Emilio Fernández Romo, mejor conocido como “El Indio”, siempre se caracterizó por ser un hombre violento, dentro y fuera de la pantalla. Este astro del cine nacional, reconocido a nivel internacional, ensombrecía su carrera con los múltiples escándalos que protagonizaba.
Dirigió y actuó en varias películas de la época dorada del cine mexicano, pero gran parte de su fama no la debe a sus dotes histriónicos, sino a su carácter violento, que lo metió en varios líos con la policía.
De hecho, en 1976 estuvo preso por el delito de asesinato… El 29 de mayo de ese año, su fama de matón y arrebatado pasó de la ficción cinematográfica a la realidad: “El Indio” Fernández mató a un campesino.
El cineasta se encontraba en Torreón, buscando locaciones para grabar México Norte (1979), la cual sería realizada un año después, como una nueva versión de Pueblerina (1949).
Foto: Archivo El Universal
Pero durante una animada reunión con un grupo de gitanos que acampaban en la región, Fernández se vio envuelto en un altercado iniciado por tres campesinos que habían llegado al lugar, uno de ellos, Javier Aldecoa Galván.
Este hombre, quien se encontraba borracho y armado con una pistola, con la que lanzaba disparos al aire, increpó a los gitanos, provocando la furia del director de cine mexicano, quien salió en su defensa.
Se armó el alboroto y se escucharon algunos disparos. El campesino Javier Aldecoa cayó al piso con dos disparos en el pecho. La noticia se regó como pólvora.
Con ayuda de sus amigos, Emilio “El Indio” Fernández huyó del lugar del crimen. La policía de Coahuila organizó un operativo para evitar que saliera del estado. Pero el cineasta fue bastante hábil y logró salir hacia la frontera sur del país, donde cruzó hacia Guatemala.
Los diarios decían que había logrado escapar a bordo de su propia camioneta, sin poder ser rastreado por las autoridades, quienes buscaban cerrarle el paso por las carreteras.
Foto: Archivo El Universal
Días más tarde, Emilio Fernández decidió entregarse a las autoridades mexicanas en la ciudad de Guatemala, de donde fue trasladado a nuestro país. En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México lo esperaban decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos.
En sus declaraciones, el director de cine siempre señaló que actuó en defensa propia. Indicó que “alguien” quien le pasó una pistola, le comunicó que Aldecoa iba con la intención de asesinarlo. Las investigaciones siguieron su curso y el 11 de junio, el juez segundo del ramo penal de la ciudad de Torreón, le dictó auto de formal prisión, por lo que fue trasladado a la Cárcel Municipal de Torreón.
A finales de noviembre se le dictó una sentencia de 4 años y 6 meses de reclusión, pero “El Indio” alcanzó el derecho de libertad bajo fianza, por lo que el 10 de diciembre de 1976 quedó en total libertad tras pagar 150 mil pesos.
Dos días después llegó a la Ciudad de México, y aunque varios reporteros llegaron a su casa de Coyoacán, nadie pudo verlo ni hablar con él.
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