Egidio Torre Cantú, cuyo hermano fue asesinado por uno de los cárteles en la entidad en su campaña rumbo a la gubernatura de Tamaulipas, tuvo en su Quinto Informe un invitado especial: a Eugenio Hernández, ex Gobernador de esa entidad y buscado por autoridades de EU. Días antes, el mandatario que, se dice, tiene el síndrome de avestruz porque ante cualquier problema esconde la cabeza, inauguró una calle con el nombre de un legendario capo. Todo, mientras Tamaulipas vive una violencia constante.
Tamaulipas, entidad gobernada por el priista Egidio Torre Cantú desde el 1 de enero de 2011, se ha convertido en un campo de guerra: incendios, bloqueos, balaceras, heridos y muertos se reportan a diario en distintos puntos. Es también el único estado de la República donde dos de sus ex gobernadores son investigados en Estados Unidos por lavado de dinero producto del narcotráfico. Pero al parecer, convivir con figuras ligadas al narco no es gran cosa para el Gobernador, incluso, él mismo fue señalado de ser financiado con “dinero sucio” cuando estaba en campaña.
El pasado 18 de noviembre, el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores, buscado por las autoridades de Estados Unidos, fue uno de sus invitados especiales en su Quinto Informe de Gobierno.
Eugenio Hernández ocupó el cargo de Gobernador de 2005 a 2010, en mayo de 2015 fue acusado de conspirar para lavar instrumentos monetarios y de ayudar e instigar el funcionamiento de operaciones de dinero sin licencia.
Ni la orden de captura que pesa sobre Hernández Flores, ni el anuncio difundido el pasado 19 de junio por el Buró Federal de Investigación norteamericano (FBI, por sus siglas en inglés), que busca asegurarle 30 millones de dólares y cuatro propiedades, fueron obstáculo para que Torre Cantú le extendiera la invitación a su Informe, lo sentara en primera fila y le agradeciera en público por su presencia. Al contrario.
“Aprecio mucho que me acompañen los ex Gobernadores de nuestro estado”, dijoTorre Cantú desde el podio en alusión a Manuel Cavazos Lerma y Hernández Flores. “’Geño’, como siempre”, lo saludó el Gobernador.
Sonriente, ubicado entre el Gobernador poblano Rafael Moreno Valle Rosas y Cavazos Lerma, Hernández se levantó de su asiento y, con el brazo en señal de agradecimiento, correspondió el saludo del titular del Ejecutivo local.
Otro hecho donde el Gobernador de Tamaulipas ha expresado abiertamente que no tiene problemas con que lo relacionen a personajes acusados de nexos con el narcotráfico ocurrió a principios de junio. Egidio Torre honró al Cártel del Golfo a bombo y platillo al inaugurar una calle en Reynosa que lleva el nombre de su fundador, Juan Nepomuceno Guerra.
Todo esto mientras su estado se desangra y es acosado por el secuestro y la extorsión.
¿QUIÉN GOBIERNA EN TAMAULIPAS?
Apenas en noviembre pasado, el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) dio a conocer que los estados con más víctimas de secuestro, tanto en el fuero federal como en el común, son el Estado de México, Tamaulipas, Veracruz y Distrito Federal al sumar el 62.04 por ciento a nivel nacional.
En este sentido, destacó el caso de Tamaulipas, que sigue presentando altas tasa de secuestro. Por tasas, dijo, los de mayores niveles fueron Tamaulipas y Veracruz al rebasar a la incidencia nacional en 469.17 y 108.86 por ciento.
También empresarios de Tamaulipas han manifestado su preocupación ante el incremento de la violencia en el estado y alertaron ante la posibilidad de que esta situación “de terror y de pánico entre la ciudadanía” afecte al otro lado de la frontera.
Sin embargo, al Gobernador de Tamaulipas parece no importarle estas declaraciones, incluso las desestima. De acuerdo con el sitio BreitBart, durante la última reunión del Grupo de Coordinación Tamaulipas, donde Torre Cantú anunció un nuevo grupo formado por agentes del orden público estatales y federales destinados a la lucha antisecuestros, el mandatario local dijo que el grupo se había creado en respuesta a los problemas en Matamoros, en un esfuerzo para silenciar los “rumores” de la ola de violencia.
Secuestros masivos, homicidios, desapariciones, extorsiones, decapitaciones, balaceras, fosas clandestinas y la violencia contra quienes reportan estos hechos, son algunas de las consecuencias de la presencia del crimen organizado en Tamaulipas.
La relación narco-gobierno es común en la entidad fronteriza. Los últimos ex Gobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio HernándezFlores, son acusados de trabajar para los cárteles de la droga.
Esa complicidad entre la élite política y el crimen organizado, aseguró el Senador panista por Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, en entrevista paraSinEmbargo, es la primera explicación del grado de control alcanzado por la delincuencia sobre la población en el estado.
Al gabinete de Torre Cantú lo alcanzaron las acusaciones el 24 de diciembre de 2014, cuando el FBI informó haber asegurado una cuenta bancaria al entonces Secretario de Desarrollo Social del estado, Homero de la Garza Tamez, quien también fungió como director del Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) en el sexenio de Hernández Flores. El esquema de lavado de dinero, hizo notar el FBI, implicó los procedimientos institucionales para la asignación de obras públicas en el estado.
El estado de Tamaulipas, donde la violencia impera desde hace años y la población no conoce la tregua, ha sido gobernada casi exclusivamente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde hace casi 80 años. El actual mandatarioEgidio Torre fue postulado a la gubernatura por la alianza Todos Tamaulipas que impulsaban los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), en sustitución de su hermano Rodolfo, quien fue asesinado el 28 de junio de 2010 a manos del Cártel del Golfo.
Pese a la inseguridad y la indiferencia de las autoridades estatales, los tamaulipecos siguen votando por el PRI. En las elecciones de junio pasado, el tricolor básicamente arrasó: obtuvo 10 millones 660 mil 251 votos, contra los 7 millones 651 mil 270 del PAN, los 3 millones 967 mil 636 del PRD y los 3 millones 068 mil de Morena.
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