Las autoridades de Colombia afirman haber descubierto un nuevo método de tráfico de drogas ilegales, pero ésta no es la única técnica de contrabando innovadora utilizada por los grupos criminales más sofisticados del país.
El 23 de octubre, la Armada de Colombia descubrió 73 kilos de cocaína sumergidos bajo el agua y atados mediante un cable a un velero panameño estacionado en puerto y llamado “Tormenta Solar”. Los buzos extrajeron ocho paquetes llenos de cocaína sumergidos con pesas para evitar que flotaran.
“De esta manera se evidencia la nueva forma de transporte de estupefacientes por medio de la modalidad de arrastre”, dice el comunicado de prensa de la armada. “De tal manera que si la embarcación es requerida por las autoridades, se pueda cortar el paquete”.
La incautación se realizó en la isla de Barú, cerca de la ciudad costera de Cartagena, en el Caribe colombiano. El capitán del barco, de nacionalidad lituana, fue detenido.
Aunque las autoridades colombianas se refirieron a éste como un “nuevo” método para transportar drogas, los informes sobre tráfico de arrastre subacuático han estado circulando por varios años.
Análisis de InSight Crime
Los traficantes colombianos están utilizando diversos métodos avanzados para pasar toneladas de drogas por los controles de seguridad en las rutas marítimas, aunque las investigaciones de InSight Crime sugieren que continúan utilizando los métodos más tradicionales que no implican pérdidas tan grandes cuando son interceptados.
La reciente incautación en Cartagena es una versión menos refinada de la técnica casi infalible de “torpedo”. En una conferencia de la policía antinarcóticos a la que InSight Crime asistió, el capitán de la marina George Rincón explicó que este método consiste en llenar un recipiente en forma de torpedo, equipado con una boya y señal de GPS, que puede llevar hasta 7 toneladas de cocaína y que va atado a la parte inferior de un barco mediante un cable. La embarcación parte entonces con algunos otros barcos. Si la que lleva las drogas es interceptada, suelta el contenedor bajo el agua, que más tarde es recuperado por otro barco. Esto les hace extremadamente difícil a las autoridades capturar a los traficantes in fraganti. (Vea gráfica abajo).
Según un documental de Univisión de 2014, el método de “narco torpedo” fue desarrollado en al año 2000 utilizando un transmisor de radio similar e instalando una boya flotadora. Otra variante consisten en soldar torpedos cargados de droga en el fondo de las naves, que son extraídos por buceadores en horas de la noche, una vez el barco atraca en puerto.
Otra opción de bajo riesgo pero con alta capacidad consiste en usar semisumergibles, o “narco submarinos”, que han sido usados desde por lo menos la década de los noventa. Según las autoridades navales, los narco submarinos que salen de la costa del Pacífico colombiano toman una ruta circular que los lleva primero hacia el sur, alrededor de las Islas Galápagos de Ecuador, para luego dirigirse al norte, hacia Centroamérica y Estados Unidos. Esto quizá les permite evitar las tecnologías de detección en aguas colombianas.
Sin embargo, según estadísticas oficiales, las naves marinas más comúnmente interceptadas por llevar drogas son las “lanchas” —una opción que ha sido popular entre los narcotraficantes suramericanos por décadas—.
Quizá las lanchas han seguido siendo uno de los métodos favoritos para el transporte de drogas porque, aunque pueden llevar menos cantidad de drogas, son una opción más barata que los submarinos o los torpedos y requieren mucho menos conocimientos para coordinar los envíos.
Según esto, es probable que las estadísticas de incautación de Colombia no reflejen claramente cómo son transportadas las drogas. De hecho, según policías antinarcóticos consultado por InSight Crime en la ciudad puerto de Santa Marta, ubicada en el norte del país, transportar drogas ocultas en contenedores sigue siendo el método más utilizado por los traficantes colombianos— por lo menos en la costa Caribe—. Los millones de contenedores que salen de los puertos colombianos cada año permiten que enormes cantidades de drogas pasen inadvertidos a través de los controles de seguridad.
Al mismo tiempo, el hecho de que relativamente pocos submarinos sean confiscados dice mucho sobre la eficacia de este método en términos de evadir los controles. Y dada la fuerte inversión inicial pero el enorme volumen de ganancias que genera el uso de torpedos y submarinos, estos están quizá entre los métodos favoritos de las organizaciones criminales más sofisticadas.
Las autoridades colombianas también le han dicho a InSight Crime que se han detectado otras técnicas de tráfico marítimo, como los “drones marinos”, torpedos submarinos por control remoto que son controlados por los traficantes desde un barco cercano. Al separarse físicamente de las drogas, los traficantes pueden evadir fácilmente los controles de las fuerzas de seguridad.
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