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sábado, 17 de febrero de 2024

"HAY le HABLAN a AMERICO y el CALABAZO": SACERDOTE DIAGNOSTICA VIOLENCIA del PAIS CRECIO por ACUERDOS y VINCULOS de POLITICOS con DELINCUENTES"...bajo mirada complice del ejercito.



El diagnóstico es claro. La creciente violencia en Guerrero, como en otras entidades del país, se debe en buena medida a los acuerdos y vínculos entre los políticos y los grupos de delincuentes.

“Sin la política la delincuencia no podría haber avanzado tanto. La verdad es que la política y la delincuencia van de la mano”, señaló a EjeCentral el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza.
Luego de darse a conocer el acercamiento de obispos guerrerenses con líderes criminales en busca pacificar la entidad, el coordinador de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Acapulco advierte que se trata de un “paliativo” para un gran problema que en el actual proceso electoral podría derivar en más violencia y una “mayor crisis social y política”.
La intención de los obispos de Guerrero en buscar una “tregua” con los delincuentes ¿es una señal de alarma?

Buscan reducir los efectos que tienen las violencias como nos está pasando en Guerrero, los líos entre los grupos de la delincuencia nos han estado causando mucho daño.
Nosotros las hemos padecido, entonces el interés es favorecer el diálogo y algunos acuerdos como sé que los tuvieron en días pasados para reducir estos efectos que devastan la economía, devastan las comunidades.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa José de Jesús González Hernández reconoció que no se logró un acuerdo concreto, ¿realmente ayudan estos acercamientos?
Es un recurso, digamos, en lo inmediato y remedian una situación que es inmediata y que en cierta forma se necesita.

Por ejemplo, don Salvador Rangel (obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa) decía que en Chilpancingo él fue a mediar para que un grupo de la delincuencia permitiera que en un pueblo tuvieran luz eléctrica, y gracias a esta intervención pues les dejaron la luz.
Creo es que los obispos guerrerenses están buscando formas de resolver situaciones más que nada inmediatas y hasta esto han llegado y esperamos que puedan seguir haciéndolo, que sigan con este tipo de iniciativas que disminuyan los efectos de la violencia.

¿Hay un vacío de autoridad?

Es un paliativo, de hecho, hay que reconocerlo como tal y se necesitan medidas de otro orden, de carácter político que puedan ir más al fondo, es decir, nosotros hemos acompañado a víctimas, pero por otra parte es que a los victimarios los hemos dejado fuera y ellos siguen en sus andadas y tienen también necesidades que se necesitan atender.

¿Ayudar a los criminales?

Yo he tenido contacto con sicarios en algunos momentos y plantean sus necesidades. Una vez me decía un sicario: yo tenía mi hija muy grave en el hospital y busqué trabajo y solamente lo encontré en este grupo de la delincuencia.

La cuestión, por ejemplo, del empleo digno para todos es vital y eso solamente se puede hacer con una política de estado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador sostiene que en su gobierno se ha fomentado el empleo y los programas sociales “como nunca”

No han resuelto y no han encarado de la manera justa esta situación, por eso ellos buscan otro camino. Creo que es necesario que entendamos que las autoridades sí se han hecho a un lado, que no han afrontado la situación tan delicada y dolorosa que viven muchos pueblos.

Aquí lo veo en la sierra de Guerrero, los pueblos viven expuestos a los caprichos de la delincuencia y así en otros lugares.

Entonces, cómo ir haciendo un camino quizá a largo plazo para sanear esta sociedad y sanear primero a los gobiernos porque si los gobiernos no encabezan estos procesos, pues la sociedad se queda abandonada.

¿Cómo alcanzar ese saneamiento del gobierno?

Pongo el caso de lo que sucedió con el EZLN. Estaba en una situación de ilegalidad, es decir no podían encontrarse las autoridades con ellos porque estaban en una situación ilegal.

Por eso se creó una ley que permitió que toda esta situación que estaba en Chiapas pudiera ventilarse a la luz pública y bajo el amparo de esa ley es que el gobierno pudo establecer los diálogos allá en Chiapas, y con la mediación precisamente de un obispo.

Ahora yo creo que las autoridades no pueden hacer acuerdos con los delincuentes, aunque de hecho los hacen debajo de la mesa, en la oscuridad y ese es el gran problema.
Una ley que reconozca los “acuerdos” entre la autoridad y los delincuentes

Una ley que permitiera que se ventilaran estos asuntos a la luz pública con la participación de la sociedad, esto podría reorientar las posibilidades que tienen los gobiernos.

Yo creo que la delincuencia se ha desarrollado a partir de esos encuentros y acuerdos oscuros. Sin la política la delincuencia no podría haber avanzado tanto, entonces detrás de cada grupo (criminal) pues hay grupos políticos.

¿Entonces un primer paso es reconocer que existen esos acuerdos?

Yo crecí en la sierra donde todo mundo después de unos años se volvió narcotraficante, no había otra opción.

Entonces qué opciones se le ofrece a esa gente que siguen el narcotráfico están los capos, los dueños de las bandas, están los trabajadores muchos de ellos tienen su salario y el narcotráfico o la delincuencia los tiene como empleados.

Y por otra parte hay una base social que está controlada, entonces, no es lo mismo mirar a la base social que está bajo su control, el mirar a los trabajadores o empleados o mirar a los capos.

Tiene que hacerse toda una concertación en la que se hagan ver esas diferencias y de esa manera se puedan desarrollar procesos donde la base social que tiene la delincuencia vaya disminuyendo y los empleados de la delincuencia también vayan saliéndose de esa área de influencia.

Es una ruta crítica

No es tan fácil, no es tan sencillo, pero creo que, si se busca un camino desde legislaciones que lo permitieran y desde una interacción más amplia entre la sociedad y los gobiernos, yo creo que podríamos ver otro camino.

Para mí el problema que tenemos ahora se refiere a que la estrategia gubernamental pues no da resultados, no está funcionando y por eso el crimen está aumentando acá en Guerrero y yo creo que ahí son cosas que tenemos que ir atendiendo.

¿Una solución conjunta?

Veamos por ejemplo en los municipios, las autoridades no tienen mucha fuerza, los subordinan, los someten, incluso no tienen ni margen de acción. El problema es tan complejo que hay que ir viendo con la participación de todos gobiernos y los distintos sectores de la sociedad cada quien en su lugar.

Que vayamos viendo que tiene que haber modificaciones a la estrategia y hacer esos reconocimientos que son parte de la verdad. La verdad es que la política y la delincuencia van de la mano.

Hay una constante negativa por parte de la autoridad en reconocer la violencia, la corrupción, mucho menos un vínculo entre políticos y delincuentes.

Lo que se está viendo es que cada día aumenta el número de víctimas en distintas formas. Yo creo que llegará el día en que hará crisis social y política todo este asunto si no se le atiende como tendría que atenderse, en donde gobiernos y sociedad nos pongamos de acuerdo, nos escuchemos.

Porque los gobiernos no saben escuchar, nunca nos han escuchado. Que podamos tener esa percepción de que nos toman en cuenta y que haya una colaboración con la participación ciudadana, que no es un asunto sólo del gobierno es un asunto de todos porque las víctimas las pone la sociedad

Puede preverse que si esto no se siga atendiendo en el siguiente gobierno puede generar una crisis mayor social y política que ponga al país en una situación de mucho sufrimiento.

¿Ve mayores riesgos para el actual proceso electoral?

Si en los procesos electorales anteriores ha habido abundante sangre sobre todo de actores políticos, yo preveo que en este proceso también lo va a ver y quizás se acreciente, es lo que lo esperable.

Fuente.-EjeCentral/ imagenes/web

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