domingo, 15 de marzo de 2020

"SER MUJER POLICIA": REPRESENTAN el 20% de la FUERZA POLICIAL MACHISTA del PAIS...que las relega a lo administrativo.

Las mujeres enfrentamos un clima de adversidad que influye en todos los ámbitos de nuestra vida. Esa adversidad no escapa a las mujeres policías, quienes se enfrentan con valentía a la adversidad de trabajar en un mundo, erróneamente diseñado por y para hombres.
Las mujeres policías representan alrededor del 20 % del estado de fuerza del país, y a pesar de que sus funciones se han ampliado, siguen realizando labores predominantemente administrativas. Esto sucede porque, desde su incorporación a las filas de la policía, se ha mantenido un patrón histórico que las ubica en el ámbito privado-doméstico; quizá por ello, como reflejo, se les suelen asignar actividades administrativas o secretariales, que distan mucho de una carrera policial propiamente entendida.
La carrera policial consta de varias etapas, empezando por el proceso de reclutamiento y selección, que implica obtener la certificación a través de pruebas médicas, poligráficas y socioeconómicas. Si aprueban esa etapa, ingresan a las academias donde dejan la vida civil y aprenden a ser policías. Posteriormente, son asignadas a desempeñar sus labores en algunos de los cuerpos específicos de las corporaciones. Durante su vida policial deben mantenerse constantes en las evaluaciones de certificación y en las pruebas de habilidades de desempeño; además, claro, de cumplir jornadas en ocasiones de 24 horas, y de a veces tener que pagar por su equipamiento. Y esta historia, desde luego nada fácil, ¿cómo la viven las mujeres?
Para entender un poco más sobre la vida de las mujeres policías, Causa en Común, con el apoyo del gobierno de Canadá en México, tocó las puertas de la policía estatal del Estado de México y la municipal de Ciudad Nezahualcóyotl para conocer por medio de 300 encuestas y seis grupos de enfoque su entorno laboral y sus preocupaciones, con la finalidad de impartir talleres de sensibilización al tema de género. El resultado es el estudio “Ser mujer policía”.
Encontramos que, en general, las mujeres deciden ingresar a la policía principalmente por vocación, al igual que los hombres. Su segunda motivación es la necesidad económica, al igual que los hombres. Sin embargo, esa vocación por la labor policial suele disminuir en las academias, debido a la violencia ejercida en su contra:
Gráfico 1. Tipo de agresiones sufridas por las mujeres policías durante su paso en la academia por parte de sus instructores

(Sobre el total de agresiones reportadas)

Elaboración propia con datos de la encuesta “Ser mujer policía” aplicada por Causa en Común en noviembre 2019 en las corporaciones de Estado de México y Nezahualcóyotl.
Siete de cada 10 mujeres policías sufrieron conductas indebidas. Además, las mujeres son quienes más reciben mensajes, fotos o comentarios con insinuaciones, todo tipo de acercamientos, intentos de invitaciones a sostener relaciones sexuales y amenazas por negarse a tenerlas.
Es lamentable constatar que las academias no son espacios del todo seguros para las cadetes y que las corporaciones policiales tienen todas las condiciones necesarias para convertirse en espacios de subordinación y control que normalizan la violencia contra las mujeres.
Se trata de un problema a nivel nacional. De acuerdo con la encuesta, “¿Qué piensa la policía?”, que Causa en Común aplicó a policías estatales en todo el país, cinco de cada 10 mujeres piensa que hay discriminación en la corporación, mientras que sólo dos de cada 10 hombres opina lo mismo. Esta situación confirma que existe un problema grave que sí tiene que ver con género.
No sorprende que muchas de las cadetes se desmotiven para continuar con su labor. Sabemos que, en general, para mujeres y hombres policías, las posibilidades de ascenso son muy limitadas, al igual que los reconocimientos a su labor. Pero una vez más, la situación es peor para las mujeres: sólo la cuarta parte de ellas ha recibido un estímulo o se le ha otorgado un ascenso. Además, los pocos hombres que reciben reconocimientos, suelen ser por “puestas a disposición”, mientras que las mujeres, en general, son reconocidas por antigüedad o puntualidad.
Durante los grupos de enfoque que realizamos en el Estado de México y Nezahualcóyotl, las mujeres policías señalaron que es menos probable que asciendan puesto que muchos hombres no las consideran capaces:
Siempre les dan la facilidad a los hombres (para ascender). Es muy raro que las mujeres tengan un mando (…). Son contadas las mujeres que tienen grado (…).
Muchas veces haces tu trabajo. Yo el año pasado tuve ocho puestas [de disposición] y no me toman en cuenta [para los ascensos].
 Somos un poquito más marginadas en cuanto a lo laboral… porque te menosprecian, piensan que, porque eres mujer, eres el sexo débil.
Cuando a mí me tocó ser jefa de turno, (…) en mi sector, éramos tres mujeres jefas de turno y los compañeros, los comandantes, le decían a mi jefe (…): “eres un pendejo. ¿Por qué tienes a esas pinches viejas de jefas de turno? Mejor mete cabrones. Esas pinches viejas no sirven de nada”. Y éramos el mejor sector de todo el municipio. Éramos el que tenía el índice más bajo de robo, más detenciones… de todo era lo mejor nuestro sector (…) Entonces, desde ahí te das cuenta que hay una discriminación.
Las mujeres policías enfrentan el crimen al exterior de sus corporaciones sin nada que hacer al interior de ellas, lo que se refleja en una muy baja disposición a denunciar.
Gráfico 2. ¿Denunciaste al agresor?

(Sólo personas que mencionan que durante su estancia en la academia ella o alguna de sus compañeras sufrió agresiones)

Elaboración propia con datos de la encuesta “Ser mujer policía” aplicada por Causa en Común en noviembre 2019 en las corporaciones de Estado de México y Nezahualcóyotl.
Más de la mitad de las agresiones reportadas no tuvo ninguna consecuencia (54 %). En 5 % se tomó la denuncia; en 11 % se inició la investigación y en 30 % de los casos se sancionó al agresor.
Estas situaciones de subordinación y abuso deben terminar. Como demuestra el estudio, sí hay autoridades conscientes del problema y dispuestas a enfrentarlo por medio de construir un piso parejo para mujeres y hombres, siempre conscientes, desde luego, de que existen diferencias físicas y necesidades diferentes. 
Por eso debemos preguntarnos: ¿existen medios para que mujeres que se encargan de la crianza de sus hijos, puedan combinar su vida familiar con el desarrollo profesional? ¿Cuentan las corporaciones en México con espacios que apoyen a las madres durante la lactancia, sin que les signifique decidir entre carrera policial y ser madres? ¿Qué hacer para que no se les considere primordialmente para labores de escritorio o secretariales? ¿Qué hacer para que se les reconozcan sus esfuerzos y logros, y para que realmente tengan oportunidades de ascenso?
En éstas y otras preguntas se encuentran muchos de los retos que deben abordarse para actuar en serio contra la desigualdad de género. Por ello, Causa en Común ha propuesto trabajar en los siguientes rubros, como mínimo:
1-  Mantener vigentes los talleres de sensibilización al tema de género, particularmente entre mandos e instructores.
2-  Ampliar campañas informativas sobre la importancia de denunciar.
3-  Modificar o diseñar códigos de ética y lineamientos para incluir las conductas indebidas que más se replican en la corporación con sanciones severas.
4-  Mantener el seguimiento a los procesos de investigación de casos de violencia de género.
5-  Asegurar la integridad de la víctima después de su denuncia.
Si no se promueve el desarrollo de las mujeres policías, no será posible mejorar a nuestras instituciones de seguridad pública. Y si no rescatamos a nuestras policías, nunca podremos construir la seguridad que tanto nos urge. 

Fuente.-María Elena Morera
Presidenta de Causa en Común.

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