Una conducta que busca ensalzar la moral del ejercito, tambien contraviene disposiciones de normativas militares que le restan "seriedad y solemnidad" a la labor de la SEDENA y de paso enrarecen el clima de violencia, pues traducen el combate institucional al crimen en un asunto de enconos personales abogados en las letras de corridos situándoselo a la altura de los bandidos, y que a la luz del estado de derecho,podrian resultar "irregulares", pues son los ciudadanos quienes puden hacer todo lo que la ley no prohibe,pero no los funcionarios que sin distingo se alquilan a las diferentes áreas del gobierno y a quienes por obligación legal solo les esta permitido lo que leyes y reglamentos claramente establecen.
El preambulo busca clarificar la actitud recurrente de un militar, que con uniforme y equipo,desde instalaciones del ejercito, rinde un merecido homenaje a sus compañeros con un "anti-corrido" violentando mas de una disposición contenida en la Ley de Disciplina del Ejercito y Fuerza Aérea,cuya responsabilidad es tambien atribuible al superior jerárquico.
“Pareciera que los cuernos (de chivo) les pesaban nomás pa´salir corriendo, hasta se les olvidó pa´qué se usaban, nada más del puro miedo, ¿qué sintieron?”.
Así inicia la letra de la composición musical que de paso acude al cuestionado genero de los corridos y que compuso e interpreta un militar donde narra a través de un video grabado en instalaciones del Ejército con armas y uniformes, ifundido en redes sociales,cómo un reducido grupo de soldados “hicieron ver su suerte” a sicarios del Cártel de Sinaloa, en Altar, Sonora.
La historia se refiere a una balacera que ocurrió el 2 de julio de 2022, cuando decenas de gatilleros, “armados hasta los dientes”, rodearon a militares, a quienes ofrecieron un "cañonazo" de 10 millones de pesos, a cambio de que liberaran a Francisco “T”, alias “El Duranguillo”.
ANTI NARCOCORRIDO
"Pareciera que los cuernos les pesaban nomás pa´salir corriendo, hasta se les olvidó pa´qué se usaban, nada más del puro miedo, ¿qué sintieron?.
Nuevamente el Ejército mexicano demostró de que están hechos, mis respetos.
Patrullando allá por Altar, Sonora, las tropas de infantería detuvieron a un sicario de esa zona, les falto suerte ese día, quien diría.
Luego, luego llegaron hombres armados, para rescatar a su jefe le ofrecemos 10 millones pa´soltarlo, le dijeron al teniente y a su gente.
Como no aceptaron lo que les darían, escuchaba que entre gritos, les decían, si lo sueltan la vida les respetamos, que si no los matarían.
Al puro ojo se contaban 20 trocas con sicarios armados, hasta los dientes, un teniente nomás con 15 de tropa, los hicieron ver su suerte…en caliente.
Ante aquellas amenazas los soldados estaban listos para todo, el teniente les contesta no voy a soltar a nadie, ¡aquí nos morimos todos! no hay más modo.
De ratito se miraban más soldados que llegaban en refuerzo…y a los primeros balazos los sicarios cada vez se veían menos, pues corriendo.
Corre y corre se miraban asustados... y arrastrándose en el suelo después de que les llegaron, reclamando, que soltaran al bueno ¿qué creyeron?.
Ni con un montón de gente ni tampoco 10 millones alcanzaron pa´que soltaran al bueno.
Sepan que no tiene precio la lealtad de un buen soldado mexicano, los respetos para las tropas que ese día que pusieron muy en alto el nombre, la lealtad y la valentía del Ejército mexicano y del soldado.
Aunque el hecho nos ha llenado de orgullo, nos inunda el corazón de sentimiento, pues perdimos la vida de un compañero en aquel enfrentamiento, un sargento.
La lealtad cuando es real no tiene precio, cómo duele ver a un compañero muerto, pues trabajan dispuestos a dar la vida, por cuidar de nuestro pueblo porque también son del pueblo...
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