Alondra Torres, doctora privada con especialidad en otorrinolaringología, fue agredida con cloro por un desconocido en Zapopan, Jalisco, pese a que no atiende casos de Covid-19.
La médica salió ayer a pasear a su mascota cuando fue rociada con el líquido por portar su uniforme.
"Entre 9:30 y 10:00 de la mañana salí a pasear con mi perro, y a la altura de Avenida Inglaterra y Capricornio sentí que me gritaron, pero no logré distinguir que fue", recordó.
"En cuanto volteé alguien me roció cloro en la cara, parte del cuello, hombro izquierdo y me terminó entrando al ojo", añadió.
En ese momento, a Alondra se le nubló la vista y mientras con una mano intentaba no soltar a su perro que estaba alterado, con la otra se protegía del dolor que la sustancia provocaba en su ojo, describió.
Por ello, decidió ir a su casa a bañarse, lavó las zonas de su cuerpo afectadas por la solución que le arrojaron y posteriormente acudió por atención médica.
La médica salió ayer a pasear a su mascota cuando fue rociada con el líquido por portar su uniforme.
"Entre 9:30 y 10:00 de la mañana salí a pasear con mi perro, y a la altura de Avenida Inglaterra y Capricornio sentí que me gritaron, pero no logré distinguir que fue", recordó.
"En cuanto volteé alguien me roció cloro en la cara, parte del cuello, hombro izquierdo y me terminó entrando al ojo", añadió.
En ese momento, a Alondra se le nubló la vista y mientras con una mano intentaba no soltar a su perro que estaba alterado, con la otra se protegía del dolor que la sustancia provocaba en su ojo, describió.
Por ello, decidió ir a su casa a bañarse, lavó las zonas de su cuerpo afectadas por la solución que le arrojaron y posteriormente acudió por atención médica.
"Quiero pensar que estaba diluido, porque no alcanzó a quemarme, y me fui a atender con una amiga oftalmóloga", explicó.
Al presentar su denuncia ante el Ministerio Público, fue enviada a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos cometidos contra las Mujeres, donde tomaron su declaración y fotos de su filipina decolorada, como evidencia.
Le explicaron que no se trataba de un caso asilado, pues ya son varias las denuncias que se presentan ante las autoridades por agresiones a personal médico con un "modus operandi" similar.
"Por lo que me comentaron, ya tienen un colectivo de denuncias que tienen un modus operandi similar, por lo que iban a revisar la zona", explicó.
Hoy, el párpado de Alondra sólo amaneció inflamado y para mañana debería, según sus palabras "estar al 100".
Pero más allá de que se resuelva su caso, la médico otorrino egresada hace dos años del Hospital Civil Viejo, pide que la población deje realizar su trabajo al personal médico, pues ella no atiende casos de coronavrius, y por la ignorancia se sumó a las estadísticas de agresiones a doctores y enfermeras.
"Lo único que pido es que se haga un llamado a la población a realizar un alto a estas agresiones... No es posible que en plena pandemia estén sucediendo estas cosas".
Explicó que entiende que la situción genera incertidumbre, miedo y pánico, pero que tanto el personal médico como la población en general se deben unir.
"En otros países les aplauden y todo y aquí no es necesario que nos echen flores ni nada, pero simplemente que nos dejen realizar nuestro trabajo", concluyó.
fuente.-
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