Una cadena de enigmas ha dejado la renuncia de Ricardo Ahued como titular de la Administración General de Aduanas, depuesto bajo argumentos falsos por la responsable del SAT, Raquel Buenrostro.
El 15 de abril deberá ser registrada como otra fecha estrambótica en la historia del gobierno de la 4T. En un oficio de la señora Buenrostro, se ordena a Ahued que dado que se ha contagiado de Covid-19, guardará aislamiento doméstico y una funcionaria cercana a aquélla será su relevo. Se informó a los medios la “noticia” de su renuncia. Minutos después, en otro oficio, Ahued dice no tener padecimiento alguno, y asegura que ha laborado desde casa. Por la tarde él se reunió en privado con el presidente López Obrador (quien personalmente lo atrajo a las filas de Morena en 2018), y al salir anunció que se iría el último día de mes, para retomar su escaño como senador por Veracruz.
De acuerdo con informaciones confiadas a este espacio, se trata de una cortina de humo para la pugna sobre el manejo de decenas de miles de millones de pesos que acaban de entrar en el limbo por decisiones gubernamentales. Hay, además, una guerra en curso por el control de las 49 aduanas del país, donde sigue reinando la corrupción, como lo aceptó el propio López Obrador. Esta batalla no se está librando contra intereses del pasado. Los actores principales llegaron con la nueva administración. La mayor parte, designados por el antecesor de Ahued y actual subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta.
Aquí hay dos tramas ligadas a esta historia: Desde 2004 la Secretaría de Hacienda creó el fidecomiso FCLA, que administra cobros por servicios de particulares autorizados para usuarios de las aduanas. El carácter de esos fondos atrajo una resolución de la Corte ese mismo año, validando su control por la dependencia. Al cierre de 2019, el fideicomiso sumaba más de 50 mil millones de pesos, según reportes. Ese dinero estaba presupuestado por Ahued para dotar de tecnología de punta para evitar corrupción en las aduanas, pero fue congelado por órdenes de Palacio Nacional para reforzar los dineros destinados a la atención de la pandemia.
Por otro lado, este mismo fin de semana, durante lo que puede ser su último acto público como titular de Aduanas, Ahued se presentó inopinadamente en Veracruz, y soltó a los reporteros que está en marcha una investigación por evasión fiscal por al menos 1,900 millones de pesos por importaciones de derivados petrolíferos, por concepto tanto de ISR como IVA y que incluye a empresarios del sector y a funcionarios. Reveló que en meses pasados, por instrucciones presidenciales, efectivos de la Marina apoyaron inspecciones en diversas aduanas, en particular en Tuxpan.
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