Visitanos tambien en:

lunes, 15 de febrero de 2021

"NO SEMOS IGUALES ?: LOPEZ OBRADOR "VOLVIO a las ANDADAS del PRI" y PROCLAMA de PUREZA es VIL HIPOCRESIA...los malos actos del gobierno gozan de cabal salud.



Todas las fuerzas políticas han prometido erradicar la corrupción y sin embargo sigue teniendo metástasis cada sexenio. Los moches en los contratos de obra pública, las condonaciones discrecionales de impuestos, el financiamiento ilegal de campañas electorales y los pactos con el narco de los jefes policiacos o militares prevalecieron durante los doce años de gobiernos panistas y alcanzaron su apogeo en el gobierno de Peña Nieto, cuya impunidad en el actual sexenio revela que los modernos y los antiguos militantes del PRI nunca podrán divorciarse del todo. 

López Obrador y su camarilla no sólo recuerdan con nostalgia la política económica de Luis Echeverría y López Portillo, que hundió al país en una catástrofe financiera, sino el carácter autoritario del viejo sistema político. Apenas llevan dos años en el poder y su bandera de honestidad ya está hecha jirones. 

La exoneración relámpago del general Cienfuegos, las cien páginas que la fiscalía tachó en el expediente de la DEA, el denodado afán del presidente por comprar la lealtad de las fuerzas armadas, los encubrimientos de Manuel Bartlett, Pío López Obrador y la acaudalada prima Felipa y la reforma en el Banco de México para facilitar las transacciones en divisas de Ricardo Salinas Pliego, el magnate favorito del sexenio, indican muy claramente que la cacareada autoridad moral de la 4T es una farsa grotesca. 

La única diferencia con los gobiernos del antiguo régimen, donde predominaba el cinismo, es que ahora el presidente se ufana de su pureza todos los días y ordena linchar en las redes a quien la ponga en duda. Los hipócritas desplazaron a los cínicos, pero allá tal como aquí, en la boca llevarán sabor a PRI.

Otra vieja tradición del PRI-gobierno que goza de cabal salud es la designación por dedazo de candidatos a puestos de elección popular, ahora disfrazada con encuestas en las que nadie cree. El enfático apoyo de López Obrador a Félix Salgado Macedonio, precandidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, a pesar de las tres acusaciones por violación que pesan en su contra, recuerda el pacto de conveniencia mutua entre los caciques provincianos y el gran elector, que se mantuvo incólume durante los 70 años de la dictadura. Si el “Toro” Salgado Macedonio ejerció el derecho de pernada cuando era un modesto director de La Jornada en Guerrero, ¿cuántos abusos sexuales no cometerá cuando tenga en el puño a todas las empleadas públicas del estado? ¿Cuál será el favor que López Obrador quiere pagarle al exalcalde de Acapulco? Uno muy grande, sin duda, para darle esa bofetada a las luchadoras feministas de Morena, que han emprendido una dura batalla para impedir el nombramiento del presunto violador. Ojalá consigan revertirlo, pero el caudillo ha dejado en claro que Salgado Macedonio es el favorito del pueblo, es decir, su favorito y el títere impuesto en la dirigencia de Morena lo obedece sin chistar. 

Cuando un presidente del antiguo régimen anunciaba, por ejemplo, que mantendría a toda costa la paridad del peso frente al dólar, todo el mundo sospechaba que se estaba cocinando una devaluación. Ese doble lenguaje no ha desaparecido, sólo que ahora, por la impoluta moral que presumen el caudillo y sus corifeos, despide un tufillo a rata de sacristía. En los primeros meses del sexenio, López Obrador declaró abolida la condonación de impuestos y envió al congreso una iniciativa para darle rango constitucional. En esta columna aplaudí su decreto, cuando aún creía ingenuamente que algo estaba cambiando. Pero EMEEQUIS acaba de revelar que la condonación de impuestos prevalece, y por cantidades mayores que en el sexenio de Peña Nieto: “Mientras el gobierno de Enrique Peña Nieto indultaba multas fiscales a un promedio mensual de 116 millones 530 mil pesos, la administración de Andrés Manuel López Obrador condona 135 millones 119 mil pesos en promedio cada mes”, informan Sandra Romandía y Santiago Alamilla, los autores del reportaje basado en información del SAT. Un beneficiario de las condonaciones, el productor de televisión Epigmenio Ibarra, dueño de la compañía Argos, obtuvo descuentos fiscales por 7 millones 572 mil pesos. El pueblo sabio acabó pagando los zalameros documentales en que rindió pleitesía al presidente. 

No es la primera vez que Epigmenio se enriquece con un trabajo sucio. Antes había ganado millones de dólares con El señor de los cielos, su ramplón homenaje al narco Amado Carrillo, en la que idealizó y embelleció al matón, presentándolo como un galanazo con un pegue arrollador entre las mujeres. Haber pergeñado esa inmundicia en un país donde el narcoterror deja por doquier montañas de cadáveres no le impide dar clases de rectitud cívica en los periódicos, pero gracias al periodismo de investigación, el teatro guiñol en el que medran tartufos como éste no durará mucho tiempo en pie. 

Fuente.-Enrique Serna/(ilustracion/nexos)




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: