La inteligencia artificial no sólo ofrece combustible para campañas de desinformación, reclutamiento, extorsión e inteligencia, sino que organizaciones criminales —incluidas las mexicanas— podrían aprovechar esta tecnología para predecir los movimientos del personal militar y policial, así como mejorar ampliamente la eficiencia de sus operaciones, advierte un análisis de la Iniciativa sobre Actores Armados no Estatales, del Brookings Institution.
Hasta ahora, los actores armados no estatales no han sido vistos como amenazas ofensivas importantes en el ciberespacio. Sin embargo, debido a la naturaleza asimétrica del conflicto cibernético, hay evidencia de que grupos criminales y terroristas han comenzado a incursionar en este ámbito”, detalla el documento elaborado por la analista Valerie Wirtschafter, especializada en tecnología emergente.
Por ejemplo, añade el análisis, “los cárteles de la droga en México han utilizado software espía de última generación para rastrear a periodistas y trabajadores de organizaciones sin fines de lucro”.
El reporte hace énfasis en la llamada inteligencia artificial generativa, que se refiere a una tecnología que puede “aprender” patrones a partir un entrenamiento para generar nuevos resultados.
Aunque esta disciplina existe desde hace décadas, aclara el análisis, “los avances en el aprendizaje automático, la mayor disponibilidad de datos, la mejora en la potencia de procesamiento de las computadoras y las grandes inversiones financieras han llevado a un rápido progreso” que está al alcance también de organizaciones “dañinas”.
La investigadora del Brookings Institution explica que las la inteligencia artificial generativa tienen el potencial de reforzar los esfuerzos de desinformación, reclutamiento e inteligencia de actores armados no estatales.
Las salidas de texto, video y audio generadas con inteligencia artificial “podrían acelerar la creación de una ‘atmósfera de guerra’ para confundir o distraer a los objetivos e inyectar contenido más engañoso en el espacio de información. Esto podría incluir esfuerzos para falsificar o sembrar divisiones entre el personal encargado de hacer cumplir la ley, disfrazar rutas de contrabando o exagerar los éxitos en el campo de batalla, entre otras posibilidades”, detalla el reporte.
Al hacer un llamado a gobiernos del mundo a invertir en investigación y capacitación sobre inteligencia artificial, la Iniciativa advierte que “la inteligencia artificial generativa puede acelerar los delitos cibernéticos vinculados a la extorsión, el ciberespionaje y los ciberataques al reducir los costos técnicos y de personal asociados con estos conjuntos de habilidades”.
Por ejemplo, agrega, los grupos delictivos pueden utilizar videos deepfake para fabricar pruebas de comportamientos ilegales o comprometedores con fines de extorsión.
fuente.-iamgen/web
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