La Fiscalía de Colombia reportó el hallazgo y la incautación de un lujoso “narcojet” en Guatemala, el cual transportaba más de una tonelada de cocaína, misma que sería recibida presuntamente por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo con los resultados del operativo, habría sido enviada desde la zona fronteriza con Venezuela, por parte de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con destino a Centroamérica.
Los paquetes estaban rotulados como “G1″, signo con el que se identificaría a un capo de Tumaco, encargado de trasladar los cargamentos por tierra hasta Cúcuta, Norte de Santander, donde se acopiaba para trasladarla a la frontera con el país gobernado por Nicolás Maduro.
“La sustancia era camuflada en vehículos de carga y trasladada a Cúcuta, donde, supuestamente, se acopiaba hasta completar la tonelada y coordinar su paso a Venezuela”, se lee en el comunicado de la Fiscalía.
Asimismo, se aseguró que esta actividad ilícita fue articulada por una estructura de las extintas FARC, identificada como “Nueva Marquetalia”.
La aeronave en la que se intentó trasladar la droga es un jet G3, el cual despegó de una pista clandestina ubicada en territorio venezolano. Autoridades internacionales detectaron la unidad a punto de partir y la obligaron a aterrizar en Petén, Guatemala.
Este documento también señaló que la ubicación de este “narcojet” se logró en conjunto con el Ejército Nacional y la agencia estadounidense DEA, luego del hallazgo de un complejo narcotraficante en la zona rural de Tumaco en junio del año pasado.
Este proceso le permitió a las autoridades conocer la ruta y el andamiaje criminal dispuesto para procesar y sacar toneladas de cocaína con destino a Centroamérica. Asimismo, encontraron en el gigantesco laboratorio varias marquillas utilizadas para identificar los bloques de estupefacientes con el logo “G1″.
Cabe resaltar que el grupo criminal encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, ha aumentado su presencia en Centro y Sudamérica, no sólo con la compra-venta de mercancía en diferentes países, también con el establecimiento de rutas criminales, relaciones con agrupaciones internacionales, adquisición de conocimiento delictivo y presencia a través de operadores.
En esta zona del continente americano habría generado alianza con miembros de las FARC, con quienes se habría entrenado sobre estrategias de guerrilla y contraguerrilla urbana, y con las llamadas Bandas Criminales de Colombia (BACRIM) para pactar la producción y transporte de cocaína hacia los Estados Unidos.
Mientras que en Guatemala, se tiene registro del CJNG desde el 2014, cuando detuvieron a Sebastiana Cottón Vásquez, Doña Tana, una de las principales operadoras del Cártel de Sinaloa, por lo que la organización liderada por Oseguera Cervantes comenzó a tejer una red de alianzas para el tránsito de drogas.
Además, también se ha sabido que la organización de las cuatro letras se ha vinculado con personas poderosas en Argentina. Ahí, autoridades judiciales de la provincia de Buenos Aires comenzaron a investigar al empresario Óscar Calvete Souza, quien era presuntamente una de las principales conexiones de Los Cuinis, brazo armado del CJNG.
Por su parte, en Uruguay también se detectó la presencia de este cártel en abril de 2016, cuando la policía del país detuvo a 11 miembros de la organización supuestamente vinculados con los Panama Papers. Fueron señalados por lavado de dinero a través de la compra de inmuebles en Punta del Este y otras zonas con alto poder adquisitivo, con empresas creadas ex profeso como Montella Global S.A. y Deltodo Enterprises.
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