Hay indignación en las redes sociales, porque la Fiscalía del estado de Guerrero decomisó un narcorancho, donde un cártel de las drogas tenía a tres tigres de Bengala, que supuestamente serían llevados a un refugio para su atención y desarrollo. Sin embargo, no fue así, porque los tigres se quedaron abandonados en el lugar y murieron de hambre.
Las fotografías de este caso ya circulan en internet, demostrando lo ocurrido.
Otra acción de la Fiscalía de Guerrero, estado ubicado en la costa sur del Pacífico mexicano, es que en un intento por evitar el escándalo, se llevaron los cuerpos para enterrarlos, pero los vecinos descubrieron la camioneta de la policía y la controversia, solo aumentó. Al parecer nunca avisaron a las autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente ni a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente que habían asegurado a los tigres.
Medios mexicanos han señalado que es muy común que los narcotraficantes tengan mascotas exóticas, como estas, para alimentarlas con los cuerpos de sus enemigos y desaparecerlos sin dejar rastro. Uno de los primeros narcos mexicanos en tener un tigre, fue Miguel Ángel Félix Gallardo, alias el Jefe de jefes, fundador del Cártel de Guadalajara. Los rumores dicen que el día de su cumpleaños, Joaquín “el Chapo” Guzmán y el Güero Palma le regalaron el tigre.
El terreno y los tigres pertenecían a un grupo del crimen organizado, conocido como el cártel de los Ardillos, que opera en varios municipios de ese estado. Esta organización se dedica al narcomenudeo, al secuestro y la extorsión; se le atribuyen varios asesinatos en la zona.
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