Las "Redes de la TUTA'...

                           Foto.- La "Tuta" y el empresario "Tito Fernandez".

• La Marina, el Ejército y los policías genuinos, que andan tras Servando Gómez con todos los riesgos que esto conlleva, van un paso atrás porque los templarios, vestidos de policías, tienen a la La Tuta al tanto de cualquier movimiento. El gobierno tiene al enemigo adentro y de alguna u otra forma lo sabe o lo tendría que saber.

Mexico D.F 09/Sep/2014  ¿Por qué razón el gobierno se ve impotente para detener a Servando Gómez La Tuta? La idea de que la videoteca del líder del todavía vigente cártel de Los Caballeros Templarios es tan amplia como para evidenciar a más funcionarios, tanto de nivel medio como superior, no parece ser lo suficientemente sólida

Tarde que temprano se tendrán que conocer los videos y quienes están en ellos tendrán que responder por sus interpretaciones. Suponemos que a estas alturas el gobierno mismo ya debiera saber quiénes están y quiénes podrían estar. Si no ha hecho esta fundamental tarea menos posibilidades tendrá de detener a La Tuta.

El gobierno está perdiendo la oportunidad y sobre todo el momento. Dejar para más adelante la detención del personaje, que se ha convertido en la cara de la complicidad y la corrupción generalizada en el estado, es permitirle que se siga fortaleciendo y que sus redes se sigan extendiendo o que, al menos las actuales, permanezcan intocadas.

En el proceso de integración de las autodefensas en policías rurales muchos templarios se colaron. Si bien se estaba bajo la lógica de la urgencia de institucionalizar una situación cada vez más riesgosa, y ante el riesgo de una capacidad de maniobra menor, se perdió de vista el tamaño de las consecuencias.

Es muy probable que la no detención de La Tuta no tenga que ver con la voluntad del gobierno o la muy conocida y atemorizante videoteca del personaje. Quizá todo esté en la lógica de que algunos hoy policías, ex autodefensas, sigan siendo templarios y ahora tengan dos interesadas cachuchas.

La Marina, el Ejército y los policías genuinos, que andan tras Servando Gómez con todos los riesgos que esto conlleva, van un paso atrás porque los templarios, vestidos de policías, tienen a la La Tuta al tanto de cualquier movimiento. El gobierno tiene al enemigo adentro y de alguna u otra forma lo sabe o lo tendría que saber.

Los días por venir son clave. El comisionado quizá está por terminar su ciclo y la importancia de que con su fuerza, proveniente en línea directa de Los Pinos, actúe contra La Tuta es un asunto imperioso y obligatorio. Hacerlo significa frenar la posibilidad latente de que los templarios se reorganicen, y sobre todo es dar el golpe en el momento oportuno. La Tuta no puede seguir teniendo en vilo al Estado, de no ser que éste se haga su cómplice.

El enemigo sigue adentro y se tiene que volver a empezar en algunas áreas para evitar que la historia siga igual y que los informantes anden vestidos de policías y además bien armados; se está acabando el tiempo y la paciencia.