Todos los días miles de narices inhalan polvo amargo. Luego de pasar la puerta de entrada, la cocaína visita al cerebro y desde ahí se riegan sus secuelas a todo el cuerpo. Así, de nariz en nariz, de billete en billete y de llave en llave, la cocaína se ha convertido en la segunda droga más popular del país.
Tan sólo en 2016, en México, el 3.5 por ciento de las personas de entre 12 y 65 años esnifaron ‘perico’. A pesar del incremento en su consumo y en su fama, todavía hay mucha desinformación sobre los efectos que genera en el organismo. Algunos recomiendan su uso para ocasiones especiales: bajar la peda, aguantar largas jornadas laborales o rendir más al tener sexo. Otros simplemente lo satanizan.
Consultamos con dos expertos en la materia, el doctor Ricardo Iván Nanni, psiquiatra y adictólogo, director de Investigación y Enseñanza de Centros de Integración Juvenil, y con Gady Zabicky, médico psiquiatra especializado en adicciones, para saber qué es lo que realmente ocurre cuando aspiramos coca.
Te quedas sin nariz por inhalar: cierto
Es una realidad. El uso prolongado de la coca irrita la mucosa nasal y poco a poco destruye el tabique. El consumo continúo afecta tanto esa zona de la nariz que no hay forma de regenerarla; puedes ponerle una placa de titanio para sustituir el cartílago, pero no volverá a ser lo mismo.
Lección: ahórrale para la placa de titanio o bájale al periscope.
Te baja la peda: cierto
Hay una interacción farmacológica entre los compuestos del alcohol y la cocaína que forman una molécula en el metabolismo que se llama cocaetileno. El alcohol es un represor del sistema nervioso, pero su efecto pasa rápido al mezclarlo con coca. Es como una receta mágica para subir y bajar la peda.
Lo peligroso es que como sientes que se te bajó la peda y tienes más control de ti, es probable que bebas más y más, ya que te permite hacerlo toda la noche o incluso durante días, lo cual puede provocarte una congestión alcohólica. En resumen, sí te quita la peda pero pagas una factura muy cara.
Lección: no te chingues unos shots de tequila después de un pasesín.
La mezclan o “cortan”: cierto
Probablemente la cocaína que se vende en la calle no tiene ni un 10 por ciento de coca pura. No es de asombrarse que contenga cristales o sales que afectan tu organismo. Sólo dos países —Colombia y Estados Unidos— tienen la facultad de sintetizar clorhidrato de cocaína de manera legal para fines de investigación, por un convenio internacional de la Organización Mundial de la Salud y la Junta de Fiscalización Internacional de Estupefacientes de la ONU.
Lo más común es que contenga otras sustancias. Es decir, que esté adulterada. Tu dealer no maneja ISO 9000 así que puede ser que tu raya esté combinada con cemento, talco, plaguicida o harina para darle volumen. Por eso cuando llega un paciente que ingirió una alta dosis al os servicios de urgencia, resulta difícil para el personal médico precisar qué sustancia provocó la intoxicación.
Lección: si ya sabes que alguien vende mierda, no le hables sólo porque estás erizo.
Te quita el sueño y el hambre: cierto
Esto se debe a un mecanismo bioquímico que bloquea los receptores de la dopamina, un neurotransmisor que ayuda a la función motriz del cerebro. Esto hace que te sientas alerta y que tu cerebro esté estimulado, por lo que la necesidad de comer y dormir disminuye.
Lección: la dieta del perico es bien dura, mejor ve al nutriólogo o deja de tragar azúcar.
Causa depresión cuando pasa su efecto: falso
Más que un cuadro depresivo, te provoca una depleción —una disminución— de la dopamina. Por lo tanto, te quedas sin energía. Te vuelves apático, quedas tan cansado que puede presentar síntomas depresivos, pero no un cuadro de depresión.
El perico te causa un estado de hiperestimulación, si lo dejas de consumir te vas a ir para abajo. Vas a tener mucho sueño y apetito. Psicológicamente puedes tener una especie de crash depresivo, como si se te acabará la gasolina.
Lección: detecta cuando tu depresión es solo un mal rato y cuando es real.
Sigmund Freud la consumía: cierto
Fue un usuario frecuente de esta sustancia durante una parte importante de su vida, incluso la consumía como afrodisíaco. Le escribía cartas a sus esposa en las que le decía, de forma sexual, lo que le sucedía cuando la ingería. Pero nunca habló de tener un problema con la coca, quizá porque usaba un compuesto muy puro.
Lección: que tu referente de calidad esté cerca del perico de Sigmund.
Hace que te sangre la nariz: cierto
Sobre todo en aquellos que empiezan a consumirla. Como su mucosa nasal aún no se ha engrosado lo suficiente para aguantarla, se rompen los vasos sanguíneos como mecanismo de defensa. Esto provoca una hemorragia llamada epixtasis. Con el tiempo, puede dañar más severamente tus arterias nasales.
Lección: este es un síntoma de que ya te estás mamando.
Te puede dar un paro cardíaco: depende
La taquicardia es común al consumir cocaína, pero un paro cardíaco es difícil que suceda. Se presenta sobre todo en aquellas personas que tienen padecimientos del corazón, aunque siempre depende de la vulnerabilidad de cada individuo.
Los especialistas recomiendan hacer una diferencia entre el consumo, el abuso y la dependencia a la sustancia. Probablemente a las personas que la consumen por primer vez no les vaya a pasar nada, pero las personas con problemas cardíacos deben de estar muy conscientes de que la coca causa una estimulación directa al corazón.
Lección: siempre haz consciente cada pericazo.
Su consumo te pone agresivo: depende
Eso puede presentarse si eres una personas proclive a perder el control de tus impulsos. Si lo eres, el perico lo agudiza. Te provoca intolerancia e irritabilidad, lo que puede convertirse en actos violentos. Pero no ocurre en todas las personas que la consumen.
Es importante saber que cada individuo tiene su propia variabilidad biológica. Por eso, si eres tienes tendencia a la agresividad, la cocaína puede acelerarte y ponerte violento.
Lección: si la estás cagando en tu vida cotidiana, no te metas perico.
Puedes infectarte si la aspiras con un billete: posible
Una vez un amigo me dijo que sólo inhala usando un billete propio y que jamás lo comparte para evitar una infección. En realidad es muy poco probable que una bacteria o un parásito se transmita al compartir un billete enrollado. Aunque no se descarta la posibilidad, la probabilidad de que se contagies una infección con otras personas por esta vía es casi nula.
Lección: date una vuelta: hay parafernalia para esnifar muy bonita.
Provoca ansiedad: cierto
Su uso provoca trastorno de ansiedad y crisis de angustia por el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria. Pero es mucho peor cuando eres dependiente y quieres dejarla: te sentirás muy mal, te vas malhumorar y vas a tener dificultad para relacionarte con otras personas. En todo caso, es importante diferenciar entre los síntomas de ansiedad y el estado de ansiedad por el consumo.
Lección: mide tus reacciones y sensaciones, date cuenta de que muchas están asociadas al consumo.
Duras más teniendo sexo: depende
Es posible que la coca, al estimular tu cerebro, genere mayor irrigación en los órganos sexuales y que tengas más sensibilidad de lo normal en el área genital, por lo que sí puede mejorar tu rendimiento. Pero su abuso puede provocarte poca excitación sexual y después de un tiempo incluso podría causar disfunción eréctil. Es como una fiesta que acaba muy rápido.
Lección: deja para mañana lo que puedes hacer hoy.
Dificulta la eyaculación: cierto
Aunque puede ser un de estimulante sexual —como ya explicamos más arriba—, con el consumo frecuente puede inhibir tu apetito sexual y dificultar la eyaculación. Se bloquean los receptores de serotonina y eso se manifiesta retardando la eyaculación. También puede producirte poca capacidad para sentir un orgasmo o incluso anorgasmia, es decir que no puedas tener orgasmos.
Lección: lo mismo: deja para mañana lo que puedes hacer hoy.
Te desinhibe: cierto
Al ser un estimulante del sistema nervioso central, hace que presentes ese tipo de conductas porque aumenta tu energía, eso puede generar un aumento de tus capacidades para expresarse a nivel verbal y a nivel psicomotor.
La cocaína es, quizás, el psicoestimulante más fuerte que conocemos y puede hacer que personas que tienen dificultad para relacionarse puedan sentir mayor libertad de actuar o hacer cosas que, sin la sustancia, no harían.
Lección: no asocies tus momentos sociales más brillantes al perico, descubre qué es lo que cambia en ti y practica esas actitudes sin periquear.
Te pone paranoico: cierto y falso
Es posible que te sientas paranoico, pero la misma sustancia auto regula la situación: después de unas dos horas pasa ese efecto. Pero hay personas con cierta vulnerabilidad en su organismo en las que se puede presentar un cuadro psicótico secundario.
Lección: si ya te estás metiendo perico, hazlo en un lugar sin preocupaciones.
Hace que tu cara se vea chupada: cierto
De manera general, causa atrofia del tejido muscular a nivel facial. Pero no sólo eso, también en los músculos de los brazos, hombros y espalda. En el rostro, los músculos maseteros (su función es masticar, se ubican en los cachetes) disminuyen y se deterioran físicamente.
Lección: si desea verse más esbelto, visite a un médico, no a un dealer.
Sería menos peligrosa si se legalizara: cierto
El crimen organizado marca la pauta de lo que se vende. Es un mercado negro en el que se decide la calidad, la cantidad y a qué personas se les ofrece. La prohibición nos impide investigar sustancias ilegales, pero “tendríamos un nivel de daño distinto a la salud pública si usáramos sustancias controladas. Si la cocaína estuviera regulada, podría ser de mejor calidad y probablemente no reduciríamos el número de consumidores, pero sí disminuiríamos los daños a la salud”, según Gady Zabicky, uno de los especialistas que consultamos.
Lección: quizás antes de morir nos toque ver que el perico sea legal, para allá va el asunto.
- fuente.-
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