Para evitar la rapiña, ahora de colchones, sillones y pantallas de los hoteles y departamentos de playa, empleados del sector turístico de Acapulco formaron sus propias autodefensas para frenar la incursión de los saqueadores.
Trabajadores de hoteles y suites en la costera dijeron a REFORMA que van a defender lo poco que queda de la devastación por "Otis" para mantener su empleo.
La otra cara de la tragedia en #Acapulco
— Carlos Hidalgo (@CarlosHidalgoo) October 27, 2023
El saqueo a tiendas… se nota el hambre ¿pantallas y motos? #Otis #Guerrero pic.twitter.com/CEiUKDxFSK
"En los hoteles hay sillones, colchones que se salvaron que son ortopédicos, las pantallas, en el caso de los departamentos, cuentan con cocina integral equipada, así como accesorios de albercas, jacuzzi, gimnasio, ludoteca, salón de juegos, sala de tv, snackbar, cancha de paddle tenis", indicaron.
Aunque ya la Guardia Nacional se apostó en la Costera Miguel Alemán, los trabajadores crearon cercos en los lobbys para defender, lo que dijeron, son sus últimas herramientas de trabajo.
"Apenas llegue la energía se pueden reactivar algunos cuartos, en lo que se reparan los otros, nos interesa ya reactivar la economía, nuestro trabajo", añadió uno de los trabajadores en posición de defensa en la zona hotelera de Acapulco.
"Faltaron alertas de evacuación"
Trabajadores de Acapulco coincidieron en que faltó información oficial por parte de las autoridades para evacuar el puerto a tiempo.
"Nos dieron a entender que el huracán iba a pegar hacia Tecpan de Galeana (a unos 105 kilómetros hacia Zihuatanejo) ¿Cómo es posible que en la noche del martes y la madrugada del miércoles había establecimientos abiertos, discotecas, cervecerías, gente en la playa bailando tomando videos de los vientos?", planteó Don José, vigilante del edificio Nautilus, en la Colonia Condesa de este puerto.
El hombre de 60 años recibió una lluvia de vidrios. El inmueble de 22 niveles se comenzó a cimbrar, recordó.
"Como si fuera un sismo, no había tanta agua, sólo el ciclón, pegando y pegando las paredes, hasta que tronó los vidrios, afortunadamente no teníamos tantos inquilinos, una señora se quedó atrapada en el quinto piso, se escondió en el baño y así es como sobrevivió", narró Don José.
Jesús Herrera, un ingeniero retirado, criticó que las autoridades hayan llegado después del fenómeno metereológico.
"Si el Gobierno sabía de la magnitud del huracán, lo mejor hubiera sido tener el apoyo desde antes para organizar una evacuación a tiempo y organizada, llamar a la gente a refugiarse, y sobre todo evitar la rapiña", reclamó Herrera.
El grueso de las tropas llegaron al puerto hasta el miércoles en la tarde-noche, cuando"Otis" ya había pegado a este destino turístico, lo que derivó en la desesperación de la gente para salir de Acapulco, mientras que otro sector se abocó al saqueo de tiendas.
Taxistas que están varados por la falta de gasolina y la destrucción de algunos de sus vehículos, comentaron que dejaron sus unidades en las inmediaciones del hotel Emporio, confiados en que las autoridades municipales comentaron por radios que el huracán se había degradado y que iba a pegar en Tecpan.
"No hubiéramos dejado los taxis aquí, pero fue por ese tipo de comunicaciones que hizo que todo mundo se confiara en que no iba a pegar de lleno en la costera, ya nos robaron la gasolina y estamos sin operar, quién sabe hasta cuándo", lamentó Don Adrián González, taxista del sitio 54 "Acapulco Plaza".
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