Tras la emboscada a militares en Sinaloa operó una red de halcones al servicio del Cártel de Sinaloa y de autoridades policiacas de Culiacán.
Mandos castrenses consultados por REFORMA aseguran que el convoy militar había sido intervenido en sus frecuencias de radio desde que incursionaron en Bacacoragua, Municipio de Badiraguato.
Además, reprocharon que la movilización de más de 15 camionetas -con unos 50 hombres a bordo- el 30 de septiembre no haya sido detectada por autoridades de Culiacán.
"A esa hora de la madrugada, la movilización de tanta gente a un punto es muy raro, las cámaras debieron poner en advertencia ese hecho ¿De dónde procedían esos vehículos? ¿Por qué no alertaron a militares del punto de reunión?
"Tantos vehículos no pueden pasar desapercibidos, a menos que exista una complicidad", reprochó un jefe militar de operaciones consultado.
Los hechos ocurrieron a las 3:45 horas sobre la Carretera Internacional México 15 y Bulevar Malova, una zona donde se ubican cámaras de vigilancia y es constantemente patrullada por elementos locales.
En ese punto se apostaron unos 50 integrantes del Cártel de Sinaloa con armas de grueso calibre y hasta granadas, se establece en las primeras indagatorias.
En la emboscada al convoy militar murieron 5 soldados y 10 más resultaron heridos; en total iban 17 militares, distribuidos en dos vehículos, y resguardaban una ambulancia en la que era trasladado un herido identificado como Julio Óscar Ortiz Vega, "El Kevin", cercano a familiares de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Los mandos manifestaron que en el regreso del convoy a Badiraguato, a unos 88 kilómetros de la localidad serrana de Bacacoragua, y a más de dos horas en vehículo por la brecha, los soldados adscritos a la Novena Zona Militar no encontraron a ninguna patrulla local y que el "halconeo" de sus movimientos se derivó de la filtración a sus radios y a la gente que trabaja para el Cártel de Sinaloa.
"Todo mundo avisa a todo mundo sobre la presencia del personal militar, el mecánico, la señora de la tienda... y más en ese tipo de zonas en donde la gente de alguna manera protege a estos individuos, a eso se suma la escucha de las frecuencias", reprochó un mando militar.
Si bien, la práctica del "halconeo" es un tema que sobrelleva el Ejército y la Marina en la mayoría de sus operaciones, los militares no habían sufrido una emboscada con tantos pistoleros con artillería pesada.
De hecho, en Bacacoragua fueron atacados a balazos por un grupo de unas 10 personas que fueron superadas por la metralla militar.
"Un tema que no hay que perder de vista es que los soldados ya habían tenido un enfrentamiento en la sierra, que venían mermados de parque, de balas", lamentó el mando.
Ayer el Gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, visitó a uno de los 10 soldados heridos en el Hospital Regional Número 1 del Instituto de Seguro Social en la Ciudad de Culiacán y se entrevistó con médicos y familiares del elemento quien continúa en estado grave.
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