Pobladores del Municipio de Balancán corrieron a gritos al Secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, del Instituto Tecnológico de Los Ríos, tras la represión estudiantil ocurrida el pasado 7 de mayo.
“¿Qué estás esperando? Que nosotros te golpeemos, nosotros no vamos a hacer eso, cabrón. Tú sí lo hiciste con el pueblo”, confrontó un poblador al hermano del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, que salía de una reunión con la comunidad del Tecnológico.
“No, no, no, tampoco lo hice”, respondió el funcionario mientras decenas de personas le gritaban “buitre”.
Posteriormente, una mujer hizo referencia a AMLO y le dijo: “lastima de hermano”.
“Andrés Manuel era una gran persona, tú eres un buitre”, soltó.
Uno de los inconformes también mojó a José Ramiro López y en respuesta él sólo dijo “gracias, gracias” y alzó la mano en señal de despedida.
“Lárgate, maldito”, “A Balancán se le respeta”, también se alcanzó a escuchar entre los gritos que recibió.
Que nos dice entre lineas la actitud del pueblo de Balancán ante José Ramiro López Obrador
La reacción del pueblo de Balancán al secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, tras la represión estudiantil en el Instituto Tecnológico de Los Ríos, revela varias capas de descontento social, desconfianza hacia la autoridad y una fractura en la relación entre gobierno y comunidad.
1. Rechazo abierto y pérdida de legitimidad
El hecho de que los pobladores corrieran a gritos a José Ramiro López Obrador, llamándolo “buitre” y expresando frases como “lárgate, maldito” y “a Balancán se le respeta”, muestra un rechazo frontal y visceral, no solo hacia la persona del funcionario, sino hacia la representación del poder estatal que encarna. La hostilidad, que incluyó arrojarle agua y abucheos, es un símbolo de la ruptura de la legitimidad gubernamental ante la comunidad.
2. Ruptura del vínculo con el proyecto de la 4T
Las referencias directas a Andrés Manuel López Obrador (“lástima de hermano”, “Andrés Manuel era una gran persona, tú eres un buitre”) indican que, para la comunidad, existe una clara distinción entre el proyecto político del expresidente y la actuación de su hermano. El pueblo utiliza la comparación para subrayar la traición a los valores que identificaban con AMLO, como la cercanía al pueblo y la defensa de los desprotegidos, y para marcar distancia con el actual gobierno estatal, percibido como represivo y ajeno.
3. Indignación por la represión y la criminalización
El episodio de la represión con gases lacrimógenos contra estudiantes y maestros, así como la existencia de órdenes de aprehensión y denuncias penales contra manifestantes, generó un profundo agravio socia. La actitud desafiante del pueblo (“nosotros no vamos a hacer eso, cabrón. Tú sí lo hiciste con el pueblo”) señala que la comunidad se niega a responder con violencia, pero exige justicia y condena el uso de la fuerza estatal para acallar protestas legítimas.
4. Desconfianza ante las soluciones gubernamentales
Aunque el secretario de Gobierno anunció que se retirarían las demandas contra estudiantes y que no habría represalias, la comunidad percibe estas promesas con escepticismo, pues no se han atendido las causas de fondo del conflicto ni se ha incluido realmente a los estudiantes en la negociación. El relevo en la dirección del instituto tampoco fue visto como una solución legítima, sino como una imposición más.
5. Empoderamiento y solidaridad comunitaria
La reacción colectiva, la defensa de los estudiantes y la demanda de respeto para Balancán reflejan un proceso de empoderamiento social. El pueblo no solo repudia la represión, sino que se erige como defensor de los derechos de sus jóvenes y de la dignidad local, transformando la protesta estudiantil en un grito colectivo por justicia. La convocatoria a nuevas movilizaciones y la exigencia de castigo a los responsables de la represión muestran que la comunidad está dispuesta a sostener su lucha.
Conclusión
Entre líneas, la actitud del pueblo de Balancán revela una profunda fractura entre la sociedad y el gobierno estatal, marcada por el descrédito, la indignación ante la represión y la exigencia de justicia y respeto. El episodio no solo evidencia el rechazo a una figura política específica, sino que expresa el hartazgo ante prácticas autoritarias y la demanda de un gobierno verdaderamente representativo y cercano al pueblo.
Con informacion: ELNORTE/

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