Por alguna extraña, incluso suicida razón, el Gobierno
de la República ha decidido mantenerse varios pasos atrás en la investigación
de los hechos de Iguala. La gente de la PGR parecería ni siquiera haber leído
el expediente oficial, hecho público, que ha permitido a investigadores
extranjeros y analistas nacionales avanzar hacia nuevas versiones sobre lo que
sucedió a los estudiantes de Ayotzinapa una vez que fueron secuestrados.
Esto,
supongo que, sin voluntad oficial, ha hecho que el tema sea reiteradamente noticia,
que se haya magnificado en medios de comunicación hasta provocar el cansancio
de grandes sectores sociales.
La
apuesta de las autoridades, ese silencio, esa inacción permanente, puede
salirles muy cara. Sobre todo, en la confianza social de por sí deteriorada.
Todo
gira alrededor de estudios, análisis, declaraciones, que han sido realizadas
por personal de la PGR. Eso es lo más importante. No han venido de fuera para
investigar, simplemente han “investigado” lo que consta en actas y a partir de
estas realidades han formado una sólida versión de lo que no sucedió.
Al
hacerlo los investigadores de la GIEI, que han actuado con total beneplácito
oficial, han desbaratado la “verdad histórica” que anunciara el procurador
Jesús Murillo Karam. Y descalificado al Gobierno en su conjunto, abriendo las
opciones más graves, entre ellas que los militares los asesinaron, como
factibles.
Lo
cierto, por un peritaje que ordenó hacer la propia PGR a expertos en la
materia, es que ahora sabemos que no hubo un incendio en el basurero de Cocula,
esa pira de un fuego inmensamente fuerte, que pudo quemar hasta casi convertir
en cenizas los cuerpos de 43 hombres, resulta que no aparece en las imágenes
satelitales.
Si
el satélite correspondiente no fotografió ese “incendio”, habrá que preguntar
cómo pudo suceder…
El
responsable cierto de la investigación, que sigue trabajando para la
procuradora Arely Gómez, es Tomás Zerón de Lucio quien declaró en septiembre
pasado que sin importar lo que digan los expertos de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos él tiene su verdad, una verdad que se va quedando como la
mentira mayor, la verdad de que en el basurero de Cocula fueron ejecutados e
incinerados.
Eso
fue lo que le dijeron a Jesús Murillo Karam. Eso fue lo que él declaró en el
peor día de su vida.
¿Verdad
histórica? Cada día se van enredando más en la defensa de lo indefendible. No
importa que ahora digan que como llovió en Iguala había “nubes” sobre la zona
de Cocula y por eso no se ve el incendio. O sea, llovió, pero no llovió,
pero sí estaba pletórico de nubes…
La
PGR envió un tardío boletín en respuesta a las afirmaciones de los expertos del
GIEI, que va a ser calificado como una pifia desesperada: “… no adelantar
ninguna conclusión, como puede ser la revisión aislada de imágenes satelitales,
sin considerar íntegramente otros elementos”.
¿Cuáles
pueden ser esos “elementos”? A no ser que se refieran a la necesidad del Estado
mexicano de proteger a alguien, de callar verdades o de tapar la realidad con
boletines de la PGR.
Si
no hubo incendio… ¿quiénes mataron a los estudiantes?, ¿dónde, por qué? Si no
hubo incendio… ¿dónde desaparecieron a los cuerpos de las víctimas?, ¿qué les
hicieron, quiénes?
A
todo esto, que ya es de por sí bastante macabro, hay que sumar las
declaraciones oficiales de que van a buscar a los “desaparecidos” en Puebla,
entre otras locaciones del país.
O
sea que debemos buscar a los que oficialmente están muertos…
¿Qué
va a pasar con los más de cien detenidos, en espera de ser juzgados, por estos
asesinatos? ¿Por qué dijeron haberlos matado en el basurero de Cocula?
Quienes
conocimos a Jesús Murillo Karam antes de ser procurador general de la
República, conocimos a un hombre inteligente y confiable… ¿qué le sucedió, por
qué se tragó todo lo que le dijo Tomás Zerón, por qué se dejó engañar, por qué
engañó al presidente Peña y a millones de mexicanos?
Ayotzinapa
sigue siendo un gran interrogante. Hay miles de preguntas sin respuesta. La más
urgente es saber por qué motivos el Gobierno sostiene en su puesto al
responsable de la investigación, Tomás Zerón, más defectuosa y amañada a
imaginar…
fuente.-
@isabelarvide
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