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viernes, 27 de mayo de 2016

ELECCIONES 2016: "EFECTO BRONCO se DILUYE" de "ENCANTO a DECEPCION"...en Tamaulipas el "independiente" paso a "dependiente".


El ‘Efecto Bronco’ se diluyó y las elecciones del 5 de junio significarán un fracaso para los candidatos independientes. En cambio Morena se perfila para desplazar al PRD como tercera fuerza política.


Aunque iniciaron con gran expectativa en el proceso electoral, todo parece indicar que los candidatos independientes serán la gran decepción en la elección del 2016.


Ninguno de los 10 candidatos que compiten sin partido en esta elección parece haber tenido un efecto en sus estados.



Lejos quedaron aquellas imágenes de las multitudes que acudían a apoyar a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien arrancó la gubernatura de Nuevo León a los partidos políticos.



En las elecciones de este año, todo parece indicar que el “efecto Bronco” no podrá repetirse.



En su Cuarto Reporte Electoral, la consultora Integralia destacó que ninguno de los candidatos independientes logrará el triunfo en las urnas, este 5 de junio.



Es José Luis “Chacho” Barraza, en Chihuahua, quien tiene el mayor porcentaje de intención de voto, pero apenas es del 13 por ciento.



En Zacatecas, Alma Ollervides tiene apenas el 1 por ciento de intención de voto.



El fracaso de las candidaturas independientes demuestra que la simple posibilidad de que sean postulados ciudadanos sin partido no garantiza que los votantes los apoyen.



El fenómeno de la elección de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, fue excepcional por las condiciones que se dieron en Nuevo León y que no se repiten en otros estados del país; al menos, no en el 2016.



Sin ‘punch’ electoral



Con el nacimiento de lascandidaturas independientes, desde el 2015 decenas de ciudadanos expresaron su intención de participar en los procesos políticos del país.



Para el proceso electoral de este 2016, en todos los estados hubo solicitudes para poder competir en la elección.



Las intenciones estaban para todos los cargos públicos: alcaldías, diputaciones locales o gubernaturas.



Cada entidad puso sus reglas. Los requisitos para ser candidato independiente variaban, pero el más importante fue la cantidad de apoyo ciudadano que debían lograr.



Solo quienes llevaron las firmas suficientes ante la autoridad electoral pudieron obtener su registro para participar.



El número de candidatos independientes inscritos entre el 2015 y el 2016 se duplicó.



Mientras que el año pasado hubo solo tres independientes que buscaron la gubernatura, este año fueron 10; en 2015, hubo 51 candidatos a diputados locales y ahora hay 73; en el caso de los Ayuntamientos, fueron 77 y hoy día son 200 candidatos en las entidades.



El crecimiento total fue del 116 por ciento; pasó de 131 candidatos independientes a 283.

Vino entonces otro reto: el mínimo financiamiento público y de acceso a la promoción oficial, que dejaron a los candidatos en una posición de indefensión frente a los abanderados de los partidos políticos.


Aun así, los candidatos hicieron campaña y se han mantenido en la contienda, salvo uno, José Francisco Chavira, quien ya declinó a favor del panista Francisco García Cabeza de Vaca, en Tamaulipas.



Hoy, los nueve candidatos independientes restantes continúan en la labor de convencimiento con los ciudadanos, aunque sus probabilidades de éxito son escasas.



La consultora Integralia señala que son mínimas las intenciones de voto que hay por los independientes.



El más adelantado es José Luis “Chacho” Barraza, en Chihuahua, quien tendría un 13.4 por ciento de la intención del voto en su estado.



“Chacho” Barraza y Javier Corral, candidato del PAN a la gubernatura, han hecho declaraciones respecto a la posibilidad de que uno de los dos decline a favor del otro, lo que les daría más posibilidades de vencer al candidato del PRI, Enrique Serrano.



En segundo lugar se encuentran los independientes Ana Teresa Aranda, por Puebla; y Gabriel Arellano Espinosa, por Aguascalientes. Ambos, con apenas un 5 por ciento de la intención de voto en sus entidades.



Les sigue Juan Bueno Torio, candidato ciudadano al gobierno de Veracruz, con 3.3 por ciento.



En ese mismo porcentaje se encontraba José Francisco Chavira, de Tamaulipas, quien ya se unió a la campaña de Acción Nacional.



En Zacatecas, el independiente Rogelio Soto Acuña tiene el 3 por ciento de la intención de voto. Después está Francisco Frías Castro, en Sinaloa, con el 2 por ciento.

Jacob Hernández Corona, en Tlaxcala, podría tener solo el 1.6 por ciento de la preferencia electoral.


En último lugar se encuentra Alma Rosa Ollervides, la otra candidata independiente a la gubernatura de Zacatecas, quien alcanzaría apenas el 1 por ciento de los votos en esa entidad.



Estas cifras no se comparan con el 48.8 por ciento de los votos que “El Bronco” logró en Nuevo León, el año pasado, que le dieron un triunfo arrasador sobre los partidos políticos.



En esa elección, el PRI, con su candidata Ivonne Álvarez, obtuvo el 23.8 por ciento de los votos; y el PAN, con Felipe Cantú, consiguió el 22.3 por ciento.



“El Bronco” les ganó dos a uno. Ese fenómeno quizá no vuelva a verse en el futuro cercano.



¿Qué falló?



Con el fracaso de los candidatos independientes en esta elección hay algo claro: el hecho de que se postulen ciudadanos sin partido, no garantiza que los votantes los apoyen en las urnas.



Para Integralia, hay varias explicaciones sobre el fracaso de los candidatos independientes.



Por un lado, el hartazgo hacia los partidos no es suficiente para que el electorado voltee a ver a las opciones ciudadanas.



En el caso de “El Bronco”, por ejemplo, se conjuntó el hartazgo por los políticos tradicionales y un candidato que llamaba la atención.

“El fenómeno ‘El Bronco’ no es exportable salvo que se cumplan dos requisitos: condiciones análogas a las que había en Nuevo León (malestar ciudadano, conectividad, sociedad civil organizada) y que los candidatos tengan cualidades atractivas frente al electorado”, sostiene la consultora.


Jaime Rodríguez ganó fama cuando era alcalde del municipio de García, Nuevo León, y enfrentó a los grupos del crimen organizado. Incluso, sobrevivió a dos atentados.



Cuando el PRI le negó la candidatura al gobierno estatal, “El Bronco” decidió renunciar al partido y conformar su movimiento independiente.



Su fama, las redes sociales y el hartazgo de los ciudadanos hacia la clase política, consiguieron lo inimaginable: “El Bronco” logró la primer gubernatura independiente en la historia del país.



Esa combinación no se ha logrado con ninguno de los candidatos ciudadanos que ahora hacen campaña. Ninguno tiene la fama social de Rodríguez ni tuvo su manejo de redes sociales. El único factor que tienen en común es el hartazgo hacia la clase política; esa sí está presente en todas las entidades.



Algunos de los independientes que compiten en este 2016, como Alma Rosa Ollervides, en Zacatecas, o Gabriel Arellano, en Aguascalientes, tuvieron el apoyo público de “El Bronco”.



Pero eso tampoco les ayudó  con sus aspiraciones.



Integralia cita como segundo factor de un fiasco de los independientes el hecho de que, en algunos casos, los candidatos de los partidos han tomado un discurso “rebelde” contra el gobierno y los políticos.



Sucede así, por ejemplo, en Chihuahua, donde el panista Javier Corral ha tenido un discurso agresivo que ha dejado el de “Chacho” Barraza en un segundo plano.



Otro ejemplo es Zacatecas, donde David Monreal Ávila, candidato de Morena, hace mella en sus discursos contra “la mafia del poder” y eso quita espacio a la propuesta de los independientes.



Para Integralia, un tercer factor que pudo influir en que los candidatos independientes no brillaran es que algunos de ellos son promovidos por los partidos políticos o gobiernos de los estados solo con la intención de dividir los votos de la oposición.



La consultora indica que un cuarto factor que pudo influir es la apertura en el acceso a los candidatos.



“La reducción de las barreras de entrada propiciadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación facilitaron que muchos aspirantes cumplieran los requisitos sin contar con la plataforma, los recursos o el talento”, sostiene Integralia.



Con tal de garantizar los derechos de los ciudadanos a la participación, el Tribunal dio marcha atrás en algunas medidas que los congresos estatales habían impuesto para poder acceder a una candidatura ciudadana.



Por ejemplo, el Tribunal determinó en algunos casos reducir el número de firmas necesarias; o quitar el requisito de no haber militado en un partido político durante dos o tres años.



Esto relajó los requisitos de entrada y permitió que el acceso a los candidatos fuera menos selectivo. Para Integralia, esto bajó el nivel de competitividad de los participantes.

Fuente.-

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