El hombre que se perfila como próximo procurador de la infancia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es un exagente acusado de liderar una banda de secuestradores mientras trabajaba en la Procuraduría General de la República, que huyó a Europa para evitar ser capturado y, finalmente, cayó preso... para luego ser liberado por un juez quien, entre otros polémicos fallos, también exoneró a un hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
Se trata de Ariel Maldonado Leza, excoordinador interinstitucional de la Dirección General de Investigaciones de Secuestros de la PGR, actual consejero en Morena y el hombre que sería "el próximo procurador federal de protección a niños y adolescentes", como se presenta en reuniones de alto nivel en el DIF Nacional.
Tres fuentes cercanas a la designación confirmaron al HuffPost México que Maldonado Leza es la carta más fuerte del equipo de transición del presidente electo para este puesto crucial para la niñez mexicana.
Su oscuro pasado se remonta al 10 de diciembre de 1997, cuando el empresario Carlos Pilgram Santos fue secuestrado. Aquel día, su chofer conducía por la Ciudad de México cuando ambos fueron detenidos por un retén de policías. Pligram Santos, según su declaración, fue obligado a golpes a subir a una camioneta y llevado a un hotel en Tlalnepantla, Estado de México, mientras sussecuestradores negociaban el rescate.
Tras la negociación, el padre de la víctima, Carlos Pilgram Cerda, entregó medio millón de pesos a un hombre que, confiado en la protección que le daba su placa de la PGR, ni siquiera se cubrió el rostro. Ese hombre, acusó Carlos Pilgram Cerda, es Ariel Maldonado Leza.
La periodista Katia D'Artigues publicó en octubre de 2008 una serie de textosresultado de conversaciones con Carlos Pilgram Cerda, quien sostuvo que, sin temor a equivocarse, Ariel Maldonado Leza fue quien le recibió el rescate de su hijo y quien enseñó en el hotel de Tlalnepantla su placa de agente y argumentó que estaba ahí con otros hombres armados como parte de un "operativo".
"No sólo Carlos Pilgram lo identificó plenamente, sino también otros testigos: Raúl Enrique Peñaloza Morales, el chofer que acompañaba a Carlos cuando se lo llevaron; Epifanio García Espinosa, el vigilante del edificio, porque además de llevárselo fueron a su casa a robar e hicieron –también con la cara descubierta—que fuera García Espinosa quien tocara la puerta del departamento; Eusebia Alemán Rodríguez, la empleada doméstica que, engañada, abrió la puerta.
"También tres policías de Tlalnepantla que fueron llamados por el administrador del Hotel Bali, Alfredo Rosendo Murillo, quien sospechaba que tenían a alguien ilegalmente en sus instalaciones. Luis Torres Ávila, uno de ellos, fue hasta 'charoleado' por Maldonado Leza diciendo que se retirara", escribió Katia D'Artigues en su columna Campos Elíseos.
Después de que la familia hizo la denuncia, Maldonado Leza fue aprehendido en enero de 1998. Pese a los numerosos testigos que lo señalaron como el líder de la banda, un juez ordenó su libertad por "falta de elementos".
Ese mismo año, en diciembre, Carlos Pilgram hijo, la víctima del secuestro, murió en un extraño accidente automovilístico.
Para 1999, la familia ganó una apelación contra la libertad de Maldonado Leza y logró que un tribunal ordenara su reaprehensión; sin embargo, fue demasiado tarde: el exagente de la PGR había huido a España. Tuvo que intervenir la Interpol y arrestarlo para enmendar el error de aquel juez.
Tras una larga batalla legal, Maldonado Leza fue extraditado a México en 2005, donde un juez lo condenó a 19 años de prisión por el delito de secuestro. Solo pagó tres años. En julio de 2008, fue liberado porque "había dudas" de que él cometiera el crimen. Y como nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, Maldonado Leza libró la posibilidad de regresar a prisión.
La periodista Katia D'Artigues escribió en su texto "Caso Pilgram: retrato de completa impunidad" que aquel juez es José Guadalupe Luna Altamirano, quien exoneró al expresidente Luis Echeverría del delito de genocidio por la represión estudiantil de 1968 y 1971 y a un hijo del Chapo Guzmán.
En medios locales de Coahuila, Maldonado Leza también aparece como un político cercano a Humberto Moreira, expresidente nacional del PRI vinculado al grupo criminal Los Zetas.
En su cuenta de Twitter, @ArielLeza, el abogado presume fotografías ondeando la bandera de Morena, sus comidas con el diputado federal de Morena Gerardo Fernández Noroña e, incluso, tuitea como si su designación como procurador fuera inminente.
Ese es el candidato fuerte para ocupar el próximo cargo de procurador de la infancia. Entre sus tareas estarían proteger a niños migrantes no acompañados, a niños en casas de asistencia social, infantes que sufren violencia en su casas y otros casos sensibles.
El HuffPost México pidió en dos ocasiones al DIF Nacional una postura al respecto, pero hasta el momento no han respondido a las solicitudes.
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