[ Primera parte ]
El primer diagnóstico nacional de sueldos y prestaciones para los policías del país revela que entre sueldo bruto y prestaciones, los uniformados de estados y municipios, incluidos los lugares críticos por la presencia de crimen organizado, ganan entre 10 mil y 15 mil pesos mensuales.
Este trabajo oficial, que surge como cumplimiento a un acuerdo tomado entre el presidente Peña Nieto y los gobernadores, servirá para calcular el presupuesto que se requiere para “dignificar” la labor policial.
El primer panorama es desolador: en la base de las policías, el uniformado de calle con menor grado debe vivir con 10 mil pesos en promedio, en los que ya se cuenta no sólo el sueldo bruto, sino vales, compensaciones en metálico y otras prestaciones adicionales.
De otros derechos laborales como los préstamos, seguros de vida o educación para los hijos, los municipales que pueden aspirar a ellos son los que trabajan para los municipios que reciben dineros extraordinarios de la Federación a través de subsidios, específicamente el denominado Subsemun.
La excepción: los jefes policiales, quienes muchas veces tienen grados en la escala de mando que no se justifica por el reducido número de elementos que dirigen.
EL DIAGNÓSTICO.
En el Acuerdo 03/XXXVII/2014 del Consejo Nacional de Seguridad Pública, suscrito por el presidente Peña Nieto y todos los gobernadores, se ordenó realizar un “diagnóstico detallado sobre los sueldos y el catálogo de prestaciones que actualmente reciben las policías municipales y estatales”.
En el Acuerdo 03/XXXVII/2014 del Consejo Nacional de Seguridad Pública, suscrito por el presidente Peña Nieto y todos los gobernadores, se ordenó realizar un “diagnóstico detallado sobre los sueldos y el catálogo de prestaciones que actualmente reciben las policías municipales y estatales”.
Casi un año después –y después de apoyarse en un contrato con la empresa SIAT Ingeniería de Negocios, por un millón 589 mil 200 pesos, impuesto incluido–, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha comenzado a mostrar los resultados de este trabajo a diversas organizaciones civiles. Inicialmente reservado “por motivos de seguridad pública”, el estudio comenzó a hacerse público por diferentes medios.
El trabajo generó estimados nacionales a partir de una muestra que incluyó a las 32 entidades del país y a 500 municipios, 264 de éstos beneficiarios del Subsemun, el subsidio federal referido previamente, y 236 sin ningún subsidio federal en materia de seguridad pública. Lo analizado fueron los salarios mensuales brutos y las prestaciones de cada uno de los diferentes niveles de la estructura policial nacional.
Crónica obtuvo una copia de la documentación. En ésta aún no se incluye la propuesta final de salarios y prestaciones que presentará el Secretariado Ejecutivo en el Consejo Nacional.
También está pendiente el análisis del impacto presupuestal que esto representará para el erario.
La propuesta que haga el Secretariado deberá incluir a todos los policías, sobre todo ahora que se impulsa la idea del mando unificado, y los sueldos y prestaciones tendrían que crear lo que el propio Secretariado denomina “un proyecto de vida digno” para los policías del país.
Los POCOS JEFES COMANCHE Y LOS MUCHOS APACHES DE A PIE.
Las condiciones laborales más favorables, de conformidad al diagnóstico del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, están disponibles sólo para los jefes; es decir, exclusivamente los mandos, quienes además tienen grados irreales ya que se les asigna el grado de comisario o inspector de policía cuando, en realidad, ni siquiera tienen un número de elementos suficiente para que ese nivel de mando (y el sueldo) se vea justificado.
Las condiciones laborales más favorables, de conformidad al diagnóstico del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, están disponibles sólo para los jefes; es decir, exclusivamente los mandos, quienes además tienen grados irreales ya que se les asigna el grado de comisario o inspector de policía cuando, en realidad, ni siquiera tienen un número de elementos suficiente para que ese nivel de mando (y el sueldo) se vea justificado.
Los jefes reportados en el diagnóstico incluyen 395 comisarios (grado máximo en la jerarquía policial, adaptación de esquemas militares para operar el Sistema Nacional de Seguridad Pública). Un comisario debería, en teoría, dirigir una división completa de policías que puede incluir hasta 9 mil elementos.
Pero esto es poco factible en corporaciones que muchas veces no llegan a ese número de elementos en el caso de las policías municipales y sólo algunas veces entre los estatales.
Para dar una idea de este desajuste, en la Policía Federal las divisiones llegan a los 7 mil elementos, es decir, se quedan por debajo de los 9 mil elementos que en teoría deberían incluir.
En realidad, el cargo de comisario se ha asignado sin que vaya aparejado del caudal de subordinados. Ser comisario representa, en promedio, ingresos por 50 mil pesos mensuales, en tanto que un grado de inspector, el grado que por número de elementos iría más acorde a muchos mandos del país, se quedaría en 29 mil pesos promedio.
La tropa operativa (escala básica dentro del esquema laboral de las policías), la que sale a calle, representa el 96 por ciento y allí están los uniformados que trabajan con sueldos promedios que no llegan a los 15 mil pesos.
Entre ellos hay quien tiene la tarea de coordinar a tres o cuatro de sus compañeros en labores de vigilancia o en operativos. Un policía primero, equivalente a un sargento con capacidad para comandar una escuadrilla de 4 uniformados, gana en promedio esos 15 mil pesos si se suma el sueldo bruto, la compensación garantizada (dinero que no impactará, por ejemplo, en su jubilación), así como otras prestaciones. Para ser policía primero se debió ser promovido, es decir, generalmente se pasó por los rangos previos.
Los policías segundos y terceros, así como el policía a secas, tiene salarios que van descendiendo hasta llegar al policía sin grado que puede aspirar a ganar 10 mil pesos en promedio; 79 por ciento de los uniformados del país están en los dos escalones más bajos de la cadena de mando, según el multicitado diagnóstico.
En el estado de Michoacán, según el estudio, la mitad de los ingresos está en compensaciones y no en el salario oficial. Otro tanto pasa en la Ciudad de México, en Tamaulipas e Hidalgo.
El diagnóstico detectó adicionalmente que 1 de cada 3 policías municipales sin subsidio federal está trabajando sin seguridad social, 4 de cada 5 sin fondo de retiro ni fondo para vivienda.
Si bien la situación es mejor en el caso de los policías en los que se reparte el Subsemun, uno de cada cinco no tiene fondo de retiro ni fondo para obtener una vivienda. En materia de seguros de vida, quienes lo tienen son la excepción.
Entre las recomendaciones que ya se leen en el diagnóstico oficial, se señala la necesidad de reestructurar la organización para beneficiar económicamente al grueso de la tropa y que los grados de mando reflejen realmente un nivel de responsabilidades.
En resumen, lo recomendado es que haya menos jefes y mejor trato al policía de a pie.
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