El juez federal estadounidense Brian Cogan, aprobó la solicitud de la fiscalía para un jurado anónimo y parcialmente aislado en el juicio por cargos de narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna, programado para iniciar el próximo 20 de octubre en Nueva York.
Este jueves 7 de julio se realizará una audiencia para abordar las pruebas de sobornos y amenazas contra periodistas y testigos del caso.
La determinación del juez tomó en consideración los argumentos presentados por los fiscales, sobre la necesidad de proteger la “integridad” del juicio ante las acciones que podría emprender el exfuncionario en contra de los testigos y de los miembros del jurado.
Señaló que García Luna fue un facilitador del narcotráfico y de la violencia del cártel de Sinaloa, al proporcionarle información a cambio de dinero. En ese sentido, “no puede negar” el conocimiento de la violencia generalizada del cártel, por lo que es “razonablemente probable” que los miembros del jurado puedan preocuparse por su seguridad si son identificados.
Además, consideró “legítima” la preocupación de los fiscales sobre la posible intimidación y hostigamiento de los testigos, debido a los profundos vínculos del exfuncionario con el gobierno y el cártel de Sinaloa, por lo que señaló que “probablemente tiene la intención y los recursos” para ello. “El salto de intimidación de testigos a acoso o manipulación del jurado no es grande”, apuntó.
El juez Cogan coincidió con los fiscales en que se trata de un caso de gran interés mediático, lo que constituye otra razón para conceder el anonimato al jurado, en aras de que sus nombres no sean revelados públicamente. Por lo tanto, los miembros del jurado contarán con escolta policiaca.
A mediados de junio, la fiscalía estadounidense presentó una moción en la que afirma que cuenta con grabaciones donde consta que García Luna intentó silenciar a un testigo que podría rendir su testimonio en este caso.
“El acusado habló sobre amenazas de violencia y manipulación de los testigos de cargo, y se refirió al menos a un testigo por su nombre. Específicamente, el gobierno busca presentar evidencia de que en el otoño de 2020, (…) deseaba dañar a los testigos en su contra”, aseguró la fiscalía.
Los fiscales señalaron que la conversación tuvo lugar entre el exfuncionario mexicano y otro preso. Además, revelaron que ambos llamaron desde la cárcel a un supuesto agente encubierto de la mafia rusa con el propósito de ejercer violencia contra los testigos.
García Luna, quien fue detenido en diciembre de 2019 en Estados Unidos, está acusado de haber utilizado su poder como funcionario público durante el sexenio de Felipe Calderón, para exportar cocaína en complicidad con el Cártel de Sinaloa, a cambio de haber recibido sobornos multimillonarios.
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