El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) continúa amedrentando a la población civil, y un nuevo hecho violento se registró en Zacatecas, donde cuatro trabajadores de una empresa de videovigilancia fueron “levantados” por un grupo de sicarios.
La cámara de videovigilancia que instalaron los trabajadores al momento del secuestro captó el hecho. En la grabación se puede ver a una camioneta blanca llegar con sujetos armados a bordo, quienes se llevan a los empleados en la parte trasera de su propia unidad, escoltados por sicarios.
Instantes después otra camioneta con otro grupo de delincuentes arribó al lugar, los sicarios hicieron presencia para asegurar el éxito de su fechoría. Todas las camionetas, tipo pickup, salieron con rumbo al municipio de Nochistlán.
El hecho ocurrió la tarde del 4 de agosto alrededor de las 15 horas, en el municipio de Apulco, en los límites con Jalisco.
Los jóvenes plagiados son Sergio Esaú Ramírez Alonso, de 30 años; José Manuel González García, de 16; Héctor Abner Donoso Cruz, de 23, y Jaime Fernández Morales, de 25 años.
Familiares de las víctimas denunciaron que en las agencias del Ministerio Público ubicadas en los municipios vecinos de Nochistlán y Jalpa se negaron a levantar las denuncias por la privación ilegal de la libertad de sus parientes, por lo que tuvieron que trasladarse hasta las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJEZ), ubicadas en la capital zacatecana, para interponer las quejas.
Una vez realizadas las denuncias, la Fiscalía emitió cuatro fichas de búsqueda con las fotografías y datos generales de los jóvenes, mismas que se han difundido en redes sociales para pedir a la población ayude en su localización.
Violencia en Apulco
La violencia ha crecido de manera exponencial en Zacatecas, donde los enfrentamientos entre grupos criminales son una constante. El municipio de Apulco está bajo control del CJNG, que mantiene una cruenta batalla con el Cártel de Sinaloa para impedirle su ingreso a la región sur del estado.
La alcaldesa de Apulco, Yanet Morales, denunció recibir amenazas por parte de la delincuencia organizada, por esta razón la funcionaria despacha desde Jalisco. En junio circuló la versión de que fue víctima de un atentado, la cual fue desmentida por la Secretaría de Seguridad Pública.
El municipio carece de policía municipal debido a la violencia, las cámaras de vigilancia han sido un instrumento para evidenciar la presencia constante de convoyes de hombres armados. Pese a las evidencias y los comunes enfrentamientos, la seguridad no se ha reforzado en la zona, donde decenas de familias viven atemorizadas y varias de ellas han huido.
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