Desde que comenzó la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que causa COVID-19, la desinformación y los rumores empezaron a circular en redes sociales. Hemos visto a Facebook, Google y Twitter agregar etiquetas, advertencias y enlaces a fuentes de noticias confiables y organizaciones de salud pública. Esto pareció funcionar hasta que llegó Plandemic, un documental que ha logrado una difusión de millones de reproducciones antes de que YouTube lo eliminara.
¿De qué trata Plandemic?
Al igual que muchos videos sobre teorías de la conspiración, afirma que las élites, desde las sombras, están utilizando una crisis global para esconder sus verdaders intenciones para sacar provecho y afianzar su poder. La cara de Plandemic es la Dra Judy Mikovits, quien afirma, sin evidencia, que las vacunas contra la gripe se han utilizado para implantar una forma latente del coronavirus en los cuerpos de las personas y que usar un cubrebocas “literalmente activa su propio virus”.
¿Pero quién es Mitkovits?
La carrera científica de Judy Mikovits comenzó a desmoronarse a partir de 2009, cuando publicó un artículo en Science atribuyendo el síndrome de fatiga crónica a los efectos de un virus.
El documento recibió una importante cobertura internacional. Sin embargo, como con tantos otros estudios potencialmente innovadores, nadie, incluidos muchos de los mismos investigadores involucrados en el estudio original, pudo replicar sus resultados. Numerosos intentos no lograron replicar el estudio, y la investigación en sí misma fue objeto de un escrutinio cada vez mayor por métodos descuidados y su dependencia de cifras engañosas o fabricadas.
Esto causó que Science, tras varios meses de análisis, decidiera retractarse del estudio. Esto, aunado a los conflictos subsiguientes entre Mikovits y su empleador, un laboratorio privado, culminaron en su arresto en 2012 por cargos de fugitiva de la justicia, luego de que supuestamente se fugó con una computadora e información confidencial. Posteriormente se retiraron los cargos penales, según los informes.
Desde entonces, ha alegado que ha sido víctima de una corrupción generalizada en la comunidad científica, y ha presentado conferencias de autismo en comunidades anti vacunas, que son amigables con teorías de la conspiración sin fundamento. Como creer que el autismo es causado por las vacunas, a pesar de que esto ha sido ampliamente desmentido.
Mikovits no ha publicado nada en una revista de renombre científico desde 2012, aunque es coautora de dos libros superventas con Kent Heckenlively, un conocido anti vacunas. También continúa afirmando, sin evidencia, que es una investigadora líder en VIH-SIDA y que Anthony Fauc —director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)—, estaba tratando de “encubrir” el SIDA para ganar dinero con él en la década de 1980.
También acusó a Fauci de haberla encarcelado en 2018 por revelar que a las personas se les inoculan virus mediante las vacunas. No hay registro de que haya pisado la cárcel en ese año.
¿Por qué se volvió viral el documental?
Mikovits parece haber alcanzado un nivel de celebridad pseudocientífica de la extrema derecha con la publicación de su último libro, Plague of Corruption, que ha alcanzado el primer puesto en las listas de Amazon en medio de la pandemia del nuevo coronavirus. Y su popularidad ha hecho que aumente sustancialmente el número de seguidores que tiene en Twitter.
Sin embargo fue Plandemic lo que la terminó de catapultar al a fama. ¿A qué se debe esto?
Erin Gallagher, investigadora de redes sociales que se especializa en visualizaciones de datos, ofrece algunas pistas. Gallagher utilizó CrowdTangle, una herramienta propiedad de Facebook para analizar publicaciones, para investigar cuándo Plandemic comenzó a surgir en la red. Encontró que las publicaciones que hacen referencia al documental aparecieron con mayor frecuencia en grupos de Facebook dedicados a QAnon, es decir, grupos de desinformación antivacuna y teorías de conspiración en general.
De acuerdo con The Verge, Facebook primero censuró Plandemic antes de removerlo de la red social. Sin embargo, esto es resultado de la política de Facebook de enfocarse en la creación de servicios para grupos más pequeños y privados, los críticos señalaron que esto probablemente dificultaría la el trabajo de los verificadores de información. Esto pasa en los chats de WhatsApp, que están encriptados de extremo a extremo. Pero también es cierto para los grupos privados de Facebook, donde Plandemic fue compartido de manera más viral.
En cuanto a YouTube, Plademic fue subido el 4 de mayo y eliminado el 6 de mayo. Mientras tanto, generó 7.1 millones de visitas. Según la compañía, la gran mayoría de esas visitas provienen de sitios externos, es decir, que fue vinculado a otras fuentes, en lugar de verlo directamente rn YouTube. El análisis de Gallagher sugiere que un número significativo de esos clics provino directamente de Facebook.
Para terminar de entender el éxito del documental, Gallagher explica que la gente cree en Plandemic por su formato: “El documental estuvo muy bien hecho con iluminación profesional, ángulos de cámara agradables, música dramática. Parece legítimo. Tendemos a aceptar cualquier cosa en formato documental como un hecho, especialmente cuando se ve bien.”
Tal vez Plandemic no sea el último ni el único documental falso o desinformación relacionado con el coronavirus que causa COVID-19, pero es por eso que hay que estar atentos y evitar a ser medios de propagación de noticias e información de dudosa procedencias, que sólo ayuda a aumentar el pánico.
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