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domingo, 5 de febrero de 2023

EL "INFILTRADO # 1261": INFORMANTE de la DEA PUSO a DESCUBIERTO que la CLICA de SINALOA en TIEMPOS de DON CHAPO QUISO COMPRAR "MISILES ANTIAEREOS y ANTI-TANQUES"...pero no les pego el tiro.



El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, y a lo largo de los años ha buscado como fortalecerse, resistiendo así los embates de las autoridades y la llegada de nuevos cárteles. En 2009, cuando todavía Joaquín “El Chapo” Guzmán era su líder, intentaron comprar armas de guerra a Estados Unidos.

Sobre este hecho, el diario Milenio tuvo acceso a los expedientes de las investigaciones realizadas por la DEA, en la que se asienta cómo es que mediante el trabajo de un infiltrado, denominado 1261, se descubrió que el cártel solicitaba misiles antiaéreos, bazucas y demás armas de destrucción usadas en conflictos bélicos internacionales.

El agente Thomas Gómez fue quien narró cómo el Día de Acción de Gracias del citado año, recibió constantes llamadas, las cuales interrumpieron su cena, y al responder vio que era 1261 con un reporte inquietante, un hombre identificado como “El Gordo” quería poderosas armas a cambio de metanfetaminas y dinero en efectivo.

El 1261 aseguraba que quien quería negociar era un hombre en apariencia hispano, de cabello y ojos oscuros, quien resultó ser un sinaloense de 26 años, llamado David Díaz Sosa, quien le había enviado ocho correos electrónicos con las especificaciones de las armas que deseaba.

Para no perder la conexión, quedaron en hacer entrega de las armas solicitadas y de esa manera poder arrestar a los implicados y poder saber quién estaba detrás de la solicitud, pero no era sencillo, pues no tenían disponible el arsenal requerido. Al tratar de conseguir las armas el asunto llegó hasta el Departamento de Defensa.



Pasaron los meses tratando de conseguir lo pedido, pero la solicitud aumentó, ya no solo querían 13 misiles tierra-aire Stinger, agregaron un lanzacohetes Bazooka, 40 granadas de 5 milímetros, ametralladoras calibre .30, siete cajas de granadas de mano, un antitanque Dragon Fire, un lanzacohetes antitanque sueco llamado AT4 y un lanzacohetes antitanque LAW de 66 milímetros.


Tras varios periplos, la DEA y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) consiguieron que el Departamento de Estado les prestara un misil Stinger. Sin embargo el Gordo lo rechazó porque estaba empolvado.


Entregas de drogas

No se conseguían las armas, pero el mediador llevó más drogas para que se viera “la buena voluntad”, todas las entregas fueron grabadas, también descubrieron que había otras dos personas trabajando para el Cártel de Sinaloa, una mujer llamada Emilia Palomina, sonorense de 46 años, y Jorge Jesús Castañeda, joven de 22 años del mismo estado.

En las primeras negociaciones los capos dieron a los agentes poco más de dos kilos de metanfetamina y unos 139,000 dólares. Durante estos encuentros, David Sosa confesó que las armas eran para su patrón Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero también para “Ismael” El Mayo Zambada.

La entrega

Fue el 17 de febrero de 2010 cuando los agentes encubiertos de la DEA y la AFT reunieron la mayor cantidad de armas posible y citaron a “El Gordo” y sus cómplices, ellos al ver el poderoso arsenal quedaron sorprendidos y exclamaron: “Estas armas son malas para México”.

Pero no llegaron a dicho país, pues se desarrolló un poderoso operativo y fueron detenidos. Las grabaciones y el testimonio del agente 1261 fueron claves para hundirlos. Daniel Sosa fue sentenciado a 25 años en prisión, podría salir libre en el 2031. Emilia Palomino recibió 10 años y salió de prisión en 2021, lo mismo que José Jorge Castañeda, quien por una reducción de sentencia pudo salir libre el año pasado.

Fuente.-

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