El caso del 19 Regimiento de Caballería Motorizada se puso al
rojo vivo a lo largo de la primera semana de mayo.La secretaría de la Defensa
Nacional tuvo que salir al paso de la denuncia de madres de familia, novias y
esposas de los militares que pertenecen a esta unidad, quienes denunciaron su
retención ilegal y traslado al centro de adiestramiento de Aldama, Tamaulipas.
Tras la movilización y denuncia inicial, vino el mutis de los quejosos, que a
decir de varias fuentes, se debió a las amenazas que empezaron a surgir tras el
escándalo generado por la “purga” en el cuartel de Reynosa.
Eran dos jóvenes que habían acudido en los últimos
días del mes de abril, a dejar sus papeles a las instalaciones del 19
Regimiento de Caballería Motorizado en Reynosa, Tamaulipas. Su visita era parte
de los trámites que realizaban para darse de alta como soldados. Ambos civiles,
de acuerdo a tres fuentes diferentes consultadas en aquella entidad, fueron
retenidos por la Policía Militar Ministerial en el cuartel, aun sin que se
aprobara su alta como soldados, y se los llevaron junto con los integrantes de
ésta unidad que está bajo investigación por presuntos nexos con el Cártel del
Golfo.
Esta versión dada
por familiares de los detenidos, no pudo ser corroborada de manera oficial, ya
que en la oficina de Comunicación Social de la secretaría de la Defensa Nacional,
no hubo respuesta a la petición sobre lo que ocurrió con los integrantes del
regimiento de Reynosa en los últimos días de abril y los primeros de este
mes.
El pasado
miércoles 4 de mayo 150 efectivos más del 19 Regimiento de Caballería, fueron
trasladados al centro regional de adiestramiento “Nuevo Amanecer” en el
municipio tamaulipeco de Aldama. Este grupo se sumó a los 420 militares que el
último fin de semana de abril, llegaron a esta base supuestamente para recibir
adiestramiento.
Las denuncias de
sus familiares, quienes se manifestaron el sábado 30 de abril, alertaron a
organismos defensores de derechos humanos sobre lo que ocurría con los
integrantes del regimiento pero se reservaron a intervenir. Esto generó una
respuesta oficial donde se les aseguró que no estaban retenidos. Su
acuartelamiento y traslado a Aldama, se les informó, se debió a unos cursos en
derechos humanos que se les impartirían.
A lo largo de la
primera semana de mayo, diversos medios retomaron la información de los dos
textos publicados por este blog, lo que generó expectación sobre el destino de los
militares. Otros familiares de los soldados comenzaron a ser buscados para que
contaran su versión de lo que pasaba en el cuartel de Reynosa. El día 4 en un
programa de radio en cadena nacional, que emite desde la ciudad de México, una
de las esposas de los detenidos informó que a los integrantes del regimiento no
se les había dicho por qué estaban ahí, y en repetidas ocasiones habían sido
sometidos a la prueba del polígrafo. En la barra que conduce Denise Maerker, la
entrevistada señaló que nueve mandos medios del regimiento habían sido
trasladados ese miércoles a la Ciudad de México para ser sometidos a otras
“pruebas”.
La “purga” en el
19 Regimiento de Caballería se originó a raíz del hallazgo de información que
presumiblemente vinculó a varios integrantes con el narco. La versión que se
conoció por diversas fuentes, fue que en uno de los choques armados registrados
en Reynosa entre pistoleros del Cártel del Golfo y marinos, durante la tercera
semana de abril, se habría encontrado una supuesta nómina de militares
pertenecientes a ésta unidad al servicio del jefe del CDG en esta ciudad, un
individuo identificado como Juan Manuel Loza Salinas, apodado “Comandante
Toro”.
La secretaría de
la Defensa Nacional no había fijado una posición oficial hasta el viernes 6 de
mayo sobre si el 19 de Caballería estaba bajo investigación judicial. Solo se
conoció en voz de las esposas de algunos de los militares, que mandos de la
octava zona militar, con sede en Reynosa, les habían dicho que éstos no estaban
detenidos ni incomunicados, solo habían sido llevados a Aldama para recibir
adiestramiento.
Amenazas y promesas
En redes sociales
circularon fotos la semana pasada de los soldados del 19 Regimiento mientras
están sentados a las afueras de un cuartel, aparentemente en Aldama,
Tamaulipas. A lo lejos se apreciaba a unas personas que les daban una charla.
Según familiares de los militares, son “pláticas de derechos humanos”, charlas
que ya habían recibido tiempo atrás.
A partir del
jueves 5 de mayo las señoras que realizaron la protesta, dejaron de mandar
mensajes y comunicarse con los medios de comunicación. De acuerdo a fuentes
militares, las mujeres habrían sido amenazadas para que dejaran de hacer declaraciones
a la prensa, o de lo contrario sus maridos pagarían las consecuencias.
Las mismas fuentes
señalaron que los policías militares ministeriales estuvieron interrogando a la
tropa del 19 Regimiento. Les ofrecían cambio de adscripción a donde deseen,
ascensos, buscaban convencerlos para que firmaran acusaciones en contra de sus
jefes que fueron trasladados a México, aseguraron éstas fuentes que pidieron no
ser citados por nombre ni rango.
El caso del 19
Regimiento quedó documentado en fotos y videos en redes sociales, en el momento
en que vehículos de transporte de tropas se los llevaban escoltados por
camionetas artilladas. Mientras el jefe del Estado Mayor de la octava zona
militar, el general brigadier Saúl Luna Jaimes, aseguró a los familiares que no
había nada irregular pues se trataba de un procedimiento normal cuando se envía
a una unidad a adiestramiento.
A la difícil
situación que vive la población de esta ciudad fronteriza, ante el terror y
control territorial impuesto desde hace tiempo por los testaferros del CDG, se
le sumó la purga militar en el 19 Regimiento, el cual según fuentes militares,
fue sustituido en sus tareas en Reynosa por el 55 batallón de infantería que
llegó desde la ciudad de México.
El 19 Regimiento
llegó a Reynosa en 2014 proveniente de su base en Tenancingo, Estado de México.
Familiares de soldados de esta unidad, ante lo ocurrido, regresaron a tierras
mexiquenses de donde son oriundos. Su intención era exigir a la Defensa una
explicación sobre lo ocurrido. Ante las amenazas, prefirieron no emitir ningún
comentario.
Fuente.-Juan Veledíaz
@velediaz424
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