Benjamín Villarreal todos los días se encomendaba a Dios, le pedía que lo cubriera con su manto, se quitaba la gorra, subía a la patrulla, daba unas palabras y luego se colocaba nuevamente la gorra para salir a trabajar. Era su ritual, así lo documentó la periodista Sandra Solís el 2 de septiembre de 2021. Ayer lo asesinaron en Culiacán.
Aquel 2 de septiembre fue condecorado como “Policía del Mes“, organizaciones civiles como Espacio para la Paz y la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal. Esa ocasión lo felicitaban por haber detenido a una persona que robó un vehículo, también por haber encontrado el carro. Luego detuvo a unas personas por robo comercio, los desarmó y hasta les quitó sus vehículos y el botín.
No es todo, aquel año participó en organizar ciudadanos para actuar durante momentos de desastre.
“Se siente bonito, porque es parte de lo que nosotros hacemos en la labor de la prevención y darle continuidad al servicio a la población para evitar que sufran una afectación en su vida”, dijo a la periodista Sandra Solís.
Era un policía modelo, incluso llegó a ser subdirector de la Policía Municipal de Culiacán.
En un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal dio a conocer que Benjamín Villarreal era un Policía Primero que contaba con 46 años de edad y 19 de esos los dedicó a su labor de policía.
Cuatro días antes de que fuera asesinado pidió permiso para no ir a trabajar. En 10 días estaría haciendo pruebas en Ciudad de México, una evaluación de rutina para que la Secretaría de la Defensa Nacional determinara si era apto o no para continuar en servicio.
Su trabajo como policía lo complementaba con la academia, de acuerdo con la Universidad del Policía, era doctorando enfocado al Sistema Acusatorio. Estaba a punto de volver a acreditarse como instructor evaluador.
EL ATAQUE
La tarde del 22 de noviembre fue asesinado dentro de un café llamado Finca La Esperanza, en el fraccionamiento Montebello, al sur de la ciudad de Culiacán. Con él, dos personas más murieron en el atentado. Se ha establecido que serían víctimas colaterales.
Apenas el lunes 18 de noviembre había sido desaparecido el policía municipal llamado Ramón Alberto, de 34 años, cuando hombres armados lo sacaron a la fuerza de su domicilio en la sindicatura de Quilá. Dos días después fue encontrado asesinado en el Campo Cuba.
Este es el segundo ataque contra policías municipales de Culiacán en menos de una semana, misma que se encuadra en uno de los periodos de violencia más exacerbados de Sinaloa.
El 9 de septiembre comenzó una confrontación entre dos grupos criminales del cártel de Sinaloa, la cual ha dejado una estela de violencia cuyos efectos han alcanzado a toda la sociedad. Suman más de 430 asesinatos, al menos 500 desapariciones de personas, más de 1,300 robos de vehículos y una serie de eventos criminales que han paralizado ciudades como Culiacán, Mazatlán, La Cruz, Cosalá y San Ignacio. Se han desplazado centenas de personas y hay pérdidas millonarias por parálisis en comercios ante la falta de público.
Es una situación de miedo que no para aunque haya casi 11 mil militares en las calles, según los datos oficiales del gobierno de Sinaloa.
En este conflicto han sido asesinadas personas inocentes y policías modelo como sucedió con Benjamín Villarreal, el policía de Culiacán que llegó a ser “Policía del Mes” y subdirector de la Policía Municipal.
Fuente.-REVISTA ESPEJO/