La Jornada de Sana Distancia está por finalizar pero muchas de las restricciones y nuevos hábitos llegaron para quedarse. En esta nueva realidad las pequeñas y medianas empresas necesitan renovarse si quieren sobrevivir. Mientras tanto la ciudadanía se enfrenta a un doble mensaje, el del Gobierno federal y el de su autoridad local.
Susana se va, pero el distanciamiento llegó para quedarse. Este sábado 30 de mayo concluyo la Jornada Nacional de Sana Distancia, sin embargo, esto no implica que se levantarán las restricciones sanitarias como evitar las aglomeraciones, el uso de tapabocas o el lavado constante de manos.
En este llamado a la “nueva normalidad” por parte del Gobierno federal se han hecho presentes vacíos de información, ya que mientras se reabren algunas actividades, en las estadísticas se aprecia que los contagios están creciendo.
Seguimos viendo en la pandemia, aunque el presidente haya dicho que está domada, contagios, muertos, y si bien es cierto que también el presidente dice que no se llegó a la fatalidad que se esperaba, tampoco estamos viendo de manera didáctica una campaña de parte del Gobierno federal, en la que se le explique a la gente esta ‘nueva normalidad’
Con el cierre de la Jornada de Sana Distancia, también inicia la reactivación de los sectores esenciales económicos y entra en funcionamiento el semáforo sanitario. Por lo que las empresas también tienen que diseñar una estrategia para el reinicio de algunas actividades consideradas no esenciales.
Las medidas implementadas durante este periodo como mantener la sana distancia, evitar el contacto físico, el lavado constante de manos y evitar los lugares concurridos llegaron para quedarse, y debido a la presencia del coronavirus pasarán a formar parte de la cotidianidad, algo que, por ejemplo, no ocurrió tras la crisis por la influenza H1N1.
Esto va a implicar nuevas formas de socializar, nuevas dinámicas y medidas más estrictas en los centros de trabajo, entre otros cambios en la vida diaria de las personas, sobre todo en las grandes urbes del país.
El reinicio escalonado de actividades se da en medio de un alejamiento de la Federación con los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Durango, Jalisco, Michoacán y Colima, quienes alegan la búsqueda de mejores condiciones de salud y económicas para sus pobladores, que en esta etapa de la pandemia padecen la escasez derivada de la inactividad social
“Los gobernadores mantienen su propia idea de apertura de acuerdo a sus necesidades, a sus propios contextos. Los ciudadanos comienzan a recibir mensajes y estímulos de parte de dos emisores, por una parte del Gobierno de su entidad y por otra parte del Gobierno federal. Vuelven otra vez a crear esta confusión que lo único que va a generar es que los ciudadanos salgan y que relajen las medidas que ya se han tomado”, advierte Urquijo.
El experto en comunicación política indica que aunque pareciera que hay una comunicación entre la Federación y los estados, no existen actos de colaboración entre ellos.
El Gobierno federal por una parte establece qué se va a ir abriendo de manera escalonada, de manera regional, y por otra parte parece que no hubiera el mismo entendimiento en los estados.
“Lo mencionan los especialistas de salud, va a provocar que haya muy probablemente nuevos brotes del virus. Dice el presidente que ya se domó, yo no creo que se haya domado a la pandemia, pero si lo está diciendo tendrá sus propios datos con la información que le harán llegar sus propios funcionarios de salud”, opina.
‘FALTA BASTANTE TIEMPO’, PARA DEJAR LA SANA DISTANCIA
Las regiones que aparecen en rojo como CDMX, Guerrero, Chiapas y Baja California prácticamente siguen con las mismas medidas de la Jornada de Sana Distancia y falta bastante tiempo para volver a la normalidad, explica la epidemióloga Guadalupe Soto Estrada.
“Estemos o no estemos en el semáforo rojo, de aquí a que tengamos suficientes condiciones para que la población regrese a lo que teníamos antes va a pasar mucho tiempo.
“Esto es importante que lo tome en cuenta la población porque no tenemos hasta el momento un tratamiento que se haya demostrado que sea eficaz contra el coronavirus. No tenemos tampoco una vacuna”, dice la médica.
Señala que es necesario en tanto evitar que haya una saturación hospitalaria que, en caso de darse, podría provocar que se vuelva al confinamiento total.
“Esta apertura gradual de las actividades es para tratar de dar un poco de equilibrio a la actividad económica sólo en algunos municipios donde no hay tantos casos de COVID-19.
“No así en zonas como la CDMX, Guerrero o Chiapas, en donde tenemos casos y están en pleno pico de la curva. Tenemos una situación en rojo que no va a cambiar, por lo menos, hasta el 15 de junio”, asegura.
“El 1 de junio para estas zonas que están en rojo no hay ningún cambio, prácticamente vamos a seguir igual, más algunas actividades que se están permitiendo ya a nivel económico, en la minería, la construcción, eso ya se va a empezar a abrir, pero regresar a trabajos no esenciales todavía no”, señala la epidemióloga.
fuente.-
"...y el REGRESO a SU NORMALIDAD"
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