema es que el gasto millonario sí se efectuó, por lo que el movimiento para echar al “Cachorro” del Comité no se limitará a exigir su dimisión, sino también a que rinda cuentas de los recursos que nunca aparecieron.
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