Una enorme nube gris presagiaba la noche triste que vivirían miles de seguidores a la jaiba brava del Tampico- Madero, equipo que con una actitud tibia y timorata apenas empató a cero goles en el juego de campeonato de la Liga Premier de la Segunda División del futbol contra los Potros de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Al término del cotejo se dio tremendo zafarrancho con saldo de 40 personas lesionadas y unos 10 detenidos.
Niños de todas las edades, mujeres y padres de familia corrían espantados en las gradas del estadio Tamaulipas, algunos alcanzaron a refugiarse en el terreno de juego, mientras que otros aficionados tanto del equipo rival como del conjunto de casa y personal de seguridad eran vapuleados por pseudoaficionados que fueron señalados como integrantes de la porra “Terroraizer” integrada por muchos seguidores al futbol, mujeres e incluso niños, sin embargo entre ellos se esconden otros “hombrecitos” que con máscaras negras y paliacates se cubren el rostro para hacer sus destrozos y conflictos que terminan por opacar el esfuerzo de la directiva y los otros miles de seguidores a la jaiba.
En el terreno de juego, los jugadores dejaron mucho a desear, su desempeño no fue el mejor pero su tibio comportamiento ya se veía venir, indiscutiblemente desde allí se generó todo sin culparlos de lleno por lo que sucedió en el graderío del coloso de la colonia Unidad Nacional, de donde los sujetos enmascarados tras el silbatazo final, se echaron a correr rumbo a la zona de palcos para agredir a los pocos seguidores del Estado de México que hicieron el viaje para apoyar a su equipo que fue superior en todo momento.
Ante un carente y disminuido operativo de seguridad los rijosos aficionados, lograron alcanzar y agredir a los mexiquenses, provocando que más de uno quedara inconsciente y entre el alboroto uno de los agredidos no supo en donde quedo su hijo de 13 años que lo acompañaba, esos pocos seguidores al Tampico- Madero, todavía se dieron la osadía de reventar el parabrisas de la Ambulancia San Luis, donde estaban siendo atendidos los aficionados al conjunto de Potros.
Mientras la unidad número 7 de socorros, era rodeada por los integrantes de la Terroraizer quienes querían bajar al lesionado, en el graderío se suscitaban otras agresiones tanto a aficionados del Tampico, como al personal de seguridad que contrató la directiva local, en uno de los palcos del estadio Tamaulipas, un elemento fue brutalmente agredido a puñetazos, patadas, con palos y sillas de madera (que por cierto, nadie se explica cómo fue que ingresaron esos artefactos al inmueble), sobre los generales y el estado de salud de este elemento no se informó nada, tal vez porque ni la directiva o los de seguridad no se percataron de lo sucedido o acaso hicieron como el tío lolo.
La gravedad del zafarrancho que puso en riesgo a los casi 20 mil aficionados, obligó que la Policía Estatal Acreditable (PEA) y la Gendarmería Nacional, ingresar al estadio para tomar el control, pero aunque parecería que fue demasiado tarde, lograron impedir que el resultado de la gresca cobrara la vida de algún ciudadano.
Para fortuna de todos en esta ocasión el estadio Tamaulipas no se llenó como en cotejos anteriores y tampoco se dio el sobrecupo habitual de los últimos partidos pues los aficionados hasta deben sentarse en las escalinatas del graderío para presenciar el espectáculo deportivo y familiar que en esta ocasión quedo empañado por esos inadaptados.
El Tampico, no quedó campeón y ojalá lo que sucedió no desanime a los empresarios deportivos que semanas anteriores confirmaron que el Tampico- Madero, será de Liga de Ascenso, fuera cual fuera el resultado de este domingo.
Fuente: davidcastellanost@hotmail.com
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