Un primer grupo de 100 elementos de la Policía Militar (PM) del Ejército Mexicano recibirá en septiembre un lote de armamento consistente en lanzadores gotcha, tipo fusil y tipo pistola, calibre 0.68”, para ser usados en operaciones de apoyo al orden interior y seguridad nacional.
LA INSEGURIDAD ES UN NEGOCIO RENTABLE,SE RENTAN:
El pasado 25 de marzo, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) le dio curso a la segunda vuelta de la licitación pública internacional para adquirir un lote de armamento “menos letal” destinado a la Policía Militar, el cual será utilizado “para contribuir a las operaciones del orden interior y seguridad nacional”.
Es decir, este armamento será empleado en operaciones o despliegues de la Policía Militar fuera de los cuarteles e instalaciones militares en las que este cuerpo especial se encarga de mantener el orden. La compra de este lote de armas menos letales y de municiones de pintura se da en los instantes en que la SEDENA y la Marina regresan a las calles por orden presidencial, para apoyar la labor insuficiente de la Guardia Nacional en términos y condiciones especiales.
¿Menos letal?
La compra de la SEDENA implicará un gasto de 3 millones 690 mil 868 pesos (139.736 euros), para adquirir un lote de 100 armas (92 fusiles y 8 pistolas) tipo gotcha y más de 45 mil proyectiles para fogueo, en una licitación ganada por la empresa International Business Group, LLC.
Esta empresa fue la que ofreció un paquete de compra menos costoso, con una cotización por 3,7 millones de pesos, que incluye 31.170 municiones y 154.800 proyectiles. En detalle, la Defensa Nacional compró 92 lanzadores automáticos, tipo fusil calibre 0.68” (gotcha), 8 lanzadores semiautomáticos tipo pistola, calibre 0.68” (gotcha), así como 5,000 municiones inertes de entrenamiento, calibre 0.68”.
También se adquirieron 3.570 municiones inertes de entrenamiento color blanco, calibre 0.68”; 13.600 municiones de substancia química Capsaicina II al 5.0% o similar, calibre 0.68”; 14 mil 800 proyectiles de marcaje color verde, calibre 0.68”; 5 mil municiones de substancia química Capsaicina II al 2.5% o similar, calibre 0.68”; 4 mil municiones de marcaje de color amarillo, calibre 0.68”.
Daniel Gómez-Tagle, especialista en agentes químicos y municiones de impacto para restauración del orden público, advierte que este tipo de armamento “no letal” es el que se conoce como gas pimienta y no es el adecuado para el tipo de acciones de control de disturbios, porque el riesgo de lesiones en contención de manifestaciones es muy alto.
El especialista señala en entrevista que el gas pimienta en esa presentación no es recomendable, ya que el riesgo de lesiones es elevado en escenarios civiles. El rango de acción es muy corto y su precisión es muy baja. “Para que el efecto de la cápsula sea eficiente se requiere poco viento y alta temperatura”, indica.
Para que este material sea efectivo necesita usarse a muy corta distancia de los objetivos y aun así no se garantizan los resultados esperados, porque si los disparos no son acertados y pegan en las piernas o los zapatos de los manifestantes los químicos no harán efecto y no habrá disuasión, explica Tagle.
La Capsaicina, dice, es uno de los componentes de la Oleoresina Capsicum; hay cinco tipos de las capsaicinas y se usan para medir el nivel de irritación o de picor del gas pimienta que se usa comúnmente como arma defensiva. Las capsaicinas mayores, de las que hay tres tipos, son las que se usan más en la elaboración de gas pimienta, y tal vez la Capsaicina II que pide la Sedena se refiera a unos de esos tipos, pero no lo aclara. En realidad, y de manera técnica correcta, en la licitación la SEDENA tendría que haber pedido Oleoresina Capsicum (OC), porque esa es la manera correcta de hacerlo. Las cápsulas de Capsaicina que pide el ejército es más común pedirlas como PAVA, que es la misma sustancia, pero sintética, señala Gómez-Tagle.
Lo ideal es utilizar lanzadores de cartuchos de 40 milímetros, porque estos son más precisos a mayor distancia y no a diez o doce metros, que es el rango en el que los tiros de gotcha son acertados; una multitud a esa distancia se mueve muy rápido y no hay precisión en los tiros con ese tipo de arma no letal, explica.
Las previsiones del especialista Gómez-Tagle contrastan con los detalles técnicos demandados por la SEDENA en el requerimiento del material, ya que para el lanzador tipo fusil el Ejército pide que el alcance efectivo sea “hasta 40 metros” y que esa sea la distancia de “efectiva ruptura” de los proyectiles o municiones. En el caso de las pistolas, se pide que la distancia de alcance efectivo sea de 15 a 30 metros, con una “efectiva ruptura de las municiones a 30 metros”. En ambos casos se espera la entrega de todo el material en un término de 180 días, con lo cual las 100 armas y los 45. 970 proyectiles deberán llegar a la SEDENA en septiembre de este año.
Fuente.-Jorge Alejandro Medellín/
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