¿Es la deuda mala? Una maestra de la Universidad de Texas los sintetiza muy bien. No, la deuda no es mala, todos los gobiernos la utilizan, lo malo es el malgasto, la falta de transparencia, la corrupción que se da en los gobiernos. “Financiar proyectos de agua, de salud o de inversión es válido siempre y cuando se haga de manera transparente”, explicaba durante un foro realizado en la vecina ciudad de Laredo, Texas.
En Tamaulipas, los endeudamientos han sido constantes en los últimos cuatro sexenios. “La tesis es sencilla: Eugenio Hernández endeudó al estado para hacer obras las cuales la mayoría no existen y con Francisco Cabeza de Vaca se ha contratado deuda pero no ha habido crecimiento económico en estos primeros dos años y hay más personas pobres en Tamaulipas”, afirma Adán Moctezuma, economista del Instituto de Economía y Política Social.
“Aunque la deuda es positiva si se usa para invertir en obra pública, que por cierto su reflejo en la economía es súper lentísimo, los tamaulipecos no han visto nunca en su historia, los beneficios del eneudamiento público”, añade el analista en entrevista para El Mañana de Nuevo Laredo. Con Manuel Cavazos el endeudamiento estatal fue de 271 millones de pesos.
Tomás Yarrington elevó la deuda en 395% y la dejó en 1 mil 343 millones de pesos. Pero Eugenio Hernández la detonó hasta los 10 mil 069 millones de pesos, es decir 649% más que Yarrington.
Egidio Torre recibió el Estado quebrado y presionado por los pagos; y entre reestructuraciones y nuevos créditos la deuda estatal creció 36.4%, para dejarla en 13 mil 740 millones de pesos.
Según los registros del Banco de México, la deuda pública de Tamaulipas era a principios de este año de 16 mil 562 millones de pesos sin contar la deuda de los municipios. Por lo que el nuevo préstamos que solicitará Francisco Cabeza de Vaca la elevará a más de 21 mil millones, añade Moctezuma.
“Ojalá que no nos pase lo que con Eugenio Hernández; que el Congreso incluyendo al PAN le aprobó el primer mega crédito por 6000 millones de pesos para aprobar 20 obras de infraestructura de las cuales muchas no existen. “Y lo que es peor, además de todo y lo escandaloso, opaco e in-útil del endeudamiento, la única obra visible es el parque Bicentenario y sus anexos como la Feria, el Congreso, el Archivo Estatal y el Registro Público que albergan burocracia que no produce y sí cuesta”, explicó.
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