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domingo, 8 de octubre de 2023

LOS "POLLERITOS del GOLFO": "TACUACHITOZ del PRIMITO y del GUME de la KENA-19 DIRIGEN el TRAFICO de ILEGALES por ESTRATEGIA BARATA"...puro mocoso desechable.



Adolescentes de entre 14 y 17 años, reclutados al servicio del Cartel del Golfo que "ya no es tan narco", son los encargados de guiar a grupos de migrantes que llenan de millones de dólares los bolsillos de Cesar Morfin alias "primito",líder de la facción de los "Metros" del Cartel del Golfo que controla de Reynosa a Miguel Aleman y su par criminal,ahora antagónico,Alberto Garcia Vilano,alias La "Kena-19",quien con ayuda del encargado de las operaciones en el Rio,Gumersino Perez Maya,alias "Gume", hacen lo mismo desde el municipio de Rio Bravo a Matamoros a través del río Bravo, para introdicirlos por cientos de miles a Texas.
Los criminales dedicados al tráfico de personas los utilizan como "polleritos" debido a que, cuando son detenidos por las autoridades de Estados Unidos, son tomados como menores de edad que viajan solos y los repatrian sin mayores consecuencias, de acuerdo con Óscar Misael Hernández, académico del Colegio de la Frontera Norte, Unidad Matamoros.


En 11 años de estudiar el fenómeno migratorio, el antropólogo detectó esta vertiente del reclutamiento forzado de jóvenes por parte de la delincuencia organizada. Se les llama “menores de circuito” porque a las pocas horas de regresar a México ya están de nuevo en las calles al ser recogidos de los albergues por presuntos tíos o hermanos, pero en realidad son los criminales para los que trabajan. Ya conocen la frontera y como sólo a los adultos se les castiga por coyotaje, tanto en México como en EU, a la delincuencia le conviene aprovecharse de ellos.
Un estudio de "Reinserta" y la Red por los Derechos de la Infancia señala que el reclutamiento forzado se da desde los siete años, principalmente de niños que viven en comunidades aisladas, marginadas, con altos índices delictivos o bien, de menores que sufren abandono o violencia familiar.
FORMAN COMO POLLEROS Y COYOTES A JÓVENES EN ESTADOS DEL NORTE

En la frontera norte de Tamaulipas, el Cártel del Golfo comenzó a utilizar a menores de edad como polleros o coyotes, que sirven como guía para cruzar migrantes a Estados Unidos con la obtención de importantes dividendos.

En una investigación que lleva a cabo el antropólogo social Óscar Misael Hernández, sobre el fenómeno de migración en niños, niñas y adolescentes que son repatriados desde EU, obtuvo historias y testimonios de menores que sirven al crimen organizado para cruzar migrantes al país del norte.

De acuerdo con el trabajo presentado a estudiantes del ITESO en Jalisco, descubrió que al finalizar el 2019 hubo mil 849 niños, niñas y adolescentes que fueron deportados a México, pero resulta que 30% de éstos sirvieron como guía.

Para terminar el 2020, en plena pandemia, hubo un total de 940 deportaciones, pero con la alarmante cifra de que 63% era pollerito.

Se les conoce también como los "niños rojos", debido a que las autoridades de ese país los marcaban con tinta roja tras identificarlos como traficantes.

El Cártel del Golfo, que opera desde Matamoros, Río Bravo y Reynosa, entre otras ciudades, se apoderó del tráfico de migrante, desplazando a los adultos y colocando a los menores de edad debido a que las leyes son menos estrictas que con una persona mayor.

Aunque son retenidos, al poco tiempo vuelven a la calle y esperan su momento para volver a cruzar a un grupo de 10 a 15 personas.

De acuerdo con Hernández, muchos están enganchados por la situación precaria en que viven y, de alguna manera, la paga que reciben les ayuda a ellos y su familia a salir adelante.

El crimen llega a cobrar entre dos mil a seis mil dólares y si se trata de un extranjero asiático, el costo es mayor. De estos pagos, los coyotes pueden recibir por cada trayecto entre 400 a mil dólares.

El cruce es una vez por semana, pero si se trata de un menor que es diestro los viajes podrían llegar hasta dos.

En el caso del coyotaje están los que ofrecen el servicio de traslado, el que los cuida en una casa de seguridad, el que los pasa (coyotito), el vigía o el halcón, pero existe la posibilidad de que con el tiempo puedan pedir pasar como sicarios o ser jefe de una banda de las ramas criminales en las que se ven inmiscuidos.

LOS UTILIZAN TAMBIÉN EN EL DESIERTO

A través de redes sociales, los grupos de la delincuencia organizada dedicados al tráfico de droga e indocumentados reclutan a jóvenes, preferentemente menores de edad e incluso niños, para que sean las guías de grandes grupos de migrantes o mulas del narco, a través del desierto entre Sonora y Arizona, EU.

Para las células criminales, reclutar a hombres y mujeres en su pubertad e incluso niños facilita su operatividad, ya que los menores de edad cuando son descubiertos por las agencias migratorias o de seguridad, no pueden ser judicializados por las autoridades de México o Estados Unidos, así que no son llevados a prisión, al ser deportados y llevados a albergues, los vuelven a ubicar, pero regresan a las actividades criminales como guías en el desierto.

Este modus operandi lleva décadas funcionando, pero apenas en agosto pasado, un juicio promovido por la oficina del fiscal federal con sede en Phoenix, Arizona, reveló la existencia de 13 acusaciones contra 22 sospechosos detenidos en ambos lados de la frontera como integrantes de una red acusada de conspiración para el tráfico de personas.

De acuerdo con el fiscal estadunidense, los grupos criminales utilizaban para el reclutamiento de jóvenes y menores principalmente en las redes sociales de Snapchat, TikTok, Facebook e Instagram, además que para la comunicación en la operación de tráfico de drogas y personas, aprovechan la opción del servicio de mensajería de WhatsApp, que ahora borra los mensajes, complicando las investigaciones.

Otra forma de reclutamiento de jóvenes y mujeres, principalmente cuando la pareja o algún familiar si tuvo relación con grupos criminales, es que en los momentos posteriores a una ejecución o desaparición, los criminales van por las personas cercanas a la víctima para obligarlos a continuar con las labores que tuvo su pariente.

Por ejemplo, entre diciembre de 2022 y enero del 2023, en Cajeme, varias mujeres murieron en manos de gatilleros, quienes las quisieron obligar a vender droga en “tienditas” de narcomenudeo, pero al negarse, fueron vejadas, torturadas e incluso abusadas sexualmente para reclutarlas.

*Brayan Antonio, conocido como Osito, es resguardado por las autoridades, tras ser rescatado en Zacatecas.

OSITO DESAPARECIÓ EN JALISCO Y LO LOCALIZARON EN ZACATECAS

Brayan Antonio, conocido como Osito, fue privado de su libertad por criminales el 16 de marzo en Valle de los Molinos, para reclutarlo por un grupo de la delincuencia organizada y obligarlo a delinquir.

El menor desapareció cuando fue a jugar a un parque, donde un grupo armado se lo llevó a la fuerza en una camioneta.

En ese tiempo se presume que el menor fue golpeado y torturado para obligarlo a cometer delitos.

Su madre encontró a su hijo tras revisar el Registro Nacional de Personas Detenidas y se percató que había sido detenido en Cieneguillas, Zacatecas, por lo que pidió ayuda a las autoridades, ya que temía trasladarse a Zacatecas.

El pasado 23 de septiembre se hizo realidad la petición de la madre, por lo que Brayan Antonio fue trasladado de Zacatecas a Jalisco y quedó bajo el resguardo de las autoridades estatales, según informó la Fiscalía de Jalisco.

Osito, de 13 años, padece una condición psicóloga denominada Peter Pan, lo que hace que la percepción de su entorno sea la de un niño de 5 años. Tras ser reclutado, ahora Brayan requerirá mucha ayuda para superar lo que vivió en este lapso de tiempo. Al menor no se le imputa delito alguno.

OFERTAS LABORALES, EL ENGAÑO

Cesar Pérez, activista por los derechos humanos en Jalisco, es abordado por uno de sus conocidos: “Amigo, necesitamos que nos asesores, al hijo de una compañera le prometieron trabajo en el campo, pero en realidad eran reclutas del crimen organizado”.

El reclutamiento en México para formar parte de los cárteles se da “a través de engaños, de ofertas laborales, en muchos casos se llevan a los jóvenes de manera forzada; también sucede que los jóvenes se van voluntariamente cuando los parientes o amigos de adolescentes e incluso niños los invitan a formar parte de sus bandas prometiendo un ingreso para resolver problemas económicos muy apremiantes que la mayoría de los jóvenes tienen”, explica en entrevista para Excélsior César Pérez Verónica.

Los cárteles, según la revista Science, cuentan con al menos 175 mil miembros; sin embargo, como asegura el también profesor del ITESO, no son empresas que den trabajo con derechos laborales y prestaciones, “son grupos fuera de la ley que no deberían compararse con empresas legalmente constituidas, eso es normalizar una actividad que se debe combatir y que no debería representar una opción como modelo de vida”.

Cuando se piensa en reclutamiento para ser parte de los cárteles en México, lo primero que viene a la mente son jóvenes que estarán en el fuego cruzado; sin embargo, dice el también profesor del ITESO, “son estructuras tan grandes que también necesitan quien cocine, limpie, les lave la ropa, los cure, rente una casa de seguridad, entonces, muchos de los desaparecidos terminan en un lugar del que ya no van a salir, porque como ya saben demasiado del funcionamiento interno del cártel, es peligroso que estén libres, entonces, o los matan o no vuelven a su vida normal, incluso si te fuiste con ellos de forma voluntaria entras, pero ya no sales. 

La lucha por el territorio se ha vuelto más letal en los últimos dos años entre el Cártel Jalisco y el de Sinaloa, en el norte vemos que los enfrentamientos van aumentando y, por ende, el número de bajas, por lo que deben suplir a esos elementos; en este momento por el que pasa el país, debe ser terrorífico ser un adolescente que vive en ciertas zonas donde hay necesidad y, o te van a reclutar y vas a aceptar porque no tienes otras opciones, o te van a obligar”, añade el activista.

Asimismo, explica que hay grupos dentro de los cárteles que específicamente se dedican al reclutamiento, “lo vimos desde hace años con los Zetas, lo vimos en el caso de Lagos de Moreno, obligan a los jóvenes a matarse entre ellos y así sacar a los más, digamos, valientes o más deshumanizados para que trabajen con ellos.

Es hora de que los distintos niveles de gobierno se coordinen para atender este tema porque no es algo contra lo que se esté trabajando; de pronto, las autoridades se ponen de acuerdo en casos muy mediáticos, medio los resuelven y ya, no se habla más, pero urge evitar el reclutamiento.

Dice Science que crecerán 26% las organizaciones criminales, yo creo que más bien hay que luchar para que eso no suceda, no hacer números pensando en que va a crecer el delito”, sentencia Pérez.

Con información de: Excelsior/ medios/redes

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