viernes, 18 de octubre de 2019

"ASI de CLARITO": MEXICO TRANSITA del "ESTADO FALLIDO al ESTADO RENDIDO"...un gobierno que negocia la Paz amagado por las armas del crimen es un gobierno rendido.

Un gobierno que decide negociar la paz ante la fuerza de las armas del crimen organizado, es un gobierno que se rinde y capitula al sentirse rebasado y derrotado por la capacidad de violencia de los delincuentes. Pasamos así, con la inédita entrega de un presunto criminal que es devuelto a los grupos armados que exigieron su liberación a balazos y tomando y sitiando la capital de una entidad federativa, de un Estado que parecía fallido, a uno Estado rendido y sometido por la capacidad de fuego y desestabilización del narcotráfico.
Porque al haber entregado este jueves al hijo de Joaquín Guzmán LoeraOvidio Guzmán, con el argumento de “garantizar la paz y la seguridad de la población”, el gobierno del presidente López Obrador y su gabinete de seguridad claudicaron a su obligación y facultad máxima y decidieron ceder el monopolio de la fuerza y la violencia, que les concede la Constitución, a los criminales que pudieron más con el poder de sus balas y su despliegue armamentístico y doblegaron a todas las fuerzas federales y estatales y a su comandante en jefe.
Si la detención de un hijo del Chapo desató tanta violencia por la innegable capacidad de fuego y movilización del Cártel de Sinaloa, el Estado y sus instituciones de seguridad debieron haber enviado todo su poderío para aplastar a los sicarios, que al tomar y sitiar este jueves toda una capital estatal, de uno de los estados más productivos del país, se convirtieron en una fuerza rebelde y sublevada a la que el gobierno debía haber enfrentado, sometido y derrotado con toda su capacidad y fuerza. No haberlo hecho, esgrimiendo que se quería preservar la paz y la seguridad, significa que este gobierno se reconoce impotente y débil para enfrentar una amenaza real a la estabilidad de toda una ciudad y sus habitantes.
Se manda así el peor de los mensajes no sólo a los grupos de crimen organizado y narcotráfico que ya de por sí llevan más de una década desafiando al Estado, sino a todo el mundo: en México el gobierno no puede ni quiere usar legítimamente la fuerza que la ley le concede para garantizar el orden y la prevalencia de la certidumbre y la seguridad de la población. Si eso pudo hacer, en unas horas, el dividido y fragmentado Cártel del Pacífico, que no es hoy el grupo más poderoso y violento del narcotráfico mexicano, ¿qué no podrían hacer otros Cárteles que hoy tienen mucho más poder logístico, de fuego y mayor presencia y control a nivel nacional que los sinaloenses, como por ejemplo el Cártel Jalisco Nueva Generación? Sólo pensarlo asusta y nos hace sentir una gran vulnerabilidad total como país.

Si López Obrador y su fallido gabinete de seguridad ya de plano se rindió y declinó usar la fuerza que legítimamente le concede la Constitución y le otorgaron de manera clara la mayoría de los votantes, entonces tendrá que tener otra estrategia, de combate al dinero, a la narcopolítica o a golpear y confiscar a fondo los bienes patrimoniales del crimen, porque si unos cientos de sicarios, armados eso sí hasta los dientes, pudieron desquiciarle una ciudad como Culiacán en unas cuántas horas, doblegarlo y obligarlo a rendirse y a entregar a un presunto criminal que había sido capturado legalmente, entonces el resto de los mexicanos estamos por nuestra cuenta y en la indefensión total con un Estado rendido. 

Fuente.-Salvador Garcia S./

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