El Ejército mexicano quiere mayor control sobre las mujeres militares que están internas en dos de sus tres prisiones. Busca evitar que las de nuevo ingreso introduzcan en las “cavidades naturales” (sic) de sus cuerpos drogas, armas o cualquier objeto prohibido.
La mejor manera de revisarlas sin atentar contra sus derechos humanos es mediante sistemas “no intrusivos”, con aparatos de rayos X que detecten objetos pegados a sus cuerpos, indica la licitación pública electrónica internacional con la que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) busca adquirir dos sistemas de revisión para las mujeres de nuevo ingreso en las cárceles militares, en donde, en 2018, había solo 12 internas.
Las mujeres militares que purgan alguna condena por delitos del fuero militar constituyen el 2.21 por ciento de los 541 militares varones recluidos en las prisiones del sistema carcelario castrense.
Lo que el ejército quiere es un “sistema de inspección para detección de objetos adheridos en las cavidades naturales (sic) del cuerpo, que haga posible la identificación rápida de objetos prohibidos, como drogas, explosivos, armas metálicas o plásticas, mediante una imagen con un equipo generador de rayos X”.
La medida se aplicará en dos de las tres prisiones militares existentes en el país, en donde el número de reclusas es mínimo si se compara con el de los varones.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018 (DNSP) elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) indica que en el sistema penal militar hay solo 12 mujeres internas, mientras que el número de hombres era de 541 el año pasado.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene un sistema carcelario compuesto por tres prisiones: la primera, ubicada en el Campo Militar Número 1-A, en la I Región Militar, con capacidad para 860 internos varones y 32 internos femeninos; la segunda, localizada en Mazatlán, Sinaloa (costa del Pacífico), en la III Región Militar, con capacidad para 230 hombres y 16 mujeres, y la tercera, la La Mojonera, en el estado de Jalisco (occidente del país), en la V Región Militar, con capacidad para 146 hombres y 16 mujeres.
Solo en las dos primeras hay personal femenino recluido; diez en la del Campo Militar 1-A y dos en la de Mazatlán. La tercera no ha albergado a ninguna mujer militar al menos desde 2016.
La Sedena quiere comprar dos sistemas no intrusivos de revisión para las internas y busca también capacitación especializada en el manejo de estos equipos para evitar inspecciones violatorias a los derechos humanos y para no afectar a mujeres que estén embarazadas.
Los “sistemas no intrusivos” se usarán para revisar a las mujeres que ingresen a prisión como internas, señala la licitación pública electrónica en la que se asegura al inicio que la Sedena cuenta con disponibilidad presupuestaria con cargo presupuesto 2019 para adquirir los aparatos.
Este dato es relevante debido a las políticas de austeridad presupuestaria ordenadas por el gobierno federal y a la nueva medida con la que, al parecer, se le han restado al Ejército y a la Marina recursos por 17 mil 200 millones de pesos (alrededor de 804 millones, 410 mil 704 euros), cantidad dirigida a la recién creada Guardia Nacional y con la que deberá iniciar operaciones a la brevedad.
La Defensa Nacional indica que los licitantes deben tomar en cuenta las dimensiones del lugar en donde se instalarán los sistemas, que deberán adecuarse a espacios de 6 metros de largo y ancho por 3 metros de altura. La póliza de garantía exigida debe tener vigencia mínima de un año, los sistemas de rayos X deben tener como máximo do años de haber sido fabricados y sus manuales de uso deben estar impresos en español.
Además, los licitantes ganadores deben impartir cursos especiales y avanzados para el manejo de los aparatos, especialmente a los operadores y al personal ocupacionalmente expuesto, se indica en la licitación en la que se especifican dos cursos en cada una de las prisiones en las que 24 elementos (12 por prisión) serán capacitados recibiendo un Curso Nivel Operador y otro de Protección Radiológica Nivel Personal Ocupacionalmente Expuesto (POE).
Los cursos para operador deberán tener una duración de ocho horas y comprenden 15 materias, mientas que los cursos de protección radiológica durarán 24 horas y estarán integrados por 13 materias.
Los DNSP elaborados por la CNDH en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto solo muestran datos de población femenil existente en las tres prisiones militares a partir de 2016. En los años anteriores sol se ofrecen cifras globales de la población carcelaria militar sin distingo de género.
El DNSP del 2016 indica que en la prisión del CM 1-A de la Ciudad de México había capacidad para 840 varones y 32 mujeres y que la población recluida era de 386 hombres y solo 2 mujeres.
En la prisión militar de Mazatlán la capacidad instalada era de 238 espacios para varones y 24 para las mujeres, habiendo en ese año 170 hombres recluidos y ninguna mujer interna.
En la prisión militar de La Mojonera, la capacidad era de 716 espacios lugares para militares hombres y 20 para mujeres militares. En 2016 había en esa prisión 77 varones y ninguna mujer militar interna.
En 2017 el DNSP reveló que la prisión militar del CM 1-A contaba ahora con 824 espacios para militares varones y 16 espacios para mujeres. En ese año había 326 hombres pesos y 6 mujeres cumpliendo alguna condena.
En Mazatlán la capacidad era de232 espacios para varones y 16 para las mujeres. La población de internos hombres era de 142 elementos y no hubo mujeres recluidas ese año.
En La Mojonera, Jalisco, había capacidad para 149 hombres y 8 mujeres y la población real era de 65 varones y ninguna mujer presa.
El fallo para conocer a los licitantes ganadores se difundirá el 28 de junio próximo, indica la Sedena.
Fuente.-Jorge Medellín / @JorgeMedellin95
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