…Antes, en este corto tiempo que le queda a este wey, puede y buscará hacer, tantas bestialidades, que ni veas ¡y definitivamente que cometerá algunas!, porque es de lo peor.
Sí, en 5 días estaremos despertando los tamaulipecos con un nuevo gobernador, el siguiente sábado ya no habrá más del ejecutor estatal que odia al terruño y a toda la raza. Pero resulta qué hasta entonces, tenemos que esperar más canalladas suyas, las impensables, esas diabluras que solo a él se le pueden ocurrir ¡Y que las intentará! eso sin duda.
El tipo todavía trae inmensas ganas de hacer daño, a quien sea, a todos, se va a dejar caer con todo lo que pueda. Se nos semeja la res atrapada en el corral del rastro o ingresando al cajón de sacrificio, belfo abierto, ojos desorbitados, berreando a más no poder.
Este tipejo de marras, que gracias a Dios ya “muere” para todo Tamaulipas y para el país -pues lo suyo es pelarse de la nación- es un hombre muy peligroso, está en ese proceso de las patadas pre mortem. Puede dar cada coz, lo intentará, sólo véanle el rostro, la mirada torva, es un antropomorfo, un animal con características de ser humano, si un experto en la morfología humana lo analizara, diría que tiene toda la pinta de un ser abyecto.
MUCHOS “MALOS” TIENE
Múltiples veces malo es este bato; malo como pocos, porque además de malo como bandido (uno que se clavó todos los pesos que pudo); es malo de nefasto, de incompetente, de no saber hacer nada bien o para bien. Es malo de nocivo, pues acción que piensa (y ejecuta) hace daño por donde la veas; es malo de poca calidad, de poca utilidad; es malo de antisocial, cada conducta suya es irremediable e invariablemente negativa; malo de desagradable, molesto, de equivocado, de consecuencias pésimas.
Es una mala película, fue un mal fario para Tamaulipas, es un mal ente. Pero a este ser muy malo, todavía le restan 120 horas de poder; en las que dejará sentir su odio inmenso y enfermizo, nada más véanlo a últimas fechas, como le ha cambiado su pinta, si desde siempre miraba con la “feis” inyectada de ira y coraje, ahora está peor.
Este maldito no se ha cansado de hacer tanto mal en seis años y todavía tiene seis días más. De su maldad dan cuenta hoy 22 mil burócratas del estado, quienes no saben si cobrarán las dos siguientes quincenas, aunque el nuevo gobernador ya aseguró que a ver cómo le hace, pero les garantiza su sueldo y prestaciones.
De lo malo que es, los 16 mil profesores se están yendo al paro de labores en la educación básica en Tamaulipas.
Y a esos sumémosle los 9 mil pensionados a quienes les escamoteó el fondo de prestaciones, no cubrió ni las aportaciones de los trabajadores, ni la parte que corresponde al estado, no se hizo la transferencia a tal fondo de pensiones.
Pero ya no entremos en detalles de todo lo que hizo mal en el sexenio, que ya dimos cuenta mucho de ello, todo este tiempo, los seis años; ahora resta saber su maldad de los siguientes seis días que le restan como goberladrón.
Ojalá que sea lo menos, por el bien de Tamaulipas, de los tamaulipecos a los que ya de por sí nos ha perjudicado tanto y nos deja de herencia una maldad difícil de superar, en deudas, en inseguridad, en estancamiento, en… tanto y tanto.
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