Juan Francisco Treviño Chávez parece estar acorralado. Al menos esas son las señales que las unidades militares desplegadas en Nuevo Laredo han detectado en las últimas semanas. Conocido con el alias de “Kiko Treviño”, este individuo es jefe de la facción en esta ciudad de la frontera tamaulipeca de lo que queda de la banda paramilitar conocida como Zetas.
Su ascendente con los secuestradores, homicidas y extorsionadores que operan bajo estas siglas, es por ser sobrino de los ex líderes Miguel y Omar Treviño Morales, presos en el penal del Altiplano.
La desarticulación de los Zetas, de acuerdo a fuentes de la octava zona militar con sede en Reynosa, Tamaulipas, se tradujo en los últimos meses en golpes contra operadores regionales, en pérdida de control de sus rutas de trasiego de armas y droga, lo que ha disminuido su presencia en el estado en comparación con años anteriores. Hoy día la fragmentación de este grupo criminal se visualiza con dos bandos: los autodenominados “zetas vieja escuela”, y el llamado “cartel del noreste”, el cual más que un cartel, es un grupo muy violento y sanguinario.
Su beligerancia continua ahora bajo el mando de “Kiko” Treviño, jefe de la pandilla que radica en la ciudad identificada con la clave de “Néctar Lima”, como se le conoce por las frecuencias policiacas a Nuevo Laredo. El “soundtrack” de este grupo se podría ubicar a partir de la letra de la canción en modo rap compuesto en “honor” de un individuo “siempre muy pendientes pa´lo que le pida el mando” identificado como “Werko”. Como si se tratara de una “marca”, se le identifica como “Werko v4”, aunque en otro momento se ha mencionado en redes sociales y páginas de internet a “Werko v11” y “Werko v9”.
Las referencias a “Werko”, salieron a relucir el pasado martes 29 de agosto después de que tropas del 16 regimiento de caballería decomisaran en la colonia Solidaridad, 1 fusil Barret calibre 50 milímetros; 1 fusil calibre .308; 8 fusiles AR-15; 9 AK-47, así como 251 cargadores de diversos calibres, una gran cantidad de cartuchos útiles, 2 kilos de mariguana y 2 vehículos. Además de un tablón de tortura con la leyenda “Werko”.
El decomiso se dio, según un comunicado oficial, después de que un grupo de militares fue atacado a tiros por sujetos armados en calles de esta zona de Nuevo Laredo. El reporte decía que los soldados detuvieron a dos sujetos con 18 “ponchallantas” y radios de comunicación que utilizaban para informar del movimiento de las fuerzas policiales, actividad conocida como “halconeo”.
Durante ese mismo día, efectivos militares pertenecientes al 16 regimiento de caballería realizaron una serie de operaciones en Reynosa y Río Bravo, que se tradujo en el decomiso de 29 fusiles, 349 cargadores y 8 vehículos, así como 3 radios usados para detectar actividades de corporaciones de seguridad. En uno de los casos fueron detenidos dos sujetos señalados de practicar “halconeo”.
Fuente.-Juan Veledíaz
Fuente.-Juan Veledíaz
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